Louis esta embarazado y su novio Harry es un joven ingenuo y muy nervioso ante la llegada de su bebé, también es menor que él y tal vez sus familias no estén enteradas de la llegada del bebé.
O solamente son Louis y Harry siendo padres por primera...
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Las semanas junto a Keith han pasado extremadamente rápido.
Louis no puede creer que su niño esté creciendo a la velocidad en que lo hace y le duele saber que no siempre lo necesitará.
Pero borra todas esas preocupaciones de su cabeza y se dedica a disfrutar cada segundo de su niño. De las risas que suelta cuando hace sonidos al chocar sus labios con su pancita, en los grititos de felicidad que emite cuando Harry llega a casa y le ve. En como las mañanas lo primero que ve es su rostro somnoliento, con su manito empuñada y babosa por llevarla a su boca.
Louis se enamora cada día de su pequeño niño de ojos verdes.
Han sido unos meses largos, agotadores y casi extenuantes, pero valiendo cada segundo la pena. Se ha sentido cansado, estresado y adormilado. Casi en piloto automático. Pero está aprendiendo a hacerlo día a día, sobre todo con la ayuda de Harry.
Su encantador novio ha sido fundamental, aprendiendo y ayudándole en todo lo que puede. Quedándose con el pequeño cuando Louis necesita hacer trámites o quiere tener un tiempo para sí mismo. Siendo el mejor padre y novio del mundo.
Ahora las festividades están a la vuelta de la esquina y ellos han estado preparándolo todo para la llegada de sus familias. Será la primera vez que les verán en más de un año y más importante aún, será la primera vez que verán a Kheit. Así que las semanas que han pasado se han preocupado de ir al supermercado y abastecerse en diversos alimentos, armaron el árbol y decoraron el apartamento. También fueron a comprar los regalos y algo de ropa para su pequeño, el cual parece crecer a pasos agigantados.
Así que para cuando llega el veintidós de diciembre Louis y Harry están más que preparados para recibirlos a todos. La familia de Harry es quien llega primero, Anne, Gemma y Des aparecen en la puerta del apartamento a las diez y veinte de la mañana. Hay abrazos, besos y lágrimas, sobre todo cuando se dirigen al moises donde un muy despierto y tranquilo Kheit les espera.
No es muy diferente con la familia de Louis. Johanna ha llorado abrazada a su hijo y a su nieto, repitiéndole lo hermoso que es y lo bien que los genes de ambos han funcionado en ese niño. Toman una cena deliciosa, preparadas por las madres y se van pasada las doce de la noche prometiéndoles venir a buscarlos al día siguiente para salir a almorzar.
El veinticuatro de diciembre, Louis despierta por los delicados besos que Harry está dejando en su cuello, frente y labios. Una risita se escapa de Louis mientras abre sus ojos y observa a su muy hermoso novio frente a él.
—Buenos días—murmura con la voz ronca y rasposa.
—Buenos días bebé ¡Y feliz cumpleaños! —Dice Harry sonriéndole, sus hoyuelos marcándose en sus preciosas mejillas. Se inclina y besa cortamente los labios de Louis.
—¿Qué hora es? —pregunta Louis intentando ver la hora en su móvil.
—Ocho y quince. Tenemos casi una hora antes de que Kheit despierte, te preparé el desayuno.
Louis repara en la bandeja con comida que reposa en el suelo, lejos de la cama. Hay muchas delicias ahí y también una flor hermosa.
—¿Todo eso es para mí? —pregunta como un niño pequeño
—Sí, lo hice todo yo solito—murmura con orgullo Harry —sé lo mucho que te gustan los hotcakes.
—Te amo—dice sonriéndole— y me encantan los Hotcakes, pero ahora mismo estoy pensando en comer algo más
—Oh ¿Qué quieres que te prepare? —pregunta Harry.
Pero Louis ha posicionado su mano sobre la entrepierna del rizado y lo entiende de inmediato. Harry le sonríe, mientras se quita la camiseta y se mete a la cama con su chico.
Tienen un tiempo antes de tener que atender a su hijo y a sus visitas. Ahora mismo, Louis quiere tiempo con su novio y comenzar su día y su cumpleaños, con una buena dosis de sexo.
Se lo merece.
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Todo el apartamento está iluminado por las luces del árbol de navidad y de las decoraciones. La familia está por todo el lugar, riendo, conversando, sacándose fotos. La mesa está lista, la cena terminando de cocerse y todos están listos para tener una gran velada.
Louis ve a Harry con Kheit en brazos, lo tiene frente al árbol de navidad, está hablándole mientras le muestra el árbol y los adornos. En cuanto se acerca, nota que su niño tiene los ojos abiertos observando todo a su alrededor. El ojiazul se inclina para besar la frente de su pequeño y los labios de su chico. Les abraza con cuidado, justo antes de escuchar el sonido de una cámara.
En cuanto se voltean, ven a Lottie y Gemma tomándoles fotografías. Se ríen, pero posan de todas formas.
Ellos tienen una cena maravillosa, le cantan feliz cumpleaños a Louis y se toman muchísimas fotografías. Luego, todos se acomodan para dormir. Apretados, juntos y un poco incómodos, pero en familia. Nadie ha querido irse, para estar listos en la mañana y abrir los regalos.
Harry sostiene a Louis contra su pecho, siendo el ojiazul la cuchara pequeña, le observa y agradece al cielo por el hombre que tiene a su lado, por amarlo de manera en la que lo hace y por el hermoso y sano niño que han tenido juntos.
Agradece por su vida y por lo bien que todo está saliendo.
Y por todo lo que viene.
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No quedó completamente como quería, pero aún así estoy conforme con el resultado.
AMO ETERNAMENTE A HARRY Y LOUIS CON BEBÉS <3 SON LO MÁS
