― Soy el chico más afortunado en todo este mundo.
― Digamos que si lo eres ― me beso ― ¿ Vamos?
― Ok ― tartamudee poniéndome mis Supras. Saque un saco azul y me lo puse encima de la camisa blanca.
― No voy a quitarte un ojo de encima, así que no se te ocurra coquetear ― me amenazó tomando un vaso de agua ― te ves elegante con el saco azul, los Supras blancos y la camisa blanca ― volteo sus ojos a otro lugar ― te avise luego no me digas que nunca te advertí ― dejó el vaso en la mesa.
― Tranquila babe, no voy a coquetear con nadie. Solo te digo que si tu mejor amigo quiere pasarse contigo no le quedará la cara muy limpia ― ella camino y abrió la puerta.
― No seas celoso ― bajo las escaleras.
― Bien. Veamos quien estará celosa cuando baile con otra chica ― le reté.
― Mejor cállate, ademas me importa una mierda que bailes con otras.
― Oh ¿ Enserio? ― sabía que estaba enojada, pero quería jugar un poco ― bien veamos si cambias de opinión más tarde ― el taxi se parqueó en nuestro frente y ____ subió.
― ¿ Estás enojada? ― pregunte observando cómo miraba desde la ventana.
― No.
― Babe solo bromeaba ― reí
― Tus bromas son de mal gusto.
― Lo siento ― susurre en su oreja dándole un beso en el cuello.
― ¿Estas tu enojado? ― rió dándome un codazo en las costillas.
― ¡Oh! Dios estas peor que Jazzy con su derecha. ¿Por qué debería estar enojado?
― Se que no te agrada la idea de que tenga que ir a casa de Jason. De seguro que piensas que soy la peor novia de este universo porque no le canceló a mi mejor amigo.
― Babe no. Se que tienes que asistir a esa fiesta ― hice una pausa para enlazar su mano con la mia ― si quieres que no vaya puedo quedarme afuera, no importa si llueve o caen granizos te esperare.
― ¿Crees que dejaré a mi novio afuera? Piensas muy mal de mi Justin Bieber. Nunca lo hare y si tenemos que quedar ambos debajo de los granizos lo haremos... pero juntos ― me miró
― Juntos ― murmuré besando sus dulces labios.
Con algo de ayuda de Ryan y los consejos de Jazzy organice una mesa en un restaurante a las afueras de Nueva York. Quería pasar otro hermoso momento con ella, hablarle, conocernos mejor, preguntarnos más cosas... A su lado era el chico mas feliz del mundo. Recuerdo que hace un par de semanas mi mente estaba completamente negativa, ahora es como si esa negatividad quedó en el pasado y que por fin el destino nos unía como tanto deseábamos. Estoy aquí sosteniendo su mano, besando sus labios.. haciendola feliz.
― ¿ A donde vamos? ― dudo
― Digamos que es una sorpresa.. no me preguntes por pistas.
― Fue eso de una buena manera o una mala manera?
―- Fue de buena manera ― reí tomándole fotos con mi iPhone.
― ¡Deja de tirarme fotos! ― se cubrió el rostro con ambas manos.
― Me gusta tu perfil. Deberías ser modelo ― continúe con las fotos.
― Buen chiste.. ¿me dirás para que son las fotos?
― Ya te dije, lo veras algún día ― la bese
― Bien, bien no te pregunto más ― puso los ojos en blanco ― ¡Drew!
― Yo también te amo ― respondí
“____”
No podía describir como me sentía y si alguna vez logro poder describir mis sentimientos con palabras pues comenzare a escribir un román. Su sonrisa, sus ojos, su perfil. El era perfecto. La hermosa manera en la cual formulaba sus oraciones era tan especial. Escuchar la pronunciación de cada sílaba que salía de su boca, me llevaba al paraíso que tanto quería visitar.
A la vez estaba nerviosa, algo me decía que debía hablar con Jason lo mas rápido posible para que no termine arruinándolo todo.
Quería saber a donde me llevaba y a la vez quería saber la razón por la cual mis nervios no me dejaban disfrutar el viaje en taxi con mi novio. Justin es mi novio Jason mi amigo eso significa que nada malo puede pasar, o quizas si. Tenía que hablar con Justin debía contarle como en realidad soy, mis problemas con la droga y las cosas que han pasado entre Jason y yo. Se que es pasado, pero él también fue sincero conmigo.
¿Deberia contarle, o sera mejor guardarlo en secreto?
El taxi nos dejo en medio de una zona despejada. No habían muchos autos en las carreteras y el lugar era algo oscuro. La noche caía y Justin y yo caminamos unos metros más adelante hasta llegar a aquel enorme edificio. Entramos y el mesero nos dirigió hasta el ascensor. Allí el subió con nosotros y presiono el piso número veinte. Me asombre ya que no pensaba que esto era tan alto. Mi cabeza comenzó a juntar las piezas:
1) estamos en el piso número veinte en un edificio el cual nunca he visto en mi vida 2) sorpresa 3) ¿Donde demonios estamos?
El mesero nos abrió la puerta y con una voz algo grave dijo: “Que tengan una maravillosa noche señor Bieber señora Bieber”. Yo solté una risa de felicidad y Justin abrió la puerta, la cual nos condujo a una sala oscura. De rrepente sonaron algunas canciones de piano en el fondo. Mi piel se erizo.
― ¿ Señora Bieber? ― reí
― Si, ahora te llamas _____ Bieber Jones ― me tomo por la espalda para abrazarme por detrás.
― Si claro. Seria genial si prendiéramos las luces ¿no crees? ― sonreí algo nerviosa.
― ¿Por qué? yo no le tengo miedo a la oscuridad y bien si tu tienes miedo, tranquila estoy aquí para protegerte ― me dio un suave y tibio beso en el cuello.
― ¿ Donde estamos Justin?
― Descubrelo tu misma ―