La verdadera historia (Dramione)

Amortentia

Hermione
Hermione había llegado temprano a su primer clase de pociones con el profesor Slughorn. Estaba tan acostumbrada a un ambiente más oscuro y frío del profesor Snape, que le resultó raro entrar y ver las ventanas más abiertas dejando que la luz de la mañana entre.
Se paro en frente de un caldero y no pudo evitar notar unos olores que la embriagaron. Estaba a punto de acercarse para poder identificarlos mejor, pero los alumnos comenzaron a entrar al salón.
Cuatro Ravenclaw entraban hablando junto con un chico de Hufflepuff, Ernie Macmillen. Pasado unos minutos cuatro Slytherin entraron al aula mostrando sus caras bien altas y con porte elegante. Malfoy venía acompañado de Nott, Zabini y un chico del cual no sabía su nombre.
El rubio pasó por su lado y la ignoro completamente, pero cuando la castaña se dio vuelta para ver entrar a Harry y a Ron, pudo notar la mirada del rubio clavada en su espalda.

¿Qué le ocurría?

Slughorn entró al aula haciendo que todos se sentarán. Los Gryffindor se sentaron con Macmillen y los demás se sentaron con sus respectivas casas.
Hermione y sus amigos se sentaron delante del caldero que la castaña minutos antes había intentado oler. Se dio cuenta de que los maravillosos olores provenían de una poción de amor, de Amortentia.

-¿Alguno me puede decir cual es la poción que se encuentra allí?-preguntó el profesor a la clase.
-Es Verisaterum- respondió la castaña con orgullo al reconocer la poción.
-¡Muy bien! ¿Alguien sabe...?- preguntaba el profesor y la castaña lo interrumpió levantando la mano.
-Es poción multijugos, señor.
-¡Excelente! ¿Y esta de acá?

Hermione ya lo sabía y no perdió tiempo en responder.
Mientras le explicaba al profesor que los olores que provenían de la poción eran diferentes según cada persona y según los olores que más les gustaran.

-Yo, por ejemplo, huelo... Césped recién cortado, pergamino nuevo... - la castaña se detuvo.

Huelo pasta de dientes de Ron... También a menta... ¡Malfoy! ¡Ese olor a menta es de Malfoy!

El profesor dijo algo que la castaña no escucho por estar en sus pensamientos. Rondando en esos olores tan diferentes como de las personas que los llevaban.

Hermione se puso colorada y su color prevaleció al enterarse de que su amigo Harry le había dicho al profesor que era una de las mejores alumnas.

El tema de la clase de hoy era crear una poción de filtro de muerte para poder ganar una botella de Félix felices, la poción de suerte liquida.
La castaña se puso manos a la obra, pero sólo logró obtener un asentimiento de aprobación por parte del profesor y un pelo, que ya de por sí era alborotado, esponjoso y revoltoso. Podía jurar que si ella intentaba arreglar su pelo con la mano, la perdería.
Quién ganó la botella fue Harry, y nadie entendía cómo había logrado para que quedara tan perfecta. Su amigo no era uno de los que se destacaban en pociones.

Draco
Draco se encaminaba hacia pociones con Nott y Zabini. En la puerta se encontró con otro Slytherin, del cual no sabía su nombre ni le interesaba.
Entraron y encontraron a algunos Ravenclaw, un Hufflepuff y a Granger.
El rubio pasó por al lado de Granger ignorandola completamente, pero pudo notar un intenso olor a canela y a tierra mojada cuando pasó cerca de ella.
El rubio no entendía porque su olor favorito estaba mezclado con el olor de Granger.
La mirada de Draco se clavo en la espalda de la chica, que se había girado a ver a sus amigos entrar al salón, intentando entender de donde venía aquel olor.
El profesor Slughorn entró al aula y todos se sentaron.

-¿Alguno me puede decir cual es la poción que se encuentra allí?-preguntó el profesor a la clase, señalando el caldero delante de él. Este sabía cuál era la poción, pero Granger se adelantó a contestar.
-Es Verisaterum.

Cuando el profesor volvió a preguntar por el siguiente caldero, Draco, dejó de prestar atención. Llegado el último caldero el rubio por fin entendió de donde venían los olores que el había notado. La poción era Amortentia, una poción de amor que contenía los olores más preciados de cada uno.
A Draco le parecía extraño que el olor de la castaña fuera parte de sus favoritos, no porque sus sentimientos hayan cambiado, sino porque nunca creyó que quería a alguien a tal punto de que su olor fuera su favorito.
Ese olor le trasmitía calidez y amor, y sobre todo lo tranquilizaba haciéndolo olvidar de todo.
La confesión de los olores que la castaña percibía hicieron que el rubio volviera de sus pensamientos.

-Yo huelo césped recién cortado, pergamino nuevo... - Granger dejo de hablar de pronto poniéndose colorada rápidamente.

Draco accionó rápidamente metiéndose en los pensamientos de la castaña. Quería saber lo que tanto la avergonzada.

Huelo la pasta de dientes de Ron... También... (pensamiento de Granger).

Draco no siguió escuchando los pensamientos, ya había tenido suficiente.

¿Weasley? ¿De verdad? ¡¿Esa comadreja?!

Slughorn siguió explicando: probablemente sea la poción más poderosa y peligrosa de este salón. El amor puede convertirse en una obsesión.

Draco rió. Pero la última frase del profesor lo hizo quedarse pensando.

Y si Granger no era más que una obsesión...

Al final del día Potter había ganado la poción que le serviría a Draco para tener suerte en la misión que le encomendó el señor tenebroso.
Ahora no le quedaría de otra que hacerlo por cuenta propia y a la suerte de la vida.

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Hola! Perdón que estuve desaparecida. Me fui de vacaciones y no pude subir el capitulo.
Espero que les guste. Ya saben voten y comenten!
Saludos de una fanática de Dramione!
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