Capítulo 6: Primera Revelación

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Una gran explosión se sintió en todo el planeta creando una enorme tormenta de arena. Un hombre con una larga capa negra acababa de descender desde el espacio sin máscara, sin oxígeno, sin nada más que aquel manto negro rayado con un montón de garabatos inteligibles para el ojo humano. Segundos después una avalancha de seres oscuros caía desde el cielo.

<<Cuando el caballero oscuro llegue a nuestro mundo de luz, no habrá quien le convenza de detener su misión. La única forma de acabar con todo es muriendo él o la luz>>

_¿Por qué tanta arena? -preguntó William al despertar en medio de la tormenta.

_A veces ocurren en el desierto -contestó Akani.

_¿Solo viniste tú?

_Nosotras también estamos aquí -respondió Melissa afirmando a Hessa qué bien pudo ser llevada por la fuerza del viento.

_¿Y Nemani?

_¿Voh soy weon? ¿No cachai que si no habla es porque el culiao no está a aquí? Tan aweonao este William.

_No abran la boca o van a tragar arena -los retó Akani.

_¿Voh no cachai que si nos quedamos aquí nos morimos? ¿Alguna idea los xuxaesumare?

_Tal vez -pensó William y en un momento tuvo la espada en la mano-, podamos crear una corriente contraria -movió la espada como si cortara el aire y una enorme ráfaga se enfrentó al arena deteniendo la tormenta.

Todos se quedaron atónitos ante el poder de aquella espada, pero la Meli fue hasta William y le dió un golpe en la cabeza.

_Aweonao, ¿por qué xuxa no hiciste eso antes? Chi, lallita de líder que nos gastamos.

_Al menos ya salimos de la tormenta, Meli. No me pegues tan fuerte, por favor.

_Eso fue nah de fuerte. Ya te voy a mostrar yo lo que es pegar fuerte, xuxaetumare.

_No gracias -se rió nerviosamente.

_¿Serán los seres naranjos de nuevo? -preguntó Hessa.

_Probablemente -respondió el líder-.Vamos a tener que ir por ellos. La otra vez nos costó atraparlos. Siquiera tuviéramos una forma de comunicarnos para dividirnos y buscarlos.

_Ehm -titubeó Hessa -. Tal vez yo sepa cómo -respondió transformándose en mariposa con el solo pensamiento-. Me imagino que quieren pelear y eso yo no sé hacerlo, así que al menos puedo pasar los mensajes.

_¿Cómo se supone que se hace eso? -preguntó Akani tocándole un ala.

_Por favor, que si haces eso luego no me podré casar -le reclamó apartándose-. Es algo extraño, pero me basta con pensarlo.

_Como yo con la espada -agregó el líder-. Akani, tal vez aún no encuentres en qué pensar, pero ya lo harás.

Akani se quedó entonces pensando en lo más fuerte que conociera. Así fue visualizando escopetas, flechas y leones, pero nada se materializaba. Tal vez porque nada de ello le estaba destinado o porque su poder aún no era suficiente para tanto. El punto es que entre pensamiento y pensamiento algo llegó a sus manos. Un báculo con cuero y lianas atadas que molestamente se parecía demasiado al que una tribu etíope a la que su pelotón asesinó hacía como un año.

_¡Qué estereotipo! -se rió la Meli- Te faltó puro la muñequita vudú y seriai un mono de Disney.

_Entre todas las cosas que pude obtener, tuvo que ser este palo inútil.

_¿Y qué queriai? ¿Una metralleta?

_No habría estado mal.

_Estai siendo muy básico poh, Kano. Voh creí que si a esta la convirtieron en mariposa y a este weon lo dejaron cortar la cagá de viento, a voh te iban a dar una simple wea pa lanzar balines. No poh. Este pedazo de tabla tiene que servir pa alguna wea aunque sea pa noquear a alguien.

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