Capítulo 12

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—Qué interesante que haya venido sin Jungkook —murmuró Jisoo, con la mano encima del antebrazo de Minho.

Volvió la cabeza e inspeccionó de nuevo la multitud.

—Tal vez él tenga intenciones de venir más tarde —contestó el conde, con más indiferencia de la que a ella le habría gustado.

Si Minho dejaba de desear a _t/n_, ella volvería a estar sola en su intento de recuperar a Jungkook como amante. Se soltó y dio un paso atrás.

—Kim no está con ella. Ahora sería un buen momento para acercarte.

—No. —Minho la miró con una ceja enarcada—. Ahora no es buen momento. Piensa en lo que dirían si nos vieran.

—Las habladurías son nuestra mejor arma —rebatió ella.

—Jungkook es un hombre con el que no se puede jugar.

—Estoy de acuerdo. Pero tampoco lo eres tú.

El conde deslizó la vista por la sala de baile y se detuvo durante un instante en su antigua amante.

—Mira lo triste que está —insistió Jisoo—. Quizá ya se arrepiente de la decisión que ha tomado. Pero nunca lo sabrás si no hablas con ella.

Fue esa última frase la que consiguió el efecto deseado y, con una maldición, Minho se apartó de su lado y, decidido, echó los hombros hacia atrás. Jisoo sonrió y se dirigió en dirección opuesta, en busca del joven lord Junghyun. Fingiendo que quería pasar por su lado, le pasó los pechos por el antebrazo y, cuando él se volvió para mirarla con los ojos abiertos como platos, ella se sonrojó.

—Lo siento, milord.

Lo miró con los párpados entornados. Él esbozó una sonrisa indulgente.

—La disculpa no es en absoluto necesaria —dijo seductor, aceptando la mano que ella le tendía.

Se apartó del camino de la dama, pero ésta lo retuvo y él arqueó una ceja, confuso—. ¿Milady?

—Me gustaría ir a la mesa de las bebidas, pero me da miedo pasar sola entre tanta gente. Y me estoy muriendo de sed.

—Será todo un honor ofrecerle mis servicios —contestó con una sonrisa experta.

—Es muy galante por su parte acudir en mi ayuda —dijo ella, caminando a su lado.

Jisoo lo estudió de soslayo. Era muy guapo, aunque no del mismo modo que su hermano mayor. A pesar de su aparente indiferencia, Jungkook tenía un aire peligroso que nadie podía pasar por alto. Sin embargo, en el caso de lord Junghyun, esa indiferencia no era sólo una fachada.

—Mi objetivo en la vida es ayudar a las mujeres hermosas tan a menudo como me sea posible.

—Lady _t/n_ es muy afortunada de tener a los dos guapísimos Jeon a su servicio.

El brazo de lord Junghyun se tensó bajo su mano enguantada y Jisoo no pudo reprimir una sonrisa. Algo iba mal en casa de Jungkook, una circunstancia que sólo podía jugar a su favor. Tendría que seducir al joven Jeon con sus artimañas y descubrir de qué se trataba y, a decir verdad, la perspectiva le resultaba cada vez más atractiva. Miró por encima del hombro para asegurarse de que Minho había ido en busca de _t/n_. Mientras, ella siguió avanzando satisfecha y decidió disfrutar el resto de la velada con lord Junghyun.

—_t/n_.

Minho se detuvo a una distancia prudencial y la recorrió con la mirada de la cabeza a los pies, admirando las perlas que llevaba entre los mechones de pelo rojizo y el precioso vestido verde oscuro, que hacía resaltar su piel de porcelana a la perfección. La gargantilla de tres vueltas que llevaba en el cuello ocultaba muy bien parte de su sonrojo, pero Minho lo vio de todas maneras.

《Extraño》"Jungkook y Tu" +18 [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora