como si fuera a perderte #2

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[Así que voy a amarte como que fuera perderte
Y voy a abrazarte como que estoy diciendo adiós
Donde quiera que estamos
No lo tomare por sentado,
Porque nunca sabremos cuando, cuando nos quedaremos sin tiempo]...

Lauren pov

Estaba un poco ansiosa, hace casi media hora Camila estaba sentada al lado de esa chica, que se notaba tenía intensiones sobre ella. Que la gente no puede simplemente intentar pasar un buen momento, debe estar buscando algo más. De repente Camila me hizo una seña con su mirada, pero no logré entenderla, me la volvió a hacer, pero yo le sonreí y levante los hombros, dando a entender que no tenia ni idea que quería.
De repente Camila se paró y vino hacia mí.

- me acompañas a buscar unos bocadillos Lauren.
La miré desde abajo, la vista de sus cabellos cayendo sobre su cara era increíble.
- ¿no quieres?

- ¡oh claro! vamos.
¿Qué era lo que me sucedía? parecía que mi cerebro quedaba desconectado. Quizás solo estaba un poco cansada, la discusión con mi madre me tenía agotada.
Tomé la mano que me extendió Camila y deje mi cerveza en la madera dónde estaba recostada.

- Creó que no entendías mis obvias insinuaciones.
Ok ésto me parece que si quiero oír, ¿ella me estaba insinuando?
- quería que me salvará de la situación, debemos empezar a conocernos más. Bueno si es que lo quieres.

- claro que lo quiero, eres realmente muy agradable.
Ella se giró y me sorprendió, yo estaba mirando su trasero.

- tu también lo eres, siento que te conozco desde antes. Parece raro, pero bueno yo no soy muy normal.
Ambas nos reímos, creó que no se había dado cuenta de mi mirada.
- no eras de hablar mucho, ¿no es cierto?
Llegamos hasta un automóvil, lo abrió sacando unas bolsas de diferentes cosas.
Me miró como esperando alguna respuesta, si me había preguntado algo no le presté atención, verla agacharse frente a mí para buscar las bolsas, me dejó en shock, pero debía contestarle algo mmm...
- si eres bastante callada.
Eso era cierto.

- no en realidad no soy tan callada. Bueno si a veces, me gusta mucho mi soledad sabes, tener dos hermanos más casi de mí misma edad es bastante molesto, ya que no tengo mucho espacio para mi soledad y yo.
Nos reímos.

- yo también, bueno lo de tener una hermana. Nos llevamos muchos años así que cuando ella nació prácticamente era mi muñequita, no sabes lo linda que es.
Cuando parecía que no podía ser más tierna, ella salía con esas cosas.
- ven vamos a sentarnos un rato allí, mientras como estas papas...
Es que realmente son deliciosas y no me dejaran probar una, esos consumidores con mayor poder de masticación.
Volvimos a reírnos. Su risa era linda, tanto como ella.
Nos sentamos en la arena viendo una enorme luna sobre el mar de Miami.

Ella comenzó a jugar con las papas.
- no te enseñaron a que no debes jugar con la comida.
Le dije muy divertida viendo lo que hacía con las papas.

- en realidad no, mi madre siempre nos dejó jugar con la comida, es más ella hace diferentes diseños con la comida, para que la comamos. Según ella el juego es otra manera de aprender.

- Wou tu madre suena divertida, creó que debería contagiar un poco a la mía.
Suspiré recordando la discusiones constante con mi madre.

- oye tranquila, o no te enseñaron que las niñas bonitas no deben estar tristes.
Dijo colocándome un pecho de cabello detrás de mi oreja.

- y las que somos feas podemos estar tristes.

- hey cállate si tú eres hermosa.
Dijo empujándome un poco y sonreí por ello. Luego nos miramos, sus miradas eran tan profunda, sentía que había un océano de sensaciones en ellos y tenía curiosidad de conocerlos.

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