catorce

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Camine hasta mi auto sin voltear atrás, tengo que aceptarlo me moría por saber sobre de lo que Shawn quería hablar conmigo, aunque era más que obvio sobre que quería 'hablar'. Pero valdrá la pena quedarse con la duda. Ya llegará el día en que regrese rogándome que vuelva con él y para eso, Ethan me ayudara enormemente.

[...]

Me desperté ya con más ánimos, el dolor en mis piernas ya no era tan intenso como el de ayer, así que ahora sí. Tomé uno de mis muchos vestidos, y obviamente como no podía faltar, mis zapatos altos. Deje mi cabello como siempre, suelto con sus comunes ondas.

[...]

Con suma seguridad caminaba por los pasillos, atrayendo miradas al por mayor.

Localice a Ethan, sacaba libros de su casillero. Debería de ser contra la ley que use ese tipo de pantalones, debido a la masacre de hormonas que causaba en mi interior. Incluyendo la roja camiseta en cuello 'v' que portaba, creaba una revolución en mí.

—¿Que decidiste Am? – Le susurre en el oído por detrás, haciéndolo voltear bruscamente.

—Primero, aléjate. – Me hizo a un lado. —Y segundo ¿Por qué me dices Am? – Preguntó sin entender.

—Am, por amargado. – Solté una carcajada.

—Mira... Ya es bastante difícil tener que soportarte, así que trata de guardarte tus estúpidas bromas. –Cerró de un fuerte golpe su casillero.

—Tratare. – Le dije sonriente. —¿Entonces? – Pregunté caminando detrás de él con ligeros pasos. —¿Tu casa o mi casa?

—Tendrá que ser en mi departamento. – Dijo de mala gana sin voltear a verme.

—Perfecto. – Dije y entre a mi siguiente clase.

Las clases pasaron muy rápido, como siempre Grayson me ayudaba a distraerme y hacerme un poco más divertidas las horas.

—¿De verdad te llevara a su departamento? – Preguntó Grayson.

—Sí, solo para hacer la inútil guía de física. – Le explique. —El chico sigue resistiéndose a mis encantos. – Ambos reímos.

—Te lo dije. – Sonrió victorioso. —Es mejor que te rindas Bri.

—Mira Dolan... en cuanto menos te lo esperes. – Lo señalé. —Lo voy a traer tras de mí. – Sonreí.

Fui de las últimas en salir. Reuní pacientemente todas mis cosas. La verdad no tenía prisa alguna, además con suerte y haría enojar a Ethan.

Deje la mayoría de mis libros en el casillero, afortunadamente no había tanta tarea, solo unos cuantos problemas de matemáticas y algunos resúmenes. Caminaba hacia la salida del edificio y no lograba ver a Ethan.

Más te vale que no te hayas ido Ethan. Pensé, mientras lo buscaba en el campus.

—Tú no te preocupes que tenemos todo el día. – Una sarcástica voz me sacó de mis pensamientos

—Te estaba buscando. – Le dije sonriente.

—Si, como sea. – Rodó los ojos y comenzó a caminar. —Sígueme. – Me indicó mientras se subía a su motocicleta. ¡Dios mío! lo que tiene de amargado, lo tiene de sexy, pensé mientras lo veía. Sacudí levemente mi cabeza, para salir de mis pensamientos.

—S...Si. – Contesté y camine hacia mi auto, lance mi bolsa en el asiento trasero. No fue muy largo el trayecto, solo tenía algo de dificultad al tratar de seguir la alta velocidad de Ethan.

De pronto Ethan se subió a la acera, estacionando su motocicleta ahí, aunque no parecía una casa, seguramente sería su trabajo. Me estacione y baje no muy segura.

—Espérame. – Me dijo antes de entrar a una enorme tienda de música. De todas formas entre detrás de él.

— ¡Eth! – Un castaño detrás del mostrador le saludo al mismo tiempo que estrechaba fuertemente sus manos. — ¡Wow! ¿Y tú eres? – Le saco la vuelta a Ethan acercándose hacia mí.

—Nadie, no es nadie. – Ethan lo tomó de cuello de la camisa y lo regresó al mostrador. —Concéntrate en tu trabajo. – Le ordenó.

—¡Ethan qué bueno que viniste! –
Una castaña que bajaba las escaleras con ambas manos ocupadas por dos cajas. —Llamo Grayson... – Su mirada se quedó fija en mí, analizándome de pies a cabeza. Su cabello castaño, levemente desordenado, jeans desgastados, converse viejos y maltratados. No me extrañaría que fuera la... la novia de Ethan.

—¿Que dijo? – Preguntó Ethan con cara de desespero.

—Que... que no podría pasar por los gemelos. – Dejó las cajas en el piso.

—¿Por qué? – Preguntó.

—Su auto... – Dijo haciendo una seña con sus manos como de explosión y junto con el castaño rieron.

—No puede ser. – Dijo mirando el reloj en su mano, caminando rápidamente hacia la puerta. —Espérame aquí. – Me indicó.

—Sí, aquí espéralo. –Levantó sus cejas, y sonrió el castaño cuyo nombre desconocía, mientras que era aniquilado con la mirada por la castaña.

—Ethan pero... – Hable y regreso.

—No. – Tomo su cabello entre sus manos  —No puedo ir en la motocicleta por ellos. – Regresó al mostrador. —Dame tu auto. – Le dijo al chico quien asintió con la cabeza y se agacho.

—Aquí tienes. – Sacó sonriente una patineta.

—Mike. – Le dijo fulminantemente.

—Lo siento Ethan, en esto vine. – Sonrió.

—¿Aly? – Se dirigió a la chica.

—Camine. – Sonriente subió los hombros.

—¿Pero qué? ¡Siempre está lleno el estacionamiento por sus autos! – Dijo alterado y yo solo me limite a agitar las llaves de mi lujoso auto.

Se dio la media vuelta para verme y le sonreí. Acorto nuestra distancia con aproximadamente cinco pasos.

—Nunca te pediría algo a ti. – Susurro en mi oído para después salir de la tienda. Le gustaba sufrir ¿no? Salí detrás de él, después de escuchar un 'Nos vemos' del tal Mike.

—Sabes... – Le dije por la espalda, gracias a la altura de los zapatos, alcanzaba con precisión su oído. — Hieres mis sentimientos. – Lo rodee poniéndome frente a él.

—¿Enserio? – Levantó una de sus naturalmente bien definidas cejas. Acortaba lentamente la distancia entre ambos. Mientras dejaba mis llaves en una de los bolsillos de su chaqueta.

—No. – Solté una risita y me di la media vuelta y camine hacia mi auto. Solo que esta vez subí al lado del copiloto.

—Al parecer si aceptaste mi ayuda. –
Dije sonriente cuando Ethan subió al auto.

—No, solo subí y tome tu auto. –
Aclaró.

—¿Entonces viene siendo un robo? – Pregunte mientras miraba su perfecto perfil.

—Exacto. – Afirmó.

—¿Asi que, tienes que ir por tus primos? – Me aventure a preguntar.

bad boy 》e.dDonde viven las historias. Descúbrelo ahora