La puerta se abrió ante ellos, mostrando a una feliz Emma.
— ¡Qué bueno que ya llegaron!- les dijo Emma viendo a ambos hermanos. —Alex está redactando el escrito, y dan está haciendo una especie de maqueta.
—soy Perseo.-dijo Matt viéndola a sus hermosos ojos.
—lo se... tu no fuiste hoy a clases de biología. -le contesto Emma analizándolo de pies a cabeza. —porque no vas y ayudas a mi primo, está en la biblioteca, camina por el pasillo, no te perderás, hay un cartel que dice biblioteca.
—sí, claro.- contesto Matt suavemente.
—Tú y yo.- se dirigió esta vez a Amelia. —vamos a hacer los carteles para pegarlos en la escuela, e informales sobre nuestra investigación.
Su casa era grande, de las paredes estaban colgados retratos de diferentes personas con aire poderoso, por los pasillos en los cuales ellos caminaban eran gigantes.
Ambas chicas se adentraron a una habitación que decía "biblioteca", en la cual se podrían apreciar a los chicos trabajando.
— ¡Chica nerd!- la saludo Alex, llamando su atención y dándole una sonrisa.
—Indeseable.- le contesto, pero igual él tenía una sonrisa en su rostro, él se acercó a ella y en su oído le susurro:
—se quién eres Amelia, yo no soy tonto ni nada parecido... pero guardare tu secreto. - dicho esto le guiño el ojo cuando se alejó de ella, y volvió a su lugar para seguir trabajando.
El paso del tiempo fue rápido, el ambiente era tranquilo, y el avance del tiempo fue lento, pero a pesar de todo, Amelia se sentía incomoda estando en la misma habitación que Alex, el chico al cual le había dado confianza desde el primer momento en el que lo vio, y fue lo suficientemente tonta para decirle su nombre... pero había algo en sus ojos que le decía que podía confiar en él.
— ¡Basta!- grito Alex. — ya me canse la vista con tantas horas ocupando esta computadora, y mi trasero me duele demasiado.
—bro, no seas dramático.- replico Matt. — solo llevamos aquí dos horas.
La puerta de la habitación se abrió, dejando ver a un hombre de la tercera edad, con una corta barba blanca y no tan alto, pero eso no quería decir que era de escasa estatura.
— ¿está todo bien?- pregunto el hombre amablemente, pero su cara palideció cuando vio a los mellizos y a Alex. — Había escuchado gritos y... no puedo creer que ustedes estén aquí tan rápido, ¿Por qué no me avisaron que los mellizos Méndez estaban aquí? - cuando el hombre menciono el apellido de los mellizos, ellos palidecieron sorprendidos de que aquel hombre que acababan de conocer supieran quieres eran ellos.
¿Acaso Alex le dijo?, ¿acaso Alex era un secuestrador, y el señor que tenía enfrente era su jefe?
Pero si se lo hubiera dicho no se le hubiera iluminado el rostro ¿no? Aunque se le pudo haber iluminado porque pensó que con nosotros obtendría dinero, aunque su rostro mostraba esperanza.
—No tenemos dinero.- dijo Amelia rápidamente por el miedo que tenía, causando la risa del señor.
—abuelo... ellos son Amber y Perseo Flores.- informo Dan.
— ¡No!- dijo viéndolos, con esperanza en sus ojos. —ellos son Matt y Amelia Méndez, sus padres son verónica y Fabián Méndez.
—Como no me di cuenta.- susurro Emma. — Sus ojos muestran la muerte... como tú lo dijiste.- dijo viendo los ojos de su amiga. — los tuve ante mí y no me di cuenta.
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#1.0 El Torneo de los Planetas. De la saga: El Don de la Muerte.® (En Proceso).
FantasíaSinopsis: ¿Qué harías si tu vida cambiara de un día a otro? Ellos eran personas aparentemente normales. El secreto de sus padres se conocerá, y sus vidas en peligro podrán. Todos los secretos se descubren, no lo olvides. Si eres uno de nosotros... ¡...