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Parezco una estúpida enamorada de un chico que vive a kilómetros lejos de mi. Dios ayuda a que mi sonrisa no se vea como la de una chica de catorce años cuando recibe un mensaje de su novio.
El dia estaba hermoso. El sol brillaba y era el dia ideal para ir a nadar. Pero decidí quedarme en casa para hablar con Justin. Escuchar su voz otra vez, contemplar su sonrisa …. Ya cálmate Jones!
Después de haberme inscrito en la universidd lo único que hice fue dirigirme directamente a mi casa. Mi sonrisa no desaparecia por nada y por un momento pense que más tarde me dolerian las mejillas por haber sonreído tanto.
Al llegar a mi casa solté mi bolso al lado de la puerta y escuche como la laptop sonaba. Justin me llamaba. Corrí hasta la habitación, le sonreí al espejo tome un respiro para tranquilizarme y acepte su llamada. Mi sonrisa desapareció al ver como Justin arrojaba todos los libros y objetos de su escritorio. El verlo hacer trozos aquel espejo con su puño me levantaron los nervios. No sabía si hablar o quedarme callada hasta que el notara que no estaba solo. ¿ Que le pasa? ¿ Por qué esta tan enojado?
El se veía acabado sentado en el suelo sin hacer nada. Su habitación estaba oscura, solo la luz de la luna aclaraba su sombra en la pared. Algo grave le pasa, tengo que ayudarlo … pero no se como.
De repente sonó mi celular y noté como Justin se levanto rápidamente del suelo. Apague mi celular y espere a que el hablara.
"JB"
― _______ ― Dije tomando la laptop con las manos aún sangradas. ¡ MIERDA! de seguro esta pensando que soy un maldito psicópata. ¿ Quien la llamó por skype?
― No debí mirar todo esto. Lo siento, pero es que vi como me llamabas y pense que … ― dijo tratando de recuperar el aire. Jazzy la llamo. Lo sabia.
― L-lo siento mucho _____.- tartamudé
― No. Yo … no tienes porqué disculparte. Yo debí irme y no haber visto nada. ¿Me vas a contar qué te pasa?
― Estoy bien, solo algo enojado ― respondí ― en serio lo lamento, no debiste haber mirado todo eso y bien entenderé si ya no quieres hablarme mas porque quizas pensaras que soy un psicópata agresivo ― dije algo serio. Por favor dime que nuestra amistad no acaba aquí.
― Psicópata agresivo? Hm… no creo que seas eso, pero pienso que eres más un “Mago agresivo” ― río con una leve sonrisa imitando las comillas.
― Okay, entonces soy un mago agresivo ― intenté sonreír pero no funcionó.
― ¿Sabes que puedes contar conmigo verdad? ― su voz se escuchaba confiable sus ojos querían hipnotizarme.
― Si ― pronuncié concentrado en sus ojos, recordando los de Amanda.
― Me esperas cinco minutos tengo que lavar mis manos ― dije entrando al baño.
Al Cerrar la puerta y presione el interruptor del bombillo. Aquella luz blanca comenzó a brillar. ¿Qué diablos haces? ― decían esas voces nombradas conciencia, mientras lavaba mis manos. Cada movimiento me producía dolor ya que tenía algunos pedazos de vidrios clavados.
― Mierda ― susurre con algo de dolor. Con cuidado intenté continuar secándolas, pero los trozos de vidrios de uno a dos centímetros enterrados en mi piel no me permitían hacer mucho.
― Justin ― escuché la voz aguda de Jazzy ― ¿Puedo entrar? ― pregunto sabiendo yo que no importaría lo que dijera, ella iba a entrar de todas maneras.