Tan Pronto

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-¿Qué hacemos, Michael?

Hablo después de varios minutos de silencio. Sólo puedo oir su respiración cerca de mi oído, su calor traspasando la tela de ésta playera blanca y los latidos de su corazón. Es la primera vez que estamos tan cerca desde que regresé del 2009, sé que teníamos la oportunidad de estar juntos de nuevo, pero no puede llegar, hacerme sentir ilusionada y después irse con ella, haciéndome sentir una hoja seca, a punto de deshacerse.

-Yo... -, se endereza y agarra mi mano -, sí me imaginé tener hijos contigo, claro que lo hice. Pero no creí que iba a ser tan pronto pero mucho menos en la situación en la que me encuentro -, hace una mueca triste -. Yo necesito saber una cosa.

-¿Qué?

-¿Tú... me sigues queriendo?

Suelto un suspiro fuerte al oír eso.

-Michael, siempre te he querido, y creo...-, me paso el nudo de la garganta -. Creo que nunca dejaré de quererte.

Me acaricia la mejilla, me observa con ternura, haciéndome sentir tan bien, pero me llega un dolor en el pecho al recordar a Kristen. Me pongo de pie como impulso.

-¿Tienes hambre? Puedo ordenar una pizza o algo así -. Hablo sin voltear atrás.

-Em, sí. ¿Quieres que me quede un rato más?

-Si... puedes.

-Sí. Kristen volverá mañana en la tarde de Canadá.

Yo sólo asiento con la cabeza. Le digo a Michael que me espere aquí, él asiente con la cabeza, me dirijo a la cocina y le pido a Olivia que llame para ordenar una pizza. Después de hacer la llamada y ordenarla, le doy las gracias y regreso a la sala.

-¿Quieres ver una película mientras esperamos?

-Me parece bien.

-Bien, entonces ven.

Sin pensarlo mucho, agarro su mano y me lo llevo a la habitación. Cierro la puerta y ambos nos sentamos en el sillón que está frente al pie de la cama. Prendo la televisión y pongo el Netflix. Después de 10 minutos de elegir que película ver, nos decidimos por una de Disney.
La puerta suena, yo me levanto y aparece Olivia con una caja de cartón. Le agradezco una vez que la agarro y que me entrega dos platos, se va de inmediato. Me siento a lado de Michael, enfrente de nosotros está la mesa de cristal, pongo la caja encima de él y los platos. Sirvo una a Michael y después a mí. Él lo toma y me lo agradece en un susurro.

Por el rabillo del ojo lo observo. Después miro el pedazo de pizza pero todavía no me atrevo a comermela. Michael permanece viendo la película y da un segundo mordisco. Suspiro lentamente y me muerdo el labio inferior al recordar nuestros momentos juntos. Siento un peso sobre el pecho, haciéndome sentir un poco miserable, y hasta cierto punto harta de esto. Lo observo de nuevo, pero ésta vez tratando de no llamar su atención, sólo quiero observarlo. Sus pestañas, sus ojos en dirección a la televisión, su piel blanca y suave.

No hay nada que no pueda hacer.

Agarro el control de la televisión y lo apago de inmediato. Michael gira la cabeza al verme.

-¿Qué pasa?

Me quedo observandolo unos segundos, entonces le quito el plato, inmediatamente me siento sobre sus piernas, poniendo las mías a los costados. Su cara muestra sorpresa y confusión. Abre la boca para decir algo, pero lo cierro con un beso. Él me corresponde de inmediato.

El beso es apasionado y desesperado. Sus manos recorren mis curvas y después mis pompas. Yo abro su camisa, trato de no desesperarme en abrirlos, pero a los pocos segundos logro romper como dos botones. Me quita la playera sin dejar de besarme y luego se aleja un poco de mí.

-Te amo tanto.

Me vuelve a besar y ésta vez me carga. Me sorprendo con la facilidad que lo hace, entonces me deja sobre la cama y se quita el saco y la camisa. Se pone encima de mí y deposita muchos besos en mi cuerpo. Sus dos manos se guían hacia el pantalón y los baja de un tirón. Eso me hace sorprender pero al final no le doy tanta importancia. Vuelve a besarme a los labios de manera desesperada y yo acaricio su nuca y su cabeza.

-Siempre te he querido -, escucho sus jadeos -. Te he extrañado tanto.

Me desabrocha el brassier y lo avienta a algún lado de la habitación. Se decide por acariciar mis pechos y yo gimo ante su contacto. Guío las manos hacia su pantalón y lo desabrocho, siento como su erección palpita y lo escucho gemir.

-Te he extrañado como un loco, Katherine.

Se aleja de mí y se quita el pantalón. Yo pongo mis rodillas sobre el colchón y me acerco a besarle. Sus manos envuelven mi espalda, hago que caiga sobre la cama y me pongo encima de él. Siento mi intimidad cerca de su miembro.

-Para ti han pasado cinco años, para mí casi dos meses.

Escucho como se ríe y me besa.

-Te voy a castigar por decirme eso.

Yo le muestro una sonrisa traviesa.

•••

-¿Qué nombre has pensado ponerle a nuestro hijo?

Me humezco los labios.

-Si es niño quería ponerle tú nombre, pero Prince y Blanket se llaman así.

-Pero podríamos agregarle un nombre antes de Michael.

-Tú puedes elegir el nombre si es niño, y si es niña yo elegiré el nombre.

Michael comienza a acariciar mi mano con la suya.

-¿Ya has pensado el nombre?

-Quiero que sea... Blair o Regina. Algo así como: Blair Michael Jackson, o Regina Michael Jackson.

-Suena bien, me agrada -. Deposita un beso tierno en mi mano.

Nos quedamos en silencio un par de segundos.

-¿Podemos meternos a bañar?-. Pregunta con una voz ronca.

-¿Los dos?

-Sí-. Suena un poco tímido.

-¿De veras me estás preguntando eso cuando tus acciones de ésta noche no han sido para nada tímidas?

Suelta una carcajada.

-Lo sé -. Se cubre la cara.

Yo quito sus manos de allí.

-Sabes que me gustó, no te averguences.

Ambos nos sonrojamos como dos tontos.

-Vamos -. Digo.

Agarro su mano y ambos nos dirigimos al baño agarrando las sábanas para tapar nuestras intimidades.

-¿Tina o regadera?

-El que quieras.

Me decido por la tina de baño, que es más grande. Abro la llave y éste comienza a llenarse de agua caliente. Preparo el agua con un jabón especial, haciendo que dé un aroma muy rico en donde estamos. Yo sólo me concentro en hacerlo, mientras Michael me está observando. Cuando la tina de baño está llena de agua caliente, respiro hondo por unos largos segundos, luego dejo caer la sábana. Me meto a la bañera y poco a poco me sumerjo en ella. Enseguida, siento a Michael detrás de mi, agarrándome la cintura con suavidad, para luego aplicarle fuerza en su brazo, haciéndome saber que tiene miedo a que me vaya, o que tal vez esto no es real.

-Katherine, mi amor... -, me susurra al oído -, déjame hacerte saber lo que ha pasado en estos 5 años donde no estuvimos tú y yo...., dame una oportunidad para demostrarte que yo de verdad te amo... -. Lo último suena ronca.



Holaaaa :")

Casi la una de la mañana, jaja. No me daba tiempo corregir éste capítulo ya hasta que lo hice apenitas. Espero de todo corazón que les haya gustado, haganmelo saber en los cometarios.

Amor y paz. ✌💜

Soy Para Siempre  (Michael Jackson Y Katy Perry)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora