― Olvida eso ― sonrió ― solo quería decirte bueno, pedirte disculpas.
― Si claro ― imite las comillas con mis dedos.
― No, créeme sólo deseaba hablar contigo ― sus ojos castaños se encontraron con los míos tratando de formar la química más especial en toda mi vida.
― ¿Me extrañaste entonces? ― pregunté con ganas de verlo sonrojado.
― No ― se sorprendió ― Estaba aburrido ― sonrió.
¿ Es broma cierto?
― ¡Terminamos!
― ¿A qué te refieres con eso de que “terminamos”? ― dudó. Wow agregare “olvidadizo” a mi lista.
― Me tomas por un juego y me hablas cuando te aburres.
― No es cierto. Pero, ¿ esperabas que te dijera algo más? ― preguntó acomodándose la camisa blanca que lucía perfectamente planchada.
― ¡No! ― Ah Jones claro que si esperabas algo mas me recordaba mi subconsciente. Mis ojos no dejaban de contemplar su cuerpo, su cabello .. oH cuanto desearía poder masajearlo. Sus labios y sus ojos. Esto no es verdad. ¿Cómo es posible que un ser humano sea tan sexy?
Me gustaría pararme en frente de él y acomodarle la corbata para luego besarlo. Besar esos labios jugosos y rosados que tanto me provocaban.
Esta confirmado, mi corazón late por ti Justin Bieber.
― ¿Qué? ― dijo haciendo que volviera a la tierra.
― ¿Qué de qué?- quise confundir lo algo nerviosa. ¡ Dios, de seguro que me miro mientras babeaba por el! Sentí como mis mejillas cobraban ese color rojo insoportable que tanto odiaba dejar ver.
― Tus ojos no dejan de mirarme ― alzó una de sus cejas esperando una respuesta.
Si, creo que se dio cuenta.
― No te miraba. Es decir … claro que no ― temblé ― ¿Por qué el traje?- pregunté tratando de que el primer tema quedara en el olvido.
― Buen truco. Yo inventé el truco de invadir el tema cuando la situación se vuelve algo incomoda _____ ― río peinando su cabello.
¡Mierda! pense
― Tengo una reunión de trabajo ― Contestó, pronunciando la palabra “trabajo” de una manera aburrida.
― Oh que genial, te deseo suerte entonces ― le desee mientras recostaba mi cabeza en una de aquellas suaves y limpias almohadas.
― Justin creo que deberías bajar llegaremos tarde a la …
Una chica rubia entró a la habitación. Era delgada y su estatura era casi igual que la mía. Llevaba puesto un uniforme de empresaria y su cabello atado en un moño alto con un lazo de color rojo.
¿A dónde va? ¿ A bailar con las porristas? ― me burlaba.
Esta no puede ser su novia ¿o si?
― Hey ― dijo mientras lo abrazaba ― ¿vamos? ― le dio un beso en la mejilla.
¡PERRA! gritaba en mis adentros. Estoy segura de que me vio y por eso quizo ponerme celosa. Esperen … ¿dije celosa?
Yo no estoy celosa, claro que no. El no es mi novio para tener que sentir celos de esa rubia teñida.
― Ehm. Sii en cinco minutos estoy allí ― sonrió Justin ― Ah Caroline ― la miró tomando sus manos ― luces hermosa ― le guiñó el ojo izquierdo.
¡ ERES UN MALDITO IDIOTA JUSTIN BIEBER! ¡ TE ODIO! ¿ Como se te ocurre coquetearle en mi frente? osea! ¿ Por qué ella?
― Tú igual ― respiro ― Drew― continuo para luego desaparecer por la puerta.
¡Y es que esta también le llama DREW!
Tu igual Drew repetía imitando su voz a lo bajo.
Creo que tengo mejores cosas que hacer a que estar observando un romance live por internet.
― Diviertete hoy con tu novia, me voy a dormir. Y no me llames estaré ocupada ― Dije muriendo de celos cerrando el skype.
"Jb"
“Diviertete hoy con tu novia, me voy a dormir y no me llames estaré ocupada.” ¡BINGO!
Ella estaba muriendo de los celos y no somos nada en absoluto. Verla así de celosa me agradó. Jones, Jones, Jones. Voy a ganarme tu corazón mas rapido de lo que te imaginas.
Terminando de acomodar mi cabello bajé las escaleras. Estaba nervioso por la entrevista de trabajo. En realidad no creo poder estar listo para esto, pero si quiero ser independiente alguna vez, debo trabajar. No quiero tener que trabajar para mi padre y mucho menos tenerle que pedir dinero para comprarme las cosas que necesito.
Cuando llegue a la cocina observe como todos desayunaban. COn “TODOS” me refiero a:
Ryan el cual estaba vestido con su uniforme de Jeans azules y camisa blanca del internado. Mi hermana preparada y lista con su cámara en la mano y mi mamá se encontraba en frente de la estufa girando omelettes.
― ¿Por qué hay tantas personas aquí? Solo iré a una reunión ― sonreí saludando a Ryan.
― Bro, nadie dijo qué estamos aquí por ti ― se burlo ryan ― ¡Vamos atrapa las !-gritó Ryan.
― Las llaves de tu Audi ― articule asombrado.
― Es tuyo por hoy. No lo arruines ― amenazó.
― ¡Wow Bro! Gracias Ryan ― lo abraze ― Tranquilo estara como nuevo al final del dia ― sonrei bailando el DOGGIE. Estaba feliz de poder tener la oportunidad de manejar el auto de mis sueños y mas el dia en el que me presentare para trabajar en una empresa muy importante aquí en Londres.
― Justin estrujaras tu traje si sigues bailando ― sonreía mi madre.
― Bien me voy. Hasta más tarde familia ― me despedí abriendo la puerta y poniendome mis lentes de sol.
Estaba más que feliz. Conduzco un Audi, tengo una entrevista de trabajo y por último … descubrí que le gusto a ________ Jones. La suerte me acompaña estos días.
― Oye, ¿Puedes llevarme? ― Preguntó Caroline arrimandose al auto.
― Si claro, ¿A dónde? ― le abrí la puerta . Tenia tanto tiempo sin hablar con Caroline que no tenía tan solo una idea lo que estudiaba o trabajaba. No sabia si tenia novio o si aun sigue enamorada de Andrew.
― Pues a la oficina. Yo también trabajo en la misma empresa en la cual tendrás tu entrevista hoy ― se puso el cinturón y acomodo el sillón.
― ¿En Serio? ― me asombré encendiendo el auto.¡ Joder! el sonido del motor despertó mi curiosidad. Quería conducir lo más rápido posible.
― Estas enamorado del auto ― hablo Caroline mirándome.
― ¿ Enamorado? ¿ YO? me casaria con este auto si fuese legal ― bromee.
― No te creo ― soltó un carcajada ― deberíamos planear más actividades juntos …
― Si, buena idea. Tenemos muchas cosas de la que hablar. COmo por ejemplo … ¿ Tienes novio? ― Las palabras salían de mi boca antes de que pudiera detenerlas.
― ¿ Desde cuando eres tu tan …. abierto? Eras el tímido siempre ― rió.
― El ser humano cambia Caroline. Y un cambio, nunca esta mal.
― Si, pero …
― No puedo vivir en la oscuridad para siempre cuando hay tanta luz afuera ― sonreí.
― ¿ Haz leido libros? ― contestó asombrada.
― Sí ¿ Por qué?
Me había pasado dos años metido en mi habitación como un preso. Pase por una de las depresiones más largas en mi vida y según mi psicólogo una manera de matar el tiempo era leyendo ..así que, por qué no probar.
He leído libros los cuales nunca pensé que leería en mi vida. Si, he cambiado aunque no quiera admitirlo.
― Tu vocabulario es … diferente.
― Eso pasa cuando lees ― le guiñe el ojo ― entonces … ¿ Tienes novio?
― No. Estoy soltera Justin. Estoy reservando mi corazón para el indicado.
― Nunca cambias en tu lado romántico Caroline ― la miré.
― No. Y mi corazón sigue latiendo aún por la misma persona.
Al pisar el primer pie en la empresa mis ojos se extendieron como huevos fritos en el desayuno. Todos estaban vestidos con trajes perfectamente planchados. El lugar estaba bien organizado. Las hermosas y caras pinturas colgadas en las paredes le daban un toque magnífico a la recepción.
― Esperame dos minutos ― dijo caroline desapareciendo por una puerta que decia “PERSONAL”.
Los nervios se apoderaron de mi. Esto no es para mi. No estoy preparado para tener que vestir trajes y camisas bien planchadas. Esto no es lo mio. No quiero fingir estar bien cuando no lo estoy.
― Aquí estoy ― sonrió colocándose un carnet en el cuello de su chaqueta de tela azul.
― ¿Tu eres la recepcionista? ― dude.
― No. Solo soy la persona contratada para indicarle el camino hasta la oficina del señor Maynard. Si me acompaña por favor ― cambio el tono de voz intentando sonar formal. NO, no quiero trabajar aquí.
Cuando entramos al ascensor y la puerta se cerró Caroline comenzó a respirar algo aliviada.
― ¿Quieres matarme? sabes que le tengo fobia a los ascensores ― la observé como reía a carcajadas.
― Ups, olvide eso ― Escucha, no hagas estupideces, no te comportes como niño, habla las cosas en serio y sé simpático todo el tiempo. Muestra interés y tendrás el trabajo en un abrir y cerrar de ojos ― me sonrió ― Su oficina es la número quinientos sesenta y siete. Buena suerte ― me deseó dándome un beso en la comisura de mis labios.
Okay … eso fué incomodo.