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La fiesta comenzó en la mansión de los Cobain de la mano de Axl Rose. Courtney no está de acuerdo en ver jóvenes de dieciocho y veinte años paseando por la casa mientras toman alcohol y otro tipo de sustancia en sus vasos rojos, pero traga sus palabras ante el pelirrojo. No por mucho tiempo, porque piensa decirle a su marido en cuánto antes lo que está pensando.

—Kurt. —dijo con un tono desafiante, casi retándolo como si fuera su maestra o madre.— ¿No pudiste simplemente decirle "No"?

—No. —niega el rubio sirviéndose agua en uno de los vasos mientras tiene que levantar un poco su tono de voz por la fuerte música que retumba.— William necesita estar acompañado.

—¿Haciendo fiestas en nuestra casa mientras se droga?

—No seas así. —responde tomando un sorbo.— Sabes que él no tiene las mismas maneras de encariñarse como nosotros.

—Eres muy blando ante él. ¡Estoy cansada de tu ex en esta casa!

Siendo que apenas lleva semanas allí.

Kurt no respondió, directamente se dio la vuelta y siguió caminando. Se hizo paso entre tantos jóvenes, quienes están semidesnudos bailando y observan a Kurt de una manera desagradable al verlo con camisa de a cuadros abrochada hasta su cuello, pantalón formal y alpargatas. Observó a Axl desde lo lejos, y notó que está parado al lado de Slash, sonriéndole y tratando de sacarle conversación aunque el morocho parece estar elogiando otros jóvenes que pasan a su alrededor. La mayoría son compañeros modelos de Axl, y Slash seguramente ha estado con cada uno de ellos.

Slash le susurra algo en el oído a Axl, que Kurt puede notar desde lo lejos, y se aleja. El rostro de Axl inmediatamente se convierte en uno dolido, como si estuviese decepcionado e insatisfecho. El rubio notó aquella mirada enseguida, lo conoce muy bien como para no darse cuenta. Y en cuestión de segundos, vio que el morocho comenzó a besarse con un joven de no más de veintiún años. Axl también se fijó, y su rostro se desfiguró aún más.

Probablemente Kurt debería acercarse apoyar a su ex novio quién parece estar desolado al ver la persona que está enamorado con otro, pero no, se quedó allí parado frente a él teniendo en cuenta que Axl no ha notado su presencia.

Axl se sentó en uno de los escalones de la mansión, y en el hueco de ambas piernas apoyó su cabeza no permitiendo ver su rostro casi llorando. Kurt entendió qué es lo que debe hacer. Se subió a la mesa de madera del living, y gritó:

—¡LA FIESTA TERMINÓ! ¡TODOS FUERA!

—¡Pero ni siquiera es medianoche, viejo! —gritó uno.

—¡FUERA O LLAMO LA POLÍCIA!

Todos comenzaron a irse como ratas al ser encontradas. Incluso Slash. Pero Axl quedó allí, en los escalones, sin levantar su vista.

Courtney desde lo lejos notó toda la acción, cómo Kurt lo observa apenado, cómo Axl fue decepcionado por Slash, y cómo Slash se retira con un nuevo amante. Nubló sus ojos, y se fue a dormir.

La casa quedó dada vuelta, con los vasos tirados al suelo y pisoteados, adornos en el fondo de la piscina y los distintos elementos de la cocina desparramados por el sofá. Además de dos condones usados que dejaron arriba del televisor. Kurt supo que Courtney no lo ayudaría a limpiar porque ella está más que enfadada. Y cuando estaba por acercarse a sentarse con Axl, entró Slash a la casa nuevamente. El rubio dio un paso atrás, y quedó allí, escuchando y observando lo que siguió.

Axl apenas levantó su vista al sentir el aroma del morocho, y al verlo, terminó de observarlo dando una pequeña sonrisa.

—Olvidé mi chaqueta. —dijo el morocho.

Is this happiness?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora