Capítulo 3: Falta Uno

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_¡He, Phibi! ¿Qué haces leyendo tan temprano?

_Busco información sobre algo.

_¿De qué?

_De algo.

_Ya que no ensayamos hoy, ¿no quieres ir donde Lucy?

_¿A qué?

_Imagínate tú a quién me pidió que le llevara.

_Dile que estaré ocupado hoy.

_¿Con qué? ¿Prefieres leer que una mujer? ¡¿Qué te pasa, Phibi?!

_No seas exagerado. Tengo que investigar esto. Dile que si quiere verme que venga ella.

_¿Tanta seguridad tienes?

_Más bien, no me importa. Ahora vete que me distraes.

Terrence, el bajista, se fue desconcertado. William seguía leyendo y leyendo, con la esperanza de hallar algo sobre lo que le sucedía. Revisó textos esotéricos sobre regresiones, energías, mundos paralelos, ovnis y sicología, pero nada parecía convencerlo. ¿Cómo se explicaba estar en el espacio, conocer a una chica que lo golpeó y que pudo sentir dolor? Eso era lo más desconcertante. ¿Existiría en verdad Melissa o se la inventó?

La había dibujado en una hoja de papel y pegado ésta en la ventana para no olvidar su rostro, para dejar de dudar de su propia mente. ¿Cómo imaginarse ese nivel de detalle?

<<Deben reunirse>>

Esa voz de nuevo.

<<Soy Mila. Estas son mis últimas fuerzas. Tú eres el líder. Desde ahora en adelante debes hacerte cargo, porque ya no podré intervenir. Te falta uno aún. Cuando aparezca pueden hacerla volver. Son tres vidas, cariño, tres. Ninguna más>>

La chica de negro era quién le había hablado todo el tiempo. Pero ¿él era el líder de qué? ¿Cuándo aparezca quién? ¿Y quién iba a volver?

Entonces volvió a sentirse mareado y tratando de relajarse se recostó en el sillón en que había estado sentado.

_Oye, despierta.

_Melissa, eres tú.

_Obvio que soy yo, weón de mierda. Tan aweonao este conchaesumare.

_He estado tratando de averiguar qué pasa.

_¿Y supiste algo?

_Hasta ahora ninguna teoría me convence.

_Por la chucha, que eri inútil.

_¿Siempre tratas a la gente así?

_Sí, weon. Siempre.

William entonces notó que alguien más apareció en el suelo arcilloso. Un hombre de armadura amarilla que no tardó en incorporarse.

_¿Quién erí? - preguntó Melissa llegando hasta él de un solo salto.

_¿Ustedes también fueron traídos aquí?

_¿Que no lo podí ver con solo mirar?

_Soy Nemani. Por favor ayúdenme.

_¿A qué? - preguntó William, ayudándolo a pararse.

_Hessa tenía una armadura rosa. Ella murió.

_¿Y querí que la resucitemos o qué? Es cierto que esta wea es rara, pero no seai weon, no podemos resucitar a los muertos tampoco - se burló Melissa.

_Pero la voz dijo que tenía que morirse para que viviera.

_¿Qué voz, sacoepelotas? Tan aweoná que es esta gente, Señor.

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