02; preocupaciones

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Son las dos y treinta de la madrugada y Louis no puede dormir. Su vientre de cinco meses y medio no le deja ver sus pies y su pequeño no se ha movido desde hace un rato, seguramente está dormido, al igual que su padre. A su lado, Harry ronca ligeramente, con su cabello largo y rizado esparcido en la almohada y la boca entre abierta. A Louis siempre le ha dado risa que Harry abra la boca al dormir, pero lo encuentra adorable, ama ver a Harry dormir. Pero ahora mismo, está bastante enojado, frustrado y preocupado.

Su cabeza dando vueltas, pensando en miles de cosas a la vez. Tiene hambre, quiere comer pan tostado con Nutella y beber coca cola. Pero sabe que despertará al bebé y luego se encajará entre sus costillas y le dolerá y llorará. Porque ahora es un llorón que suelta lágrimas por absolutamente todo.

Posiciona su mano derecha sobre su abultado vientre, acariciándolo lentamente. Sí, definitivamente fue una mala idea ver ese programa de partos y leer constantemente los foros de embarazos y pediatría. Ahora está aterrado al momento de dar a luz y por todas las enfermedades que se pueden producir durante el embarazado, en el parto y después de este. No quiere ni imaginar, que sería de él si a su bebé le pasase algo. Así que sí, su cabeza ahora mismo es un torbellino de miedos y preocupaciones.

Además hay un tema que no le deja tranquilo tampoco; el hecho de que nadie, ni de su familia ni de la familia de Harry, sabe sobre su embarazo.

Puede ser algo estúpido, el que no quieran contarlo, pero en el momento les pareció a ambos la decisión más acertada. La cosa es la siguiente; Harry y él viven a más de veinte horas en avión de sus familias, se ven en muy pocas ocasiones y está el hecho de que entre las familias no hay mucha armonía, ya que por alguna razón no logran llevarse del todo bien. Puede deberse a la diferencia social que presentamos Harry y yo. Sí, crecimos en ambientes distintos, con padres con diferentes métodos de crianza y con una vida totalmente diferente. Pero eso es todo, Harry y él han congeniado desde el momento en que se conocieron y eso es todo lo que importa, que se aman y que ahora traerán un bebé al mundo.

Aunque el miedo y la incertidumbre siguen presente en su pecho.

A su lado, Harry se mueve, busca a tientas su cuerpo y se acomoda abrazando su vientre. Louis podría morir de amor ahora mismo, desde siempre Harry ha amado abrasarse a él. Pero desde que descubrieron el embarazo, se ha hecho más persistente, más cotidiano. Durante la noche, de alguna manera, Harry termina abrazando a Louis y a su bebé en el proceso. Louis acaricia su cabello, quitando algunas hebras de su rostro y sonriendo cuando su novio se acurruca más hacia él. Harry es tan hermoso, tan tierno, tan perfecto. 

Louis no tiene ni la más mínima idea de cómo se fijó en él. Porque son bastante diferentes, Louis es el mayor de siete hermanos, creció con dinero y tuvo viajes y aventuras desde que estaba en pañales. Siempre fue altanero y orgulloso, pero tenía valores. Harry por su parte, es todo lo contrario, viene de una familia humilde, es el menor de dos hermanos y tiene unos padres maravillosos. Se ha esforzado durante toda su vida por lo que quiere, trabajó y estudió, se graduó con honores de la universidad y consiguió trabajo con rapidez. Es una persona atenta, dulce, sentimental y pacífica. Siempre pide disculpas, agradece, escucha y sonríe a las personas.

Esas son algunas de las pocas cosas que Louis ama locamente de él.

—¿Lou? —Louis parpadea.

A su lado, Harry ha entreabierto un poco los ojos, el cansancio y el sueño plasmados en sus facciones y en su voz.

—¿Sí amor? —pregunta, sin dejar de acariciar su cabello.

—¿Qué horas es? ¿Está todo bien?

Louis voltea para ver su reloj despertador, este marca las tres y cinco de la madrugada.

—Son las tres de la madrugada—murmura bajito—estoy bien, solo no puedo dormir.

Eso parece poner en alerta todos los sentidos de Harry, ya que abre los ojos y se sienta a su lado, atrayendo su cuerpo inflado hacia su pecho.

—¿Qué es? —pregunta cariñoso. Sus manos acariciando su vientre hinchado con delicadeza—¿Qué está pasando por esa cabecita tuya?

—Son muchas cosas—termina admitiendo—tengo muchas preocupaciones y estoy asustado todo el tiempo.

—¿Por el parto?

—Por todo en general. —dice —tengo miedo de que algo pueda pasar durante los meses que quedan, que pase algo en el parto. O que nuestro bebé tenga complicaciones cuando nazca. Tengo miedo de no ser un buen padre, de cometer errores graves. Tengo miedo de cómo reaccionarán nuestras familias cuando se enteren, tengo miedo de que jamás nos perdonen por no decirles a penas nos enteramos. Tengo miedo de todo Harry.

Sí, para ese momento ya está soltando lágrimas como dos llaves de agua. Harry se queda en silencio por un momento, tan solo abrazándolo contra sí, dándole contención y amor. Bajo su mano, su pequeño patea, haciéndole sonreír. Ama esa sensación, cuando su pequeño se manifiesta, cuando les indica que está aquí, con ellos.

—Sé que estás asustado—finalmente dice. —Te entiendo, porque estoy asustado también, creo que más que asustado, estoy aterrado—confiesa. Louis acaricia su mano—porque el solo pensar que algo pueda pasarte a ti o a nuestro pequeño me destroza completamente. Pero entendí, que si no disfrutamos esta etapa, si no compartimos este embarazo, nos arrepentiremos después. Sé que hay muchas cosas que pueden pasar, sé que nuestro bebé se enfermará, que tendrá rabietas y que crecerá rápido. No estoy seguro de que seamos los mejores padres, ni los más responsables, ni los más perfectos. Pero lo criaremos para que sea una buena persona, le daremos valores, le enseñaremos que puede amar a quien quiera y que eso está bien, le enseñaremos que tiene que respetar a las personas y a los seres vivos. Vamos a estar allí para él siempre, lo amaremos, lo cuidaremos y lo educaremos como creamos convenientes. Vamos a cometer errores, eso es seguro—se ríe cortamente—porque somos primerizos, no tenemos idea de que estamos haciendo, pero lo iremos descubriendo a medida que el tiempo pase. Y mientras te tenga a mi lado para hacerlo, todo va a estar bien.

—Te amo—Le dice Louis entre lágrimas, voltea su rostro para ver a su novio, quien le está como siempre sonriendo—te amo muchísimo.

—Y yo te amo muchísimo a ti, y a nuestro bebé. Amo a nuestra familia.

—No quiero que nos odien por no decirles—chilla—solo quiero que lo hagamos nosotros.

—Podemos decirles, podemos hacer que viajen para las fiestas y les decimos del bebé. Pero también hay que dejar en claro que nosotros nos encargaremos de todo. De que nosotros seremos los padres y que escucharemos sus consejos pero lo haremos a nuestra manera.

—¿Crees que podamos hacerlo por Skype? Prefiero ver la decepción de mamá por medio de la pantalla. No soportaría verlo en persona.

—Lo haremos como tú quieras amor, sabes que tú decides.

Se acurrucan en la cama, acostándose y dejando que como siempre, Harry sea la cuchara grande. Sus manos entrelazadas sobre el vientre hinchado de Louis, sabiendo que todo estará bien, porque así será, mientras estén juntos.

Porque son ellos, contra el mundo.

Y eso está bien, perfectamente bien.  









[ * * * ]

Básicamente este capítulo está recién salido del horno, y no tengo mucho tiempo, pero realmente espero que les guste. 

Las amo mucho 

Javs

Kheit » lsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora