Louis esta embarazado y su novio Harry es un joven ingenuo y muy nervioso ante la llegada de su bebé, también es menor que él y tal vez sus familias no estén enteradas de la llegada del bebé.
O solamente son Louis y Harry siendo padres por primera...
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Por primera vez en muchísimo tiempo, desde que Harry fue ascendido en el trabajo y desde que Louis volvió a trabajar tras el nacimiento de Kheit, habían coincidido con el fin de semana libre, comenzando desde el viernes. Cuando lo supieron, decidieron que debían hacer algo esos días.
Así que entre muchas búsquedas y días, decidieron ir a la playa. Kheit nunca había ido a la playa y sería una buena oportunidad para distraerse. Aún no era verano, pero el clima estaba lo suficientemente cálido para que nadie se enfermase, sobre todo su niño. Reservaron una cabaña, compraron provisiones, hicieron las maletas y el viernes temprano por la mañana salieron hacia allí.
El lugar estaba solo a dos horas de distancia, así que el viaje no se hizo tan largo. Si tuvieron que parar a la gasolinera para cargar el auto e ir al baño, pero desde ahí, todo fue tranquilo.
Louis observaba a su niño en la parte trasera del auto, sentado en su silla y no podía concebir lo grande y hermoso que estaba. Agradecía cada día a sus genes y a los de Harry que permitían que Kheit no fuese un niño enfermizo. Ya que las pocas veces que Kheit enfermó Louis sintió demasiada desesperación y realmente no le gustó sentirse de esa manera.
Louis siente la mano de Harry en su rodilla e inmediatamente su vista se va hacia su hermoso novio. Le sonríe y Harry hace lo mismo, sin desviar su mirada del camino.
—¿Todo bien? —Pregunta Harry —parecías perdido en tus pensamientos.
—Solo estaba pensando en nuestro niño. —Dice observándole—Kheit es bastante saludable.
—Y agradezco ello—contesta Harry sonriéndole —fue horrible la última vez que estuvo enfermo.
—Ni que lo digas.
Louis suspira, recargándose en el asiento y llevando su vista hacia los paisajes que está regalándole el camino. Se siente feliz, relajado y agradecido. Inmensamente agradecido por la vida que está llevando, por tener a Kheit y a Harry con él, porque cada vez que lo piensa, no puede imaginar cómo sería si no les tuviese, si no fuesen parte de su vida.
Cuando finalmente llegan a su destino, Louis es capaz de escuchar el sonido del mar desde que pone un pie fuera del auto. La brisa le mueve el pelo y toma unas grandes bocanadas de aire puro y marino y sonríe. Baja completamente del carro y se mueve hacia la parte trasera para sacar a Kheit de su silla, con cuidado y abrigándole la cabeza se inclina hacia su hijo y le besa la regordeta mejilla.
—Hola bebé—Le saluda amorosamente —Hemos llegado.
Le toma en brazos, con cuidado de no golpearlo mientras salen del vehículo y lo sujeta bien cuando están fuera.
Harry les alcanza rápidamente, luego de recibir la llave de la cabaña y despedir al propietario, posicionándose tras de su novio y su hijo y abrazándoles. Kheit hace un ruidito exquisito y estira sus manos hacia Harry, pidiéndole que le sostenga. Louis se ríe, pero se lo entrega de todos modos.
—Comenzaré a sacar las cosas del auto.
Harry y Kheit se adelantan para abrir la puerta de la cabaña, mientras que Louis comienza a sacar los bolsos y las bolsas con la comida que ocuparán. Lleva todo hacia el interior de la cabaña en tres cortos viajes, luego cierra el vehículo y va hacia el interior, reuniéndose con su novio y su pequeño hijo, quienes tomados de las manos están recorriendo el lugar.
Louis hace una rápida limpieza y guarda las cosas en la cocina y lleva todo a las habitaciones. Luego ocupa el baño y va hacia la sala, donde Kheit está jugando con sus juguetes.
—Prepararé el almuerzo y luego podemos ir a caminar por la playa—Le dice Harry apareciendo en la entrada de la cocina.
—Eso suena genial ¿Quieres ayuda?
—No—Le sonríe. —Siéntate y descansa. Les avisaré cuando esté todo listo.
—Vale.
Louis le lanza un beso a Harry y se deja caer en el sofá, frente a su hijo. Se quita los zapatos y mueve sus pies, relajándolos. Los cojines mullidos son extraordinarios en su espalda y no evita hundirse en ellos. Suspirando con gusto. Su niño jugando en la alfombra, sonriéndole cuando se miran.
Los aromas que salen de la cocina a medida que el tiempo pasa es espectacular, no hay nada que Louis ame más que a Harry cocinando. Su novio realmente es bueno en la cocina y cada vez que lo hace crea deliciosas recetas.
Una vez que han devorado el almuerzo que Harry preparó, toman una pequeña siesta reponedora y tras abrigarse un poco, caminan los metros que los separan del mar. La brisa marina les golpea el rostro a medida que avanzan y se acercan a la playa y el aire limpio es gratificante.
Harry y Louis llevan a Kheit de la mano, uno a cada costado y a medida que caminan los pasos de su niño son cada vez más firmes y más grandes. Eso hace que Louis quiera llorar, su niño crece a pasos agigantados y se siente extraño, saber que hace poco era un diminuto bebé que necesita estar entre sus brazos y ser cuidado tan delicadamente como fuese posible.
Kheit chilla en cuanto las olas del mar están a centímetros de ellos. Harry le quita los zapatos y las calcetas y le ayuda a posicionar sus desnudos pies en el agua. Kheit chilla entretenido y ríe cuando Harry vuelve a ayudarle a hacerlo.
Louis se una a ellos, quitándose sus zapatos también y ayudando a su novio con su niño. Riendo, corriendo y disfrutando su tiempo en familia. Cuando se cansa, camina hacia donde dejaron sus cosas y extiende una manta y se sienta allí, tomando una toalla para secar sus pies y teniendo una lista para cuando Harry y kheit viniesen a sentarse. Desde donde está, observa el bello paisaje y la vista de su novio y su hijo. Cierra los ojos y permite que el viento le pegue directamente. Relajándole.
