Love Me Again ||| [RSxT/N]

•⇨XXVIII⇦•

—Reiji... adónde vas? Digo...si se puede saber
El azabache se da media vuelta y me mira, dibuja una sonrisa en su rostro y se acerca a mi. Toma mis manos y besa ambas para luego dejar un corto beso en mis labios y otro en la frente.
—No puedo decirte pero vendré rápido...unas cuántas horas y vuelvo, te lo prometo —dibujo una falsa sonrisa en mi rostro y asiento, él toma mis mejillas entre sus manos y vuelve a besarme
Se aleja de mi y camina en dirección a la puerta, la abre y antes de salir me regala una sonrisa. Reiji ha estado saliendo muy seguido y me preocupa que esté metido en algún problema o...me esté engañando ¡carajo! No puedo pensar eso ¿qué clase de confianza le estaría dando si pienso esas cosas?. Lo que Reiji esté haciendo debe de ser algo bueno o quizás esté arreglando alguna situación con respecto a lo que sucederá el día de su cumpleaños, después de todo solo faltan tres días para la fecha.
Talvez le pueda preguntar a alguno de los chicos, alguno debe saber algo y a nadie le hara daño que yo sepa una que otra cosa, no habrá daño.
—Oye, ore-baka —digo entrando en la habitación de Ayato, él me mira con el ceño fruncido —tienes idea de donde anda el otaku de las vajillas
—Si... pero no te lo puedo decir —arqueo las cejas y me acerco a él de manera amenazante, me lanzo sobre su cuerpo y golpeo suavemente su frente haciendo que suelte varias risas
—Si no me dices, te vas a arrepentir demasiado
—Vaya! Que bien te conoce tu novio —suelta una sonrisa de medio lado —Reiji no le quizo decir a nadie donde iría, dijo que tu eras demasiado curiosa e ibas a preguntar y nos ibas a amenazar y molestar hasta que te dijéramos y la verdad no quiero llegar hasta eso
—Entonces no tienes ni idea de dónde está? —él niega —y yo debería creerte —asiente varias veces
—No te molestes en preguntarle a los demás, te prometo que nadie sabe, ni siquiera Subaru pero a nadie le parece extraño porque Reiji es demasiado reservado, solo a ti te parece misterioso porque suele contarte todo sobre él
—Bien, te creeré pero hay de ti que estés mintiendo
—No puedo creer que estés amenazando a un vampiro, eres ruda ¿como hace Reiji para lidiar contigo? Si su idea de una dama es alguién delicada y que no mata ni una mosca —me encojo de hombros y salgo de la habitación