Zayn bajó del escenario. De inmediato James, su asesor de muchos años, le alcanzó.
- ¿Qué ha sido todo eso? – le preguntó animado. La verdad es que toda esa presentación sorpresa le favorecía. Los ingresos que tendrían serían increíbles.
- Dijiste que no habría problema si…
Megan apareció justo al costado de James. Le miraba fijamente, sin esconder nada en aquella mirada. Quería decirle tantas cosas. James también notó la presencia de aquella mujer que había llamado la atención de todos cuando había llegado.
- Estaré adentro, gran trabajo. – le dijo James, buscando una manera inteligente de irse. Y poco después había escapado de los dos. Y poco después solo habían quedado ambos, mirándose…
Todo lo que Zayn había planeado decir, por si las cosas salían mal, se había ido de su mente en un instante en el que sus ojos se habían perdido completamente en Megan. Iba tan malditamente guapa, podía notarlo también por las miradas de casi todos los hombres tras ella. Y demonios, deseaba quejarse, pero no era el momento. Debía actuar romántico, educado… tal y como ella quería en ese momento.- ¿Te ha gustado? – le preguntó Zayn, con una sonrisa ilusionada en los labios. Sin embargo, su interior rogó mil veces porque miraba fijamente la boca de Megan, húmeda se veía terriblemente irresistible. Cuanto había deseado besársela desde ayer.
Megan asintió ante su pregunta.
- Era una sorpresa… - se quedó callado al ver las manos de Megan estirarlas hacia él. Se quedó algunos segundos observándolas, hasta que las cogió, todavía sin entender, y ella lo arrastró poco a poco, sin que nadie más pudiera verlos, hasta la puerta del baño de mujeres del club. Zayn negó con la cabeza y sonrió al mismo tiempo, cuando pudo notar lo que Megan trataba de transmitirle. Además, tenía esa sonrisa sensual en los labios que solo le inducía a pensar cosas nada sanas. Esa mujer nunca dejaría de sorprenderlo. Se dejó llevar por ella, sin importar que en ese momento alguna persona los haya visto ya. Dejó que Megan abriera la puerta del baño y lo hiciera entrar junto a ella. - ¿ahora tú vas a sorprenderme? - Megan cerró la puerta del baño y rápidamente aplastó ambas manos sobre el pecho de Zayn, pegándolo a la pared. Este se sostuvo de las caderas de ella y sus ojos se vieron inquietados por observar el escote que su chica traía, además también de acariciar sus piernas por debajo de la falda tubo.
- También te amo. - le dijo Megan mientras subía y bajaba sus manos por el cuello de él. Zayn tragó saliva. Su cuerpo empezó a tensarse muchísimo. Tenerla tan cerca era un maldito pecado. – Por favor perdó…
- Hey, tú no tienes por qué disculparte conmigo. He sido yo quién ha cometido un error. – le dijo concentrándose en sus ojos. – Y no volverá a suceder nunca más. – prometió. Sus manos volvieron a hundirse entre las piernas de Megan. Sintió como ella pegaba su cuerpo al suyo, rozando sus senos redondos sobre su pecho. – todas las parejas tienen problemas. – Zayn alzó los hombros. Con la mano izquierda acarició suavemente el mentón de Megan, rozando sus dedos con delicadeza. La hizo mirarlo, y fue uno de esos momentos sublimes que ellos solían tener. Joder, amaba tanto las reconciliaciones. – Te cantaría todas las canciones que me pidieses, te lo juro. Pero no volvamos a discutir así de nuevo. – Zayn miró a la boca de Megan, deteniéndose en las partes que más deseaba probar. Estaba aguantando demasiado. – Creo que… - él se aclaró la garganta. Tuvo que hundir la mirada en el piso para que las palabras pudieran salir de su boca. Maldita timidez, nunca la perdería cuando se trataba de confesarle algo a su chica. – Creo que no hay una persona en el mundo que te necesite más que yo. – susurró con la mirada en el suelo y presionando fuerte el puño izquierdo. – He pensado toda la maldita mañana en una manera inteligente de hacer que me perdones y espero… espero haberlo logrado, porque puedo hacerlo una vez más sino funcionó.