El continuaba besando mis labios hasta que por un momento tuve que alejarme ya que debía tomar aire. Mi frente sintió la suya y ambos nos mirábamos a los ojos y sonreímos. Juré que nunca besaría a nadie debajo de la lluvia ya que por un lado es algo pegajoso y no muy romántico, pero Justin me hizo cambiar mi opinión y romper mi juramento. Definitivamente ese fue el mejor beso de toda mi vida.
― Eres un idiota ― sonreía mientras enlazaba mis manos con las suyas.
― Si, soy un idiota que ama besarte ―sonrió.
― Te odio ― le di un beso cortante.
― Yo te odio mas ― me acercaba mas a el.
― Hablo en serio.
― Yo no ― me beso ― te besaré hasta que no puedas respirar más.
― Pues te recomiendo que pares, no puedo respirar.
― Hay mucha naturaleza a tu alrededor para que no puedas respirar. Arboles, lluvia ... tu.
― Muchas veces no entiendo lo que dices ― pause ― ¿ sabes?
― Estoy nervioso ― sonrió ― estoy feliz de tenerte por fin a mi lado ― junto su frente con la mía. lentamente tomó ambas manos y las enlazo con las suyas haciendo que me acercara mas a el para sujetar suavemente mi mentón y besarme. Sus labios sí que eran deseables, eran dulce. Sus besos eran únicos y mis ganas de besarlo eran enormes e incontrolables.
― Será mejor que entremos, la tormenta será larga ― rei mientras sujetaba su mano derecha y caminamos a la universidad.
― Lo siento por interrumpir tus clases ― me guiño el ojo. Su cabello lucía hermoso así de mojado y alborotado.
― No, no te preocupes. Solo me costara un ensayo de veinte hojas y bien quizás algunas exposiciones y un par de exámenes ― solté una risa jugona.
― Te ayudaré, lo prometo
― No prometas Justin ― lo mire algo seria. No me gustaba cuando me prometía cosas, nunca sabia cuando el destino quería jugarme un juego pesado.
― ¿Por qué no?
― Solo no lo hagas ― solté su mano.
― Piensas que no podré cumplirla ― dudo.
― Bien, creo que si. Eso pienso ― abrí la puerta.
― Haber ― soltó su maleta y la dejó caer al suelo como lo había hecho ya unas cuatro veces ― me cogió por la cintura y me acorralo pegándome a la pared y poniendo ambas manos en la pared. Sus músculos me desconcentraban y el me obligaba a mirarlo a los ojos. Esos ojos mieles a los cuales no podía negarle nada y menos ahora que no los observó por cámara si no que los tengo en mi frente como tanto lo desee.
― ¿ Donde estoy? ― pregunto serio
― Hm. Eres tonto o te estas haciendo el estúpido ― reí, pero luego lo miré y noté que no bromeaba ― estas aquí en Nueva York.
― ¿ Y por qué ?
― Te gusta pasear en la lluvia ― dije inocentemente muriéndome de la risa por dentro.
― ____ no bromeo ― hablo evitando perder su papel de chico serio.
― En realidad no se porque estas aquí ― respondí.
El me miro y sonrió a medias para besarme y esta vez no lentamente si no que este beso era mas apasionado mas ... real si se me permite describirlo así. El tenia sus manos en mi cintura y yo solo sentía como fuegos artificiales explotan en mi estomago, me sentía así de igual como cuando hay muchas palomas en el parque y un niño corre espantando las a todas. Esas mariposas salieron, volaron, están libres y eso solo significa una cosa. Ya no puedo ocultar con nada el amor que siento por él, NO PUEDO y bueno no me molestaba mucho ya que en realidad no quería hacerlo. Justin Bieber me has enamorado como nunca nadie logro hacerlo hasta que llegaste tu.
― Te amo ____, no te imaginas lo mucho que te amo. Y quiero escuchar tu voz pronunciando estas mismas palabras. Es más, puedes robar mis frases si quieres ― sonrió a medias ― solo dime que sientes por mi.
― Hm. No robaré tus frases, soy demasiado original ― solté una risa leve mordiendo mis labios.
― Nunca me escuchas ― sonrió ― ¿cierto?
― No ― mordí mis labios otra vez provocando que el también lo hiciera.
― Eres buena ― dijo en un tono algo “perverso” ― hablo en serio.
― Bien, responderé tu pregunta. Pero antes de hacerlo necesito cambiarme ― temblé, no aguantaba la ropa mojada en mi piel y de seguro que él tampoco. Ambos observamos sus maletas para luego mirarnos el uno al otro.
― ¿Donde esta el baño?
― NOOO. Ni en tus sueños entrare al baño contigo Bieber ― bromee.
― Si, lo se ― me alzó por los pies para cargarme ― soy demasiado sexy.
― ¡Bajame! ― gritaba entre risas ― No estoy bromeando ― reí
― ¿ Y si te dejo caer? ― dijo soltándome para luego sostenerme otra vez en tus brazos.
― ¡Suéltame ya Drew!
“JB”
― ¡Sueltame ya Drew!
Al escuchar como pronunciaba mi nombre recordé a Amanda otra vez. ¿Por qué y ahora? Necesito aprender a controlar mis pensamientos. No puedo pensar en Amanda cuando esto y con ______, No puedo. Sera mejor hablar con ______ y desahogarme con ella. Ella es mi novia, la chica que amo, la chica que me hace feliz. Tengo que ser sincero con ella.
― Ok, ok ― sonrei soltandola.
― Gracias ― me saco la lengua como una mi hermana cuando me gana en algo.
Ella camino coquetamente por aquel pasillo vacío y yo solo me quedaba observandola. Ella era mi chica, era mía y de nadie más y a pesar de todo lo que hemos pasado estoy seguro de que pertenecemos juntos. El uno para el otro.
― ¿Qué no vienes? ― se volteo mientras que su cabello mojado le cubría el rostro.
― Si ― respondí
Entramos a un salón, bueno era más un cuarto para los deportistas. Yo abrí mi maleta y le di uno de mis T-shirt y unas supras.
― Me gusta tu estilo ― me empujo juguetonamente
― Como le decía señorita, soy sexy ― bromee ayudando la a sacarse la camisa.
― ¿ Saldrás de aquí? ― hizo una pausa ya que estaba algo nerviosa y podía notarlo a millones de kilómetros ― ¿No?
― ¿ Quieres que salga? En realidad no me molestaría ayudarte.
― Eres un idiota ― puso una cara enojada. Pero por dentro sabia que moría de la ternura. Joder porque es tan dura conmigo? Yo soy tu idiota _____. Solo tuyo y de nadie mas.
― Bien me avisas cuando termines ― dije dirigiéndome a la puerta.
― Nadie dijo que salieras Drew ― subió su ceja derecha.