La Marca Tenebrosa

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Draco
Draco estaba armando su baúl para ir a tomar el tren de vuelta a la mansión. Guardando sus papeles y cosas de estudio divisó un pedazo de hoja quemado recordándole la carta que su madre le había enviado. Había estado tan enfrascado con Granger y los TIMOS que la advertencia de Narcisa había pasado por alto.
Maldijo en voz alta tirando su baúl recién hecho desparramando todas sus pertenencias por la habitación. Theo volteó a verlo, mientras que los demás simplemente se limitaron a salir con sus baúles de la habitación compartida. Cuando sólo quedaban Draco y Theo, el segundo hablo.

-¿Qué pasa Draco? De pronto es como si te hubieran dicho que tienes que ir con Potter de vacacione.
-Nada-dijo el rubio seco. A pesar de que Theo era su mejor amigo, no le había contado nada de la carta.
-Mira, todo este tiempo has estado muy feliz (lo cual es raro en ti) aunque pienses que no lo noto. No se bien cual es la razón, pero debo estar loco si pienso que te pusiste de novio con Granger y ahora te pusiste mal porque no la vas a ver hasta el año que viene- dijo Theo riendo.
-No es mi novia... - dijo el rubio. Theo sonrió aún más. Este iba a decir algo, pero Draco habló- pero la besé y sabe lo que siento.

La sonrisa de su amigo se borro al instante.

-¡Draco Lucius Malfoy! ¡Estas loco! Si tu padre se entera posiblemente estés muerto junto con Crabbe y Goyle por no vigilarte.
-Eso no es lo peor Theo. A parte mi padre en Azkaban.
-¿Cómo que no es lo peor?
-Mi tía... Mi tía me quiere enseñar oclumancia
-¡Draco!... - Theo estaba anonadado- Piensa que no ge van a matar.
-¿Cómo que lo lo harán?
-No, piensa que si ge enseñan eso es porque te necesitan... Necesitan que estés cerca del señor tenebrosos-hubo una larga pausa- Serás un mortifago.

Hermione
Antes de subirse al tren había divisado a un rubio con mala cara. La castaña se preocupó.

Debe ser que esta así porque su padre está en Azkaban.

Las cosas con Malfoy habían cambiado desde la última vez. Hermione había empezado a tomarle aprecio y ver que no es lo que dicen que es, sino algo que quieren que sea.
Malfoy le empezaba a gustar.
Al llegar a la estación, la castaña, busco a sus padres con la mirada y haciéndolo encontró la mirada del rubio. Sus ojos plata que antes tenían un brillo cuando la miraba, ahora reflejaba un tono frío y de despedida. Como si no se fueran a ver más..

Draco
La última mirada con la castaña había sido como el silencio antes de la tormenta.

-¡Crucio!- dijo Bellatrix mientras reía-¡Así que enamorado de una sangre sucia!

Draco estaba en el piso gritando de dolor. Narcisa lloraba en una esquina suplicando que parara, ella estaba atada de pies y manos y su varita estaba en el otro extremo, no podía hacer nada.

-¡Crucio! Ahora me vas a escuchar. Cuando yo vuelva a entrar a tu mente quiero que la bloquees. Los Crucio no son nada comparada con la muerte.

Draco lo único que pensaba en ese momento era lo contrario.
Bellatrix dejó de usar la varita para agarrar al rubio del cuello y arrastrarlo a una silla.

-¡Legeremens! - dijo sin dejar que Draco se recompusiera.

Sutia vago por todos sus pensamientos, desde la primera vez que conoció a Granger hasta del beso.

-¡Eres un sangre limpia Malfoy! ¡No puedes estar con una asquerosa Sangre Sucia! ¡Crucio!

Draco ya no sentía el dolor del hechizo y la cara de la castaña iba quedando cada vez más lejos de sus pensamientos.

-¡Legeremens! - algo bloqueo a su tía evitando que entrase en sus pensamientos- veo que vas aprendiendo ¡Crucio!
-¡Bella! Ya lo hizo bien. ¡Dejalo ir! - dijo Narcisa en un grito.
-¡Eres débil hermana! Tienes una familia débil. Te casaste con un débil y cobarde que ahora está en Azkaban, tuviste un hijo igual de débil y que se junta con sangres sucias, y tu siempre fuiste débil- dijo Bellatrix mientras miraba con desprecio a su hermana.

Bellatrix soltó a su hermana y esta fue corriendo a agarrar a su hijo inconsciente en el piso.

Unas voces que venían del piso de abajo lo despertaron. Draco sintió todo su cuerpo dolorido y puso ver que en todo su pecho había cicatrices. Lo peor era que en su brazo derecho, que era el queas le dolía, tenía una marca. La marca tenebrosa. Se movía con júbilo.
Su madre con mirada fría como el hielo, entró a su habitación.

-Tienes que bajar, el señor te espera.

Voldermort estaba en una mesa junto a gente que Draco pudo reconocer por ser mortifago igual que su padre.
Cuando estaba entrando a la habitación lo primero que él rubio hizo fue ocultar sus pensamientos para que el señor no indagara en ellos.

-Chico, ahora eres un mortifago. Si quieres rescatar a tu padre, tienes que hacer algo para mi- dijo Voldermort en un siseo igual al de una serpiente.

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Hola! Perdón por estar desaparecida todo este tiempo. Estoy con muchos exámenes y no he tenido tiempo de subir nada. Ya vamos 800 lecturas no puedo creerlo.
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Saludos de una fanática de Dramione!
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La verdadera historia (Dramione)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora