5 Días

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-Yo me decido por el rosa.

-¿Sí? ¿el blanco no?

-El rosa se te ve muy bien, y creo que a papi le gustaría mucho.

Me doy la vuelta y la miro con sorpresa.

-Oh, París, por favor... -, me dirijo al armario y saco unos tacones del mismo color -, desearía que no te dieras cuenta que...

-Katy, de verdad me gustaría que tú y papá fueran novios.

Me detengo en el marco de la puerta que conecta el armario y la habitación.

-¿Qué? Paris, no digas eso.

Me siento sobre la cama y comienzo a ponerme los tacones sin dejar de mirarla.

-Lo digo en serio. Yo creo que nos haría felices a todos.

La niña me muestra su entusiasmo y yo solo me quedo de a seis.

Claro, me gustaría mucho, pero aún no ha llegado ese momento, y la verdad no quiero ilusionarme, porque Michael sólo me ha dicho que está comenzando a amarme, que es una cosa muy distinta a que ya me ama, a que tiene la idea de que yo podría ser su compañera de toda la vida.

Paris! ¡Katy!

-Creo que nos llaman para irnos.

-Baja, en un segundo los alcanzo.

La niña me hace caso y sale de la habitación, yo me peino el cabello y me aplico perfume. Me miro al espejo y decido ya salir.
Cuando salgo afuera veo que Michael sale de la limusina para dejar que entre. Me dedica una sonrisa tímida y yo se la devuelvo. Subo, Michael también sube y se enciende el motor para digirnos al Staples Center.

Al llegar, escucho una voz a lo lejos. Miro a mi alrededor y noto que los niños se encuentran bajando de la camioneta, entonces esa voz vuelve a escucharse, pero no logro entender que dice. Michael me mira, y me pregunta que si sucede algo, yo niego con la cabeza y me bajo. De nuevo escucho la voz, siento como se vuelve en un susurro, y es cuando oigo mi nombre. Miro a mi alrededor en busca de alguien quien se haya atrevido a llamarme, pero no hay nadie. Siento una mano sobre mi espalda y otra en mi mano, entonces en mi campo de visión se nubla, las piernas me fallan, y cierro los ojos por completo, sintiendo como se esfumaba la voz de Michael llamándome.

•••

-Katherine.

La voz se llena en mi cavilaciones poco a poco, pero no logro abrir mis ojos.

-Katherine, despierta, querida.

Siento una mano algo fría en mi frente, me acaricia el rostro mientras llama mi nombre. Luego de unos largos segundos abro los ojos, parpadeo por la luz blanca que se filtra en todo mi alrededor, como si aquella luz quisiera torturarme. Mi mano viaja hacia mis ojos en busca de alguna protección. Un olor a flores llega a mis fosas nasales, entonces poco a poco me quito la mano de mis ojos, y miro a mi alrededor.

Cuando logro enfocar la vista en la persona que se encuentra frente a mí con una sonrisa cálida, la sangre me hiela.

-¿U-sted? ¿q-que hace aquí?

Me enderezo con algo de torpeza.

-Oh, querida. Lamento haberte dado ese susto, y más a las personas que están sufriendo de verte desmayada sobre el sillón.

-¿Q-qué?

-Será rápido. Más vale que pongas atención a lo te diga.

Pongo una mano enfrente de mi rostro, en señal de que espere unos segundos.

-Me siento algo... aturdida.

Me convenzo a mí misma de que debo estar tranquila, y poder respirar con normalidad. Cuando lo he hecho, la anciana me mira.

-¿Por qué estoy aquí? ¿Ha pasado algo malo?

-No, querida. Para nada -, me acaricia la mano en un intento de que no me preocupe -, te he llamado desde mi guarida.

Entonces miro a mi alrededor. Es una especie de una habitación blanca con mucha luz, pero mis ojos se han acostumbrado a ello en muy poco tiempo. No hay nada, excepto en el suelo una especie de pantalla, a lo que me llena de curiosidad.

-¿Qué sucedió?

-Hice que te desmayaras para advertirle de algo.

-¿Advertirme? -. hablo con temor.

-Sí. Katherine, faltan 5 días para la supuesta fecha del fallecimiento de Michael Jackson. Más vale que lo prepares, que lo cuides más.

-Lo he estado haciendo -, hablo con rápidez -, él me prometió que ya no ha estado tomando las pastillas.

-Y es verdad -, me habla con tanta tranquilidad mientras yo siento que estoy al borde de las lágrimas -, necesitarás llevarlo lejos de sus hijos, que esté solamente contigo, a Michael le hace muy bien tu compañía, Katherine.

Siento como una gota de sudor recorre por mí espalda. De momento me alivia, pero de pronto el pánico comienza a apoderarse de mí.

-¿Debo alejarlo de sus hijos?

-Sí. Estate al pendiente de él, Katherine.

-Lo haré, lo haré con mi vida.

La anciana me acaricia la mejilla y me dedica una media sonrisa.

-Lo sé. Michael comienza a amarte, y eso lo hace sentirse tan bien, no sabes cuánto.

La felicidad lucha con el pánico. Entonces se asoma una sonrisa en mis labios y dejo que las lágrimas hagan lo suyo.

-Yo lo amo... más de lo que se imagina.

-Lo sé, querida. No te apresures. Michael no tardará en darse cuenta que eres tú, la mujer que él necesita, y también la madre para sus hijos.

Le muestro una sonrisa, entonces me da un abrazo, y dice unas cuantas palabras que no logro entender. Cierro los ojos de nuevo y siento como si estuviera bajando poco a poco.

-¡Katy!

Abro los ojos de golpe y me encuentro frente a la cara de preocupación de él. Entonces me abraza con algo de fuerza, y yo, tardo un poco en abrazarlo también.


Buenas noches 😊💜. ¿Qué tal? Espero que les esté yendo bien ésta semana, y pues nada, aquí  está el siguiente capítulo, díganme con sinceridad que les pareció, y si les gustó, voten. 💜

Soy Para Siempre  (Michael Jackson Y Katy Perry)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora