Octubre le dio paso a noviembre, y Amelia ya controlaba gran mayoría de su poder básico, a cambio Alex aun no tenía idea de su poder.
Todos pensarían que por convivir con su abuela eso le aseguraba poder y dominación total.
Pero no.
Las cosas no eran así para él, él era una especie de ama de llaves, y consigo también llevaba horas de estudio en casa, sabia de la historia de su familia, de sus poderes, pero no sabía si él contaba con algo especial. En este punto él ya pensaba que era como Emma, alguien de sangre pura, pero sin gota de poder.
— ¿Dónde está Alex? - pregunto el profesor.
—estaba jugando con el agua.- contesto un despreocupado Matt. — es un buen chico, cargo mi celular con solo meter un dedo en un café, lo sé es raro, pero ¿Qué se puede hacer ahora?
—Miren lo que hice.-dijo entrando un Alex muy emocionado, y con una figura de un cisne hecha de agua. — ¿sabían que puedo hacer esto? Matt cuéntales lo de tu celular.
—Ya les conté. - respondió Matt viendo la figura que traía su amigo. — ¿enserio tú la hiciste? ¿Cómo?
—Fácil.- hablo sonriente Alex. — metí mi manita en el agua, pensé en la figura que quería y ¡listo! Cuando la vi, tenía la figura hecha en mi mano.
—Electricidad y agua.- susurro Beto.
— ¿Qué? -gritaron-preguntaron las chicas que acababan de llegar, pues lograron escuchar lo que dijo el profesor.
—Alex es como un medio de transporte de moléculas, el calor del café lo convirtió en electricidad, a lo que refiero, sin electricidad ¿Cómo cargas tu celular?- empezó el profesor. — y lo del agua es otro caso.
— ¡Wow! - hablaron todos al mismo tiempo.
—Eso no es todo.- continuo el profesor. — como vimos, puede controlar el agua. Pero volviendo a lo de la electricidad, estoy seguro de que puedes lanzar "rayitos" con tus dedos o algo similar.
— ¿Enserio?- hablo sorprendido Alex.
—sí.
Por primera vez Alex, se sentía orgulloso de él, de algo que pueda hacer el, de algo que el solo pudo hacer. Se sentía especial, a pesar de que ya lo era, la cosa era que nunca lo supo.
—mira Amelia soy más poderoso que tú. - hablo con una sonrisa radiante Alex y de un modo tan infantil que podía derretir de ternura a cualquiera.
—En tus sueños Alex.- le contesto Amelia
—Sí, mejor ve a dormir, para que así puedas soñar conmigo.-dijo, dejando a Amelia sin algún comentario para defenderse. — ¡HASTA TE QUITO EL HABLA!
—ojalá tuviera un visión tuya.- susurro Amelia fastidiada.
— ¡VEZ! Hasta en tus visiones me quieres.
—pero cuando estés tres metros bajo tierra, eso sí me haría muy feliz.
—Llorarías por mí. - <<tal vez moriría, o evitaría tu muerte>> pensó Amelia.
Actualmente la relación de ellos dos era un poco complicada para Amelia, ya que no sabía si quería proporcionarle un buen golpe en su cara de modelo, o si deseaba abrazarlo por la ternura que este le daba.
—Yo apuesto $50.00 por mi hermana. - escucharon hablar a Matt.
—Yo apuesto por Alex.- replico Dan.
—yo apuesto a que se terminan besando.- agrego una muy sonriente Emma.
— ¿Qué?- gritaron sorprendidos los chicos que estaban situados a su lado, ambos chicos lo habían dicho con unos notorios celos. En Matt se podía entender, pues porque era su hermana, pero hasta Dan se sorprendió por su tono de voz, ¿Por qué sintió celos, si solo era su amiga?
—así pasa en las películas de adolescentes pubertos hormonales, no es mi culpa que quiera verlo en la vida real.- se defendió Emma.
<< yo podía hacerte vivir un momento así>> pensó Matt, avergonzado por tener ese tipo de pensamientos hacia la prima, casi hermana de su mejor amigo.
—Yo no huelo a cuñado. - dijo volviendo al tema, a pesar de que empezaba a sentir cariño hacia Alex (su nuevo amigo), lo quería, pero lo más lejos posible de su hermanita.
—Y no creo que llegues a ser cuñado alguna vez.-le informo Emma. — matarías al primer chico que se le acerque a tu hermanita, si así le haces a ella, no me quiero ni imaginar cómo le harías a tu esposa e hijas, y eso si te llegaras a casar, pues con esos celos...
—claro que me casare.- contesto un indignado Matt. — ¿y estas intentando decir que soy celoso?
—No lo estoy intentando decir, lo estoy afirmando. - dijo Emma muy cerca de él, y con una sonrisa traviesa.
—Terminaran casados.-escucharon hablar a Amelia.
—Y con hijos.- continuo Alex.
—Muchos hijos.- Concluyo Dan. — vamos a ser tíos muy jóvenes.
— ¿De qué lado estas Dan?
—Yo solo estoy en busca de la verdad.- le contesto sonrientemente a su amigo.
— ¿Y ustedes cuando dejaron de pelear?- pregunto Emma. — ¿Quién gano? ¿Se besaron?
— ¡NO!- contestaron Amelia y Alex al mismo tiempo, asustados ante la idea.
—dejaron de pelear cuando ustedes empezaron.- informo Dan. —y nadie gano, y no hubo ningún beso.
— ¿Ya dejaron de pelear?- pregunto el profesor dejando de lado su libro y parándose de su asiento. — ¿puedo seguir hablando? ¿Puedo darles información importante ya?
—disculpe las interrupciones profesor, no era nuestra intención.- hablo Amelia avergonzada.
—Eso no importa ahora, el torneo de los planetas es mañana.-informo el profesor, claramente con nerviosismo. — ahora, vallan a probarse los uniformes que hizo la madre de los mellizos, con ayuda de Emma.
—Rayos.- susurro el último mencionado.
— ¿Por qué nosotros tenemos que participar? - cuestiono Alex.
—porque no sabemos cuántas personas como ustedes hay, desde hace años que se perdió el rastro de gran parte de los habitantes de la comunidad mágica, ustedes son de los pocos que sigue vivos o que saben lo que son. -informo el profesor. —antes se elegían al azar, en una urna se ponían a los que deseaban participar, se anotaba el nombre, la sangre/raza, y de donde eran, era un gran método para conocer nuevos aliados.
Al concluir eso los chicos salieron de la biblioteca, emocionados y sorprendidos de que el torneo estuviera tan cerca.
Pero alguien no estaba tan feliz como los demás.
Y esa era Emma.
Ella no estaba tan emocionada y feliz, estaba nerviosa y con miedo.
Mucho miedo.
Además ¿Por qué iba a ir ella? Si no tenían ninguno poder.
—voy a hablar con el abuelo, ahorita vengo.- informo Emma.
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#1.0 El Torneo de los Planetas. De la saga: El Don de la Muerte.® (En Proceso).
FantasiSinopsis: ¿Qué harías si tu vida cambiara de un día a otro? Ellos eran personas aparentemente normales. El secreto de sus padres se conocerá, y sus vidas en peligro podrán. Todos los secretos se descubren, no lo olvides. Si eres uno de nosotros... ¡...