siete

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Todas las miradas regresaron al campo y no pudimos evitarlo, todos soltamos las carcajadas que tanto tratábamos de retener.

—Bri eso se escuchó hasta un kilómetro de aquí. – Dijo James.

—Era el punto. – Sonreí.

—Deberías de ser porrista. – Agregó Cameron.

—Sabes no estaría mal. – Dije divertida. Eso me ayudaría a acercarme más a Ethan.

—¿Enserio? – Preguntó. — ¿Si lo harías?

—Por qué no.

El partido finalizó y como era de esperarse, nuestro equipo ganó. Cameron tenía razón, Ethan era un muy buen jugador. Shawn no puede distraerse o le quitaran el "trono".

Caminábamos hacia la salida, era muy divertido estar con ellos. En especial las tonterías de James.

—Los alcanzó afuera. – Les grité. —Iré por una botella de agua. – Les avise y solo escuche un ‘si’ en coro. Camine hacia la tienda que estaba dentro del campo. Compre una botella de agua natural y camine hacia la salida donde me deberían de estar esperando.

—Chicos creo que ya me iré a casa. –
Dije en cuanto llegue con ellos, Cameron volteo hacia mí haciéndome a un lado y me dejo ver a Grayson acompañado por una chica. Su cabello era de un castaño oscuro, lacio y un poco más abajo de sus hombros, bonitas facciones, grandes ojos, supongo que de un color café oscuro, debido a la poca luz del lugar no podía distinguir bien. Todos permanecían en silencio.

—Hola, soy Paula. – Dijo con una enorme sonrisa mientras tendía su mano hacia mí.

Volteé a ver a Grayson quien miraba esperando mi reacción.

—Qué bueno. – Le contesté sarcásticamente, me di la vuelta y camine hacia donde estaba mi auto.

—¿Cuál es tu problema? – Era la voz de Grayson, lo ignore y seguí caminando. —¿Por qué eres así? – Me tomó fuertemente del brazo e hizo que girara para verlo de frente.

—Suéltame. – Le dije mirándolo fijamente.

—¿Por qué la trataste así? – Me reclamo sin soltarme.

— No la trate mal, simplemente no me interesa saber su nombre ni nada de ella y mucho menos si está relacionada contigo. – Le contesté fríamente. —Creí que había quedado claro que no me metería en tu vida.

—¿No la trataste mal? – Preguntó irónico. —Sabes que… – Pasó una mano por su cabello. —Espero que en realidad lo cumplas y no te metas en mi vida. – Nuevamente las lágrimas comenzaban a acumularse.

—Eres un estúpido Dolan. – Ya no era rabia, ya no era enojo. Era coraje. Una lagrima resbalo por mi mejilla y por el cambio de su rostro seguramente la había visto.

—Bri no… – Dijo arrepentido, pero antes de darle oportunidad a terminar la oración, me di la vuelta y salí corriendo hacia donde estaba mi auto.

Me recargue en la puerta y me deslice sobre esta hasta quedar sentada en el piso. Puse mis brazos sobre mis rodillas y oculte mi rostro. Estuve así por unos minutos, tratando de controlar mi llanto. Eso me pasa por preocuparme por otras personas.

—¿Estás bien? – Escuché una voz que me parecía haber escuchado antes.

Levante mi mirada para ver de quien se trataba. Rápidamente limpie mis mejillas, eliminando cualquier rastro de lágrimas.

—Si. – Contesté seria.

—Pues no lo parece. – Tendió su mano hacia mí para ayudarme a ponerme de pie.

bad boy 》e.dDonde viven las historias. Descúbrelo ahora