Is this happiness?

11.

11.

Axl abrió sus ojos sintiendo el ligero sol entrando por el ventanal, y su vista quedó completamente arrugada cuando Kurt Cobain abrió las cortinas de éstas generando que el sol se expanda alrededor de la habitación de hotel.

La habitación cuenta con una cama matrimonial de frazadas blancas, techo blanco con una lámpara en forma de araña manteniendo algún que otro diamante de imitación, mesa de madera ubicada entre el colchón y la cocina, y por último, paredes totalmente blancas. Parece más una iglesia que un dormitorio de hotel. Hay un pequeño baño al costado del ventanal donde todo es totalmente blanco también.

Lo único bueno que Axl agradece es la vista a la costa que hay.

—Hoy debo viajar a Hollywood. —dijo Axl con voz ronca enderezándose en la cama.

Kurt no respondió, se sostuvo en bata con su taza de té en manos observando el paisaje.

Anoche cometieron un grave error; Durmieron juntos. Ya que no había otra habitación y no tenían mucho dinero encima para pedir otra, Axl insistió en que el rubio se quede a su lado. Y así fue. Pero las cosas se pusieron algo aceleradas cuando a mitad de madrugada, Axl plenamente dormido apoyó sus brazos alrededor de la cintura de Kurt, y lo peor es que Kurt se acomodó sobre el cuerpo de Axl quedando apretados y abrazados en posición de cucharita.

Claro que Kurt al despertar enseguida se separó y abrió el ventanal para tomar un poco de aire. Aún recuerda el aire de Axl saliendo por su nariz y chocando en su oreja, se sentía muy bien. Y sus brazos delgados y finos sujetándolo con una fuerza más allá de su poca alimentación.

—Tengo que dar la entrevista para Vogue, y ser la portada. —continuó el pelirrojo.

Kurt siguió manteniéndose sobre el ventanal. Así que Axl decidió sentarse en el colchón para hacer un gran esfuerzo al levantarse: Mayormente está mareado al despertarse, no logra apoyar sus pies sobre el suelo que cae débilmente, y siempre llora por unos segundos en silencio hasta que comienza su día. Pero ésta vez no, simplemente le costó un poco pero logró hacerlo sin marearse, ni caer y tampoco llorar.

Se colocó al lado del rubio, observando de la misma manera a la vista de un día totalmente soleado y las olas de mar rompiéndose unas contra otras.

—Tengo que pesarte. —dijo Kurt.

—Odio eso.

—Lo sé, pero es importante que mires a la balanza y aceptes lo que ves.

Tal vez al principio Axl sentía un poco de timidez y vergüenza cuando se encontraba semidesnudo frente a Kurt, como ahora que simplemente tiene un bóxer negro, pero con el paso del tiempo supo sentirse cómodo nuevamente al desnudo junto al rubio. Incluso a veces Axl ni siquiera puede mirarse en el espejo sin sentirse avergonzado, pero con Kurt es diferente... Está cómodo.

Antes de que pudiera seguir sintiendo ese leve calor en su pecho, notó la mirada fija de Kurt bajando de sus cabezas a pies. Observando cada parte de él algo apenado y maldiciéndose por dentro.

—¿Qué? —preguntó Axl.

—Nada, solo... —sacudió su cabeza y se dio la vuelta dirigiéndose al baño.— Vamos, debo pesarte.

Axl caminó con pasos pesados por detrás de Kurt, realmente no queriendo hacerlo. Sin embargo, no puede oponerse a las órdenes de Kurt. Seguramente muchos de sus amigos modelos lo llamarían un total enamorado y manejado por el rubio.

Kurt colocó la balanza portátil en el suelo, en el centro del baño. Axl se plantó ante ella mirándola con odio, y suspiró de manera profunda manteniendo sus ojos cerrados, y al abrirlos enseguida levantó un pie y luego el otro. Miró al frente vacío de la pared blanca sin querer observar los números de la balanza.