Capítulo 13: Derrota

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Melissa se arrastraba por el suelo tratando de alcanzar la mano de Will que herido y ensangrentado estaba tendido en el suelo. A unos centímetros, Hessa estaba igualmente herida y magullada y hacía rato que no habría los ojos. Akani aún luchana con la fuerza de su báculo, aunque las heridas le hacían cada vez más difícil el moverse. Nemani era el único en buen estado, pues se había rendido y unos hombres lo tenían atado a un costado de donde ocurría la pelea. Era todo un ejército contra Akani que podía ser muy fuerte, pero que nunca se había visto en una proporción tan desfavorable. Tal podía crear algo con su báculo para huir, pero por más que desease vivir, su honor jamás se lo permitiría. Él siempre acababa las peleas cuando ya había derrotado a los demás. De lo contrario debía ser sacado inconciente o muerto.

--No podemos morir--

_¿Will? -preguntó al aire mientras trataba de que su campo de fuerza sobreviviera.

--Debemos irnos--

_¿Quieres que escapemos como cobardes?

--Es eso o morir aquí--

_¿Aún están todos vivos?

--Apenas--

Akani encontró sin sentido las palabras de su líder, aunque temiera por las vidas de los demás. ¡Qué demonios! No, él no podía irse nunca. Se puso en posición ofensiva recordando una manera un poco sucia de llevar la guerra y disperso un humo rojo de su báculo que fue inmovilizando y dejando inconscientes a sus enemigos. Tlön, el general que ya se había presentado, se afirmaba la garganta y trataba de mantenerse en pie, pero resultaba imposible debido a la exageración al seguir botando aquel humo por tanto tiempo. A sus compañeros les había creado un campo de energía que no permitía al veneno entrar y él mismo sin usar nada se sintió inmune a sus efectos.

Entonces observó el enorme sembradío de cadáveres que había dejado. Tlön aún se movía tratando de detener su dolor, pues el veneno le quemaba la garganta y el estómago. Akani se acercó a él sacando una enorme serpiente verde de su báculo que comenzó a estrangularlo. Sin embargo, el emisario del caballero oscuro destruyó la serpiente al tocarla con las manos y se fue contra el campo de fuerzas que ya no dio más. Tomó a Akani y lo lanzó con fuerza contra unas rocas. El guerrero verde ya no se levantó más.

Hizo una seña para que sus subordinados tomaran a los demás y los acercaran.

_Quiero verles la cara. ¿Cómo se saca ese traje? -preguntó a Nemani.

Él sintió que se moría de la verguenza al imaginarse desnudo delante de toda esa gente y acabó guardando silencio.

_Te hice una pregunta -se acercó Tlön y le puso la espada en el cuello.

_Hay... un botón en el cuello.

Los demás le mostraron el botón en el cuello de los guerreros. Él entonces se acercó a Hessa y se dispuso a apretar el botón que desconocía que la dejaría desnuda cuando Will gritó.

_¡Si la tocas, te mato!

_Si yo fuese tú no me preocuparía por mi propio bienestar. Ni siquiera puedes estar de pie.

Enjado apretó el botón del guerrero azul plrimero y ahí entendió por qué se había interpuesto. De seguro aquella cultura tenía problemas con la desnudez. Un problema que no era taldel planeta del que venía, pero con lo que se había topado ya muchas veces en tanto tiempo destruyendo planetas. Se acercó a él para golpearlo, pero Will le fairmó el brazo con las fuerzas que le quedaban y lo hizo caer al piso. Le quemaba el brazo aquel sujeto. De a poco fue sintiendo la pierna rota, los brazos magullados, las heridas en la espalda e incluso el golpe en la cabeza que él mismo le había infringido. El dolor de aquel guerrero se le estaba traspasando hasta el punto de que aquel estaba ya de pie herido, pero tan dispuesto que parecía que no había sido atacado nunca. Los demás no actuaban, porque no entendían. Físicanmente nada había cambiado y eso era lo único que se veía.

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