El deseo de un monstruo

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y mientras todo a nuestro alrededor se iluminaba, la bestia que alguna vez fui se  desvanecía. 

abrazando los resquicios de un alma, 

invadiendo un cuerpo que no me pertenecía

Apoderándome de recuerdos y vivencias  

De los momentos con ella, de sus besos y caricias. 

deseando que un día me amara, como lo amaba a él, como la amaba yo 

Elevando aquella suplica al cielo cerré los ojos y por primera vez escuche su voz 

- te encontrare - me susurro acariciando mi rostro- te prometo que lo haré.  

y de ese modo se cumplió su deseo mientras iniciaba mi maldición. 

la maldición de no ser amado, por quien realmente soy. 



Amores profundos - La leyenda del mar  - (AS3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora