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²⁴ ᵈᵉ ⁿᵒᵛⁱᵉᵐᵇʳᵉ ᵃ ˡᵃˢ ¹¹:⁰⁰ ᵖ.ᵐ.
La noche inundaban las calles, el silencio sepulcral, las desoladas calles de la ciudad transmitían paz y tranquilidad, la mayoría de la ciudad ya se encontraba dormida y la situación no era tan diferente en la casa de los Akiyama quienes al igual que todos disfrutaban del descanso que tenían; más sin embargo, el entorno fue roto para uno de los integrantes, Izuku.
El pequeño Omega había abierto sus ojos apenas sintió un breve dolor, no duró mucho, con algo de miedo paso su mano alrededor de su vientre y pronto negó la idea de las contracciones creyendo que había sido la patadita de algunos de sus cachorros y se acomodó nuevamente en la cama. Pero no pasando más allá de cuarenta minutos el mismo dolor punzante se hizo del notar, en ese momento Izuku creyó fielmente que aquel dolor no era producido por alguno de sus cachorros algo preocupado se giró hasta donde se encontraba su Alfa y con una mano lo zarandeo tratando de así despertarlo, ___________________ se levantó apenas sintió las suaves manos de Deku en su hombro
- ¿Pasa algo Deku?
Pregunto en un susurro tratando de no despertar a los dos Omegas restantes quienes dormían plácidamente.
Izuku asintió a lo que había preguntado su Alfa.
- Creo que estoy teniendo contracciones.
El de cabellos negros se acomodó mejor en su lugar para poder ver al de hebras verdes y tomando las manos del contrario habló.
- ¿Cada cuánto las tienes?
- Cada cuarenta minutos.
El Alfa sonrió levemente.
- Tranquilo Deku apenas son las primeras contracciones.
- Oh...
Las mejillas de Izuku se habían coloreado de un color rosado imperceptible para ________________________.
- Si te reconforta me quedaré despierto la noche entera para poder cuidarte a ti y a nuestros cachorros.
