trece

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Rodé mis ojos y camine hacia mi asiento, logre ver la sonrisa burlona de Grayson y justo cuando pase lo golpeé con el paquete de hojas.
No me molestaba trabajar con él, además me ayudaría más en mi objetivo. Aunque seguramente a él no le gustara nada, tener que pasar tiempo conmigo. El profesor siguió dando las indicaciones del trabajo, pero yo seguía en mi mundo.

[...]

El timbre sonó liberándonos de Física pero encadenados a la siguiente clase. Rápidamente el salón se vació. Tome mi bolsa que estaba a mi lado para guardar el enorme paquete de hojas, pero este ya no cavia.

Camine hacia mi casillero, dejaría la guía ahí y antes de salir regresaría por ella, pero mi plan cambio. Al ir por el pasillo logre divisar a Ethan en el que seguramente sería su casillero. Acomode mi cabello mientras caminaba en su dirección.

—Aquí tienes. – Le dije y el escucharme volteo. Y le puse la enorme guía en el pecho obligándolo a tomarla. Me di la media vuelta y volví a caminar.

—Hey hey hey. – Sonreí al escucharlo llamándome, más mi nombre no es ‘Hey’ así que no voltearía. —Te estoy hablando. – Me dijo sujetándome del brazo.

—Disculpa, no recordaba llamarme Hey.

—Bueno si… tu clon de Ashley. – Bien, si seguía así me iba a hacer enojar. — ¿Que o quien te crees? – Dijo con su ceño fruncido.

—¿Eh? – Dije sin entender.

—Yo no haré todo el trabajo, así que…
– Tomó bruscamente mi brazo para regresarme la guía.

—Yo nunca dije que hicieras tú el trabajo. – Le dije molesta. —No cabe en mi bolsa y tampoco en mi casillero.
– Le informé. —Así que guárdalo. – Se lo regrese con más fuerza, aunque seguramente ni cosquillas le hizo.

—Yo no lo voy a guardar. – Ambos ya estábamos más que molestos

—Bien, no lo guardes. – Se lo quite de las manos y camine hacia uno de los basureros, pise la pequeña palanca para que se abriera la tapa y lo deje caer. —Listo. – Volteé hacia el.

Solo porque su mandíbula estaba sujeta a su cabeza, si no está hubiera perforado el piso.

[...]

—Parece que alguien esta de mal humor. – Se burló Grayson.

—No estoy para bromas. – Le dije molesta, en realidad no lo estaba.

— ¿Que paso? – Preguntó divertido.

—Le di la enorme guía de Física, no la quiso guardar yo tampoco así que la tire a la basura. – Le conté.

—¿Si escuchaste que valía como examen final? – Me recordó

—Sí, pero prefiero reprobar la materia antes que…

—Antes de tragarte tu orgullo. – No eran las palabras con las que iba a terminar la oración, pero estaba en lo correcto. —Te veo mañana. – Dio un beso en mi frente antes de irse.

Continué sacando todas las cosas de mi casillero, solo dejaría los libros. Era un desastre, tenía ropa, zapatos, maquillaje prácticamente de todo. Como pude cargue todas mis pertenecías, guardándolas en una caja de cartón que conseguí... Cerré el locker y casi todas mis cosas caen al suelo, al encontrarme con Ethan detrás de la puerta.

—¿Qué quieres? – Le dije de mala gana.

—Mira… creo que tienes una idea, de lo mucho que me molesta tenerte cerca… – El tipo hablaba pero la verdad sus palabras me entraban por un oído y salían por el otro. Yo estaba completamente perdida en él, su chaqueta de cuero estaba abierta dejando ver su anatomía solo protegida por una camisa blanca, que para mí mala fortuna, en esta se marcaba su bien definido abdomen. ¡Concéntrate! Me reprendió mi voz interior.

—No reprobare esa materia por tus estúpidos caprichos, así que tu harás la mitad y yo la mitad. – Fue lo que logré escuchar. Ethan me entregó la mitad de las hojas.

—No. – Negué seguidamente. —No me arriesgare a que respondas mal y la calificación será para ambos. – Soltó una carcajada amarga.

—Le sacare copias y trabajaremos por separado.

—¿Que no me escuchaste? – Dije.

—¿Que no puedes dejar de pensar en ti por cinco minutos? – Pasó su mano rápidamente por su cabello con frustración.

—Entonces lo siento. – Dije hipócritamente. —Tendremos que trabajar juntos, aunque no te guste. –Sonreí duramente. —Yo tampoco reprobare por tus caprichos. – Da lo mismo si repruebo por mi culpa, pero si es solo porque al niño le molesta estar cerca de mí, no da lo mismo.

Haciendo un gran esfuerzo de no caer con la montaña de cosas que traía en la caja, le entregue las hojas

—Mañana… ¿tu casa o mi casa? –Pregunté caminando, dejándolo atrás.

Soltó un gruñido y se escuchó un fuerte golpe en uno de los casilleros, sonreí victoriosa.

—No puedo, trabajo. – Escuche sus pasos detrás de mí.

—¿Tú casa, mi casa o reprobamos? –Repetí.

—TRA BA JO. – Repitió igual separando en sílabas.

—FAL TA. – Le respondí igual.

—Yo si soy responsable. – Dijo mientras salíamos del edificio.

—¿Cuántos años tienes? ¿Sesenta? –Volteé a verlo, podría jurar que me detesta aún más que Ashley.

Regrese mi mirada al frente pero no fue lo suficientemente a tiempo ya que choque con alguien, y esto hizo que todas mis cosas cayeran al piso.

—¿Por qué no te fijas por dónde vas?
– Me dijo de mala gana Shawn.

—¿Y tú porque no te quitas de mi camino? – Le dije de la misma forma, mientras me agachaba para recoger mis cosas. —Lo bueno es que estoy rodeada de caballeros. – Dije sarcásticamente casi en un grito, refiriéndome a Shawn y a Ethan que solamente veían mis cosas esparcidas por el piso. De pronto un chico llegó presurosamente para ayudarme.

—Gracias. – Tome nuevamente todo en mis brazos.

—Si quieres te ayudo hasta tu auto y no se… – Dijo el chico que me ayudó.

—¡Vete! – Shawn y Ethan dijeron al unísono.

—Tengo que hablar contigo ahora mismo. – Ordenó Shawn y solo solté una carcajada.

—Me encantaría pero no… ¿sabes? –Puse una cara pensativa. —No me encantaria y tengo cosas muchísimo más importantes que hacer que escucharte. – Le sonreí ampliamente. —Mañana me dices que decides. – Le dije a Ethan y reanude mi caminar hacia mi auto.

bad boy 》e.dDonde viven las historias. Descúbrelo ahora