Soy Para Siempre (Michael Jackson Y Katy Perry)

¿Conspiración?

Apenas si puedo poner un pie fuera de la clínica cuando un montón de paparazzis aparecen a mi alrededor.

-¡¿Usted se encuentra bien?!

-¡¿Tiene problemas de salud?!

-¡Conteste, señorita Katy Perry!

-¡¿Alguien está herido?!

-¡¿Alguien murió?!

-¡¿Está embarazada?!

Trato de mantener la cabeza abajo y camino con rápidez hacia la camioneta, mi chófer gire a la puerta y rápidamente se sube al piloto para arrancar e irnos de allí.
Al llegar a casa no me espero a que el chofer me abra, yo bajo y me voy corriendo a la casa, me meto en mi habitación y azoto la puerta.

Apenas puedo procesar lo que me dijo la doctora.

Embarazada.

Usted está embarazada.

Siento un dolor en mi cabeza y me apoyo en la pared para poder calmarme. Entonces, lloro. Quisiera no llorar, quisiera estar feliz, pero no puedo, no sabiendo que Michael está casado, que tiene esposa, que esos tres años que han pasado juntos en matrimonios han sucedido muchas cosas, y yo no puedo llegar y romperles eso. No a Michael, sino a ella. Ella lo ha de querer tanto como yo quiero a Michael, ella es su mujer, yo no. Ella lo es. Sollozo sin poder evitarlo.

No sé que hacer. Ya no lo sé...

•••

Son las 5:00 de la tarde. Ayer en la noche después de ir a la clínica no pude dormir, me siento un poco demacrada, y siento que la única solución sería hacer esa llamada.

Miro nerviosamente mi teléfono, trato de respirar una y otra vez.

-¡Maldita sea, hazlo ya!

Marco el número y lo pongo en altavoz.

-Residencia de los Jackson.

-Em, buenas tardes. ¿Me puede comunicar con el señor Jackson?

-¿De parte de quién?

-Katy Perry.

-En un momento se lo comunico.

Me espero varios segundos, comienzo a morderme las uñas, al ver lo que estoy haciendo dejo de hacerlo.

-¿Bueno?

Respiro profundamente antes de hablar.

-Michael, soy Katherine... Hola.

-Hola ¿Cómo estás? ¿todo bien? Acabo de ver la televisión que estabas saliendo de una clínica. -. Suena preocupado.

Pongo mis dedos en el puente de mi nariz. Malditos paparazzis.

-Pues no me encuentro muy bien.

-¿Qué pasa?

-Es que necesito hablar contigo.

-Sí. Por supuesto, ¿cuando?

-¿Puede ser ahorita?

-Sí, en media hora llego a tu casa.

-Gracias...-. Susurro.

-Ya voy de salida.