La verdadera historia (Dramione)

Mírame

Draco
—¡Estoy enamorado de ti! —dijo Draco.
—¿Qué hacen ustedes dos aquí? —dijo la profesora Umbridge entrando al salón.

Draco se incorporó y vio a la profesora vestida de Rosa y con cara de sapo.
Por fin le había dicho a Granger lo que sentía, pero la profesora los interrumpió.

—Vinimos a dar clases a los de primero suplantando a la profesora Macgonagall—explicó Granger.
—Ya pasó la hora de las clases, así que no deberían estar aquí.
—Si, profesora —asintió la castaña retirandose del aula.

Draco la quería seguir y que ella le respondiera, pero la profesora lo detuvo.

—Señor Malfoy, su padre me comunico que a usted le gustaría trabajar para el ministerio...su ayuda es muy necesaria.
—Ehh... Si —dijo Draco. Parecía que su padre otra vez había tomado desiciones por el—¿pueden acompañarme otros amigos?
—Si, mientras más seamos mejor—dijo la profesora más para ella que para el rubio—vayan mañana a mi despacho luego del partido de Quidditch.

Draco se fue a buscar a sus amigos para informarle sobre esto.

—¡Draco! ¿Dónde estabas?—dijo Blaise cuando el rubio entró a la sala común.
—Tengo noticias—dijo Draco sin responder a su pregunta.
—¡Ey, yo soy el que da las noticias!—dijo Blaise.
—Solo sos una vieja chismosa. Pero tranquilo no te voy a quitar ese crédito—dijo Draco riendo ante el suspiro tranquilo de su amigo.
—¿Cuáles son las noticias? —preguntó Theo sentándose al lado de Crabbe y Goyle.
—Tenemos que ayudar a la profesora Umbridge. Mi padre quiere que trabaje para el ministerio y ustedes me van a ayudar. Seguro obtendremos más notas y privilegios.
—Si, seguro. Yo necesito mejores notas—dijo Crabbe mientras todos asentian.

Durante la noche se les ocurrió inventar una canción para Weasley, el nuevo integrante del equipo de Gryffindor.
En el partido perdieron, pero ganaron haciendo que expulsaran a Potter y los gemelos Weasley del Quidditch.
Luego de este, Draco y sus amigos se dirigieron al despacho de Umbridge.

—Potter fue castigado, pero necesito que lo vigilen a él y todos los que estén cerca.
—Si, profesora—dijeron todos al unísono.

Hermione
Luego de la confesión de Malfoy, Hermione, no pudo concentrarse en sus estudios e intentaba prestar atención a lo que Harry y Ron hablaban sobre el partido.

Simplemente estoy confundida... Seguro escuche mal...

—Hermione, ¿estás bien?—preguntó Harry luego de rendirse con Ron al intentar convencer de que le iría bien y de que no esté nervioso.
—Si... Me voy a la tribuna. ¡Mucha suerte Ron! Y tu también Harry...

El partido terminó bien, Gryffindor había ganado, pero para mala suerte de los gemelos y Harry la pelea con Malfoy hizo que los expulsaran de Quidditch.
Durante el partido los Slytherin habían hecho poner más nervioso a Ron con una canción dedicada especialmente a él.
Esas dos cosas que pasaron fueron razones para que Hermione enfureciera, pero la tercera no tardo en llegar con los insultos a hagrid y perjudicando lo en su puesto como profesor.

Cuando lo vea voy a tener más de una razón para gritarle.

Draco
Entro en la biblioteca con la intención de estudiar y se encontró con que esta estaba muy vacía. Buscando un libro para su trabajo se cruzo con Granger.

No es raro que sea la única acá. Por fin voy a poder saber que piensa de mi confesión...

—¡Malfoy! ¡Maldito hurón oxigenado! —dijo la castaña casi gritando.

Menos mal que no hay nadie...

—¡Te dejé pasar que le cantaras a Ron "A Wesley vamos a coronar", luego que hicieras que expulsaran y castigaran a los gemelos y a Harry, pero que insultes a Hagrid y perjudiques su trabajo ya es demasiado!—dijo la castaña sin dejar hablar y señalandolo con el dedo—¿Cuál es tu problema?
—¿Terminaste?—preguntó Draco con una media sonrisa.

Es linda hasta cuando se enoja

—¡No! ¿Qué significa lo que dijiste la otra vez? ¿Es una de tus jodidas bromas?—dijo la castaña cruzandose de brazos.
—significa la verdad—dijo Draco sin más.
—¡Es una mentira! —dijo Granger
—¡Por merlín Granger! ¡Es la verdad!
—¿Cómo te voy a creer si ni sentimientos tienes?—Draco escucho eso y se sintió herido. Ella creía que no tenía sentimientos, pero si los tenía, ocultos pero ahí estaban—¿Y que pasa con Harry y Ron?
—Si tengo sentimientos, solo que me enseñaron a ocultarlos porque te hacen ver débil. ¿A que te refieres con Potter y Weasley? ¿Quieres saber si estoy enamorado de ellos también?—dijo riendo.
—¡No estúpido hurón! ¡Deja de tomarte todo como un chiste! Yo me refiero a la manera en que los tratas y me tratas a mi.
—Ellos nunca me calleron bien, en cambio tu sí. Pero me vi obligado toda mi vida a ocultar los sentimientos y... Y... Contigo me siento vulnerable y un idiota
—Pues lo eres
—¡Vamos! ¡Por favor! Estoy enamorado de ti desde que te vi por primera vez en el tren Granger.
Eres la única persona de la que me enamoré.
—¿Y Parkinson?
—Ella fue algo de momento, nunca me enamore y no se si guste de ella realmente alguna vez.

Hermione dejo de mirarlo y bajo la cabeza mirando el suelo sin sacar la cara de desconfianza de su rostro.

¿Sigues sin créeme?—preguntó el rubio—Mírame...—diji levantando su rostro con su dedo.

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