Capítulo 14: Cobarde

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Will despertó y notó que Melissa seguía despierta vigilando desde el árbol, Akani, Hessa y Nemani dormían aún. Se levantó un poco más repuesto y trató de invocar su espada. No había podido desde que habían llegado a ese lugar. Lo mejor sería ir a Inglaterra por medicinas, así que trató de abrir un portal, pero no lo consiguió.

_Estás muy débil como para estar usando tu espada -lo regañó la Meli.

_Creo que abrir un portal requiere más energía de la que creía -se molestó y se sentó sobre el suelo.

_Además deben estarnos buscando y como estamos ahora seremos presa fácil.

_Yo, en realidad, pensaba ir a Inglaterra por medicinas.

_Nunca nos hemos transportado directamente entre puntos de la Tierra.

_Lo sé, pero quería intentarlo.

_Tal vez no se pueda y por eso no te resultó.

_Tienes razón -agachó la cabeza defraudado.

En eso, Hessa despertó y Will se acercó a ver cómo estaba. Melissa volvió a perderse en observar el exterior y no quiso prestarles atención.

_Ya casi no me duele el abdomen -informó limpiándose la cara con la manga de su vestido.

_Yo no sé cómo sigue mi herida, aún no he vuelto a sentir dolor.

_Déjame revisarla -se sonrojó y fue a verle la espalda.

La herida comenzaba a cicatrizar por los bordes, pero no parecía que fuese a sanar prontamente, pues no se trataba de nada simple. ¿De qué le serviría ahora absorverle el dolor, si él ya lo había usado en el enemigo? Sin saber muy bien si podía hacer algo por él, puso sus manos sobre la herida y fue murmurando algo que no sabía muy bien que conocía.

Wata Yueliang Bulan

Chandrama Ilargia Tungl

Cada Mwezi Ay

Lúa Moon Meness

Volana Marana Illi

Onwa Kuu Lusiny

Miesiac Dal Mound...

Cuando abrió los ojos, notó que la herida se había reducido enormemente, sin embargo, se halló totalmente mareada y no pudo evitarse desmayarse.

Cuando abrió los ojos sintió que había mucho movimiento. Se escuchaban disparos y algunos gritos, aunque no era capaz de identificarlos, ni siquiera sabía si eran de sus compañeros o los enemigos. De a poco se fue dando cuenta de que alguien la llevaba en brazos y que esa persona era Will, Nemani corría al lado de ellos. Había mucho humo, pero las voces de Melissa sin duda eran distinguidas entre gente que gritaba más atrás.

_¿Qué sucede?

_Despertaste. Son etíopes que nos encontraron. Tranquila que Akani y la Meli acabarán con ellos.

Cerró los ojos para invocar sus alas y emergió hacia el cielo en medio del humo, tomó a Will y a Nemani de las manos para sacarlos de ahí. Al hallarse en un claro los dejó ahí y salió corriendo por los demás. No sabía en qué momento se había convertido en la persona que corría al peligro para traer a personas que ni siquiera le agradaban tanto. Apenas se podía ver y no sabía cómo llegar a sus amigos, solo escuchaba disparos y algo como una espada. Finalmente una especie de luz verde se mostró entre el desastre. Akani iluminó todo con aquella luz enceguecedora y Melissa asfixió a un etíope con su jabalina, ya que los otros ya los habían derrotado, no necesitaban tanta ayuda como pensó, pero aún así bajó hasta ellos cuando la luz se desvaneció. Descendió al lado de Akani y le preguntó por lo sucedido, este le comentó sobre el ataque y que por la pierna no había podido ayudar mucho a la Meli. La chilena con un brazo destrozado había cambiado a su mano derecha y con ella acabado a los etíopes, era de temer la voluntad que poseía y sin ser conciente del por qué tanto Akani como Hessa sintieron algo de miedo.

Cuando nos encontramosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora