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Los días pasaron con rapidez y con ello el primer día de clases en la Academia también, __________________ caminaba por las calles con su mochila y una maleta, la maleta contenía ropa, cosas de aseo personal, y algunas cosas que ___________________ consideraba indispensables, la razón por la que la llevaba era simple, la escuela mantenía unos dormitorios para que ahí se alojarán sus alumnos, así que al momento de saberlo ________________ acepto de inmediato.
Luego de haber llegado se dirigió a la parte trasera de la academia en donde se encontraban dichos edificios, mientras caminaba se preguntaba que había pasado con los tres chicos, desde que pasó lo del incidente ninguno de los tres se había hablado y eso preocupas de cierta manera al Alfa, una vez llegó al edificio que tenía por nombre "1-A", decidió entrar y lo primero que captaron sus ojos fue una enorme sala de estar y una ventanales que hacían ver muy bien al lugar, rápidamente tomó el papel que contenía la habitación en donde dormiría y el piso en el que se encontraba.
Mientras que caminaba por el pasillo no supo cómo o cuando pero ya se encontraba en el suelo con una chica de cabellos castaños encima de él, un violento sonrojo se apoderó de sus mejillas y con la voz entrecortada habló, no tardó en percibir que la chica era un Omega ya que el fuerte olor a fresas que emanaba la delataban.
- L-lo la-lamento m-mucho, no veía p-por d-donde iba.
La chica le dedicó una sonrisa para poco después levantarse y ayudar al de cabellos azabaches a reincorporarse.
- No te preocupes por ello, los accidentes suelen pasar.
- Concuerdo...
- Ochako.
- ¿Eh?
- Me llamo Uraraka Ochako. Pero me puedes llamar Ochako.
- Lo tendré en cuenta Ochako-chan.
________________ tomó su maleta y empezó a caminar mientras que Ochako caminaba al compás suyo.
- Así que eres un Alfa.
- Si, y tú eres una Omega.
- Sí... Aunque no es de mi agrado. Por un momento pensé que llegaría a ser una Beta, pero al parecer el destino me odia.
- Al parecer te a pasado como a mí.
- ¿Enserio?
El chico asintió tratando de afirmar.
- Por un momento pensé que sería un Beta o en cualquier caso un Omega, pero al final resulte ser un Alfa.
Una suave risa salió de sus labios que poco después fue acompañado por otras las cuales provenían de la chica, hasta que paró en seco.
- Es verdad aún no me has dicho cómo te llamas.
El chico enrojeció de vergüenza al percatarse de ese mínimo pero notorio error.
