La verdadera historia (Dramione)

Complicaciones

Draco
Durante todas las vacaciones su mejor amigo Theo lo estuvo ayudando a intentar ocultar sus sentimientos.
La idea era ignorarla lo mejor que se pudiera y evitar insultarla delante de todos porque no podría decir los insultos con la misma intensidad. Theo le dijo que si insultaba a Potter y ella se encontraba con el, que hiciera como si no estuviera ahí.

Para alivio del rubio su madre se interpuso entre Draco y su hermana Bellatrix recién llegada de Askaban. Su tía desde su llegada había intendo empezar a enseñarle a Draco Hechizos nuevos y otras cosas, pero no su madre no quería que este se involucrara.
Tenia totalmente prohibido hacer legeremancia con su hijo.

Días antes de que iniciaran las clases recibió la carta de Hogwarts junto con una insignia que le decía que ahora era prefecto.
Draco siempre tuvo buenas notas, pero Granger siempre había sido la que acaparaba la atención.

Pasaron los días y ya todos estaban en el tren camino al colegio.
Para sorpresa del rubio, su amiga Pansy también era perfecta. Era una sorpresa porque Pansy no era muy buena con las clases y la mayoría de las cosas las obtenía de otros.
Draco entro a el compartimento de prefectos y pudo reconocer a Ernie Macmillan y Hannah Abbott de Hufflepuff, y a Anthony Goldstein y Padma Patil de Ravenclaw. Minutos más tarde Weasley y Granger entraron.
Draco contuvo la respiración y miro a Wesley.

-¿Así que eres prefecto Weasley?-dijo riendo-¡me sorprendes! Creí que tu amiguito Potter estaría aquí.

Granger detuvo a Ron para que no se avance sobre Draco.

-Cállate Malfoy-dijo la castaña. Draco sólo la ignoro y ni le prestó atención.

El rubio aprovecho para molestar a los chicos de primero, el tener algo de autoridad lo hacía sentir bien.

-¡Tu, niño! Sabes que si no te portas bien te voy a llevar al lago para que te trague el camarón gigante-dijo serio e intentando ocultar la risa.

Alguien choco con él.

Hermione
Ron y Hermione se despidieron de Harry para ir a los compartimentos de prefectos. En cuanto entraron se sentaron y la castaña pudo reconocer a Ernie Macmillan y Hannah Abbott de Hufflepuff, y a Anthony Goldstein y Padma Patil de Ravenclaw. Junto a ellos estaban Malfoy (lo que la sorprendió porque no era muy bueno para ser prefecto) y a Parkinson quien no tenía muy buenas notas para estar acá.

-¿Así que eres prefecto Weasley?-dijo Malfoy riendo-¡me sorprendes! Creí que tu amiguito Potter estaría aquí.
-Cállate Malfoy-dijo Hermione enojada. Pero el rubio solo la ignoró ni si quiera la miró.
Creyó que iba a salir con su típico "No te estoy hablando a ti sangre sucia" pero no fue así.

Ya iban por mitad de camino y cada prefecto tenía que ir a los compartimentos a informarle a los de primero lo que tendrían que hacer cuando llegáramos al colegio.
Hermione estaba saliendo de uno cuando de pronto se chocó contra un cuerpo duro y alto.

-Disculpa... Yo-dijo la castaña en cuanto se dio cuenta de quien era-¿estás asustando a los niños?

Pero no recibió respuesta. La cabellera rubia siguió su camino hacia otro compartimento.
Malfoy la ignoraba. No es que quisiera su atención o que le dijera "sangre sucia", pero era raro en el.
No lo entendía, nunca lo había hecho. Desde que se entero que era hija de muggles la había empezado a tratar mal, pero el año pasado hubo un momento donde pensó que tenía algo de sentimientos. Que ahora la ignorarse le parecía extraño.

Draco
Luego del discurso del director y de la profesora Umbridge, la profesora Mcgonagall anunció las patrullas y sus compañeros.

-Los compañeros de patrulla serán: Abbott y Goldstein, Macmillan y Parkinson, Weasley y Patil, y Malfoy y Granger-dijo la profesora-serán todo el año y no se pueden hacer cambios.

Draco se quedó pálido y su reflejo fue mirar a Granger por primera vez desde que llegaron, ella instintivamente hizo lo mismo. Sus miradas de asombro se cruzaron, pero el rubio la desvío rápidamente.

-Draco-lo llamó Theo en voz baja-tenemos que armar un plan...

Draco asintió con la cabeza sin mirarlo y se quedó viendo su plato. Todo el colegio los miraba y no podían creer que les tocará patrullar.

Nadie sabía cómo iban a sobrevivir juntos, ni siquiera ellos mismos.