–Vamos Marinette ¿No me digas que aún no confías en mí? a pesar de que en todos estos años les he demostrado que ya cambie bastante no soy ese mismo controlador amargado de antes.
Dijo Gabriel muy seguro de sí mismo.–Cierto amor, además no sería mala idea que mi padre pase más tiempo con sus nietos.– Afirmó Adrien viéndome a los ojos.
–Claro que confío en usted suegro y puede que tengas razón amor, pues ya que lo ponen así esta bien, ¡Acepto!.– Respondí convencida y emocionada.
–Muy bien, excelente Marinette.– Dijo mi suegro acercándose a mí. –Entonces te informo que el nuevo curso empieza en un mes y a partir de ahora comenzaré con el papeleo y los preparativos para tu ingreso.
–¿Un mes? ¡Eso es demasiado pronto¡.–Exclame sorprendida.
–Tranquila amor yo creo que es buena idea para que pudas fortalecer tu talento lo mas pronto posible.– Respondió Adrien para animarme.
Después de una tarde llena de emociones y sorpresas al fin nos retiramos a casa, tomamos a los gemelos en brazos y los llevamos al auto pues se habían quedado dormidos mientras jugaban en el jardín.
El caminó a casa fue largo y silencioso pues ninguno de los dos dijo ni una palabra, no sé si por el hecho de aceptar el detalle de Gabriel o por todos los cambios que este traerá a nuestras vidas principalmente en lo que es el cuidado y la convencida con nuestros pequeños.
Al llegar aún en silencio subimos a los niños a su habitación y después bajamos, Adrien sólo se quedo sentado en la sala, sin decir nada y con la mirada fija en el retrato familiar que colgaba en la pared.
Yo no quise interrumpir así que fui a la cocina, me serví un té y me senté con la taza entre mis manos. Mientras veía el vapor desaparecer en el aire varios pensamientos de incertidumbre llegaron a mi mente, pues no sabía si tendría la suficiente fortaleza como para dejar a mis niños aunque sea con su abuelo.
De pronto un escalofrío me saco de mis pensamientos.
–¿En qué piensas princesa?.– Me susurraba Adrien al oído mientras sus manos bajaban hasta las mías.
–En nada, es sólo que... sólo que...– Dije en voz baja.
–Tienes miedo de alejarte de nuestros hijos.– Respondió el completamente seguro.
–He-e... ¿Cómo lo sabes?
–Por favor Marinette, te conozco mejor que a mi mismo, pero ya verás que todo resultará bien, sabes que papá adora a sus nietos y los cuidará muy bien, además tu te mereces esa gran oportunidad, es hora de que te preocupes por ti todo estará bien.– Concluyó tomando mis manos y haciéndome dejar la taza en la mesa.
–Sí tal vez tengas razón amor, ¿Pero y sus poderes, que tal si tu padre los descubre.?– Dije preocupada.
–Claro que no, tu sabes que a pesar de que los gemelos son pequeños ellos saben muy bien que no deben de mostrar sus poderes a nadie, así que no te preocupes.
–Tal vez tienes razón y estoy exagerando.– Suspire aliviada.
–Que bueno que ya esta mas tranquila señora Agreste y dígame ¿Qué ha pensado acerca de acompañar a nuestros amigos a la playa?.– Dijo Adrien estrechandome aún más fuerte y con voz provocativa.
–No lo sé señor Agreste dígame usted que elige.– Contesté
–Pues yo creo que hay que hacer ese viaje, ya es justo pasar algún tiempo en privado ¿No crees princesa?. –Dicho eso comenzó a besar mi cuello y recorrer mi cintura con sus manos.
Al mirar sus ojos ahí estaba ese brillo especial que sólo significa una cosa. lujuria incontrolable.
Sin soltarme se dió la vuelta, empujó la silla hacía atrás y colocó sus piernas a mis costados, se puso sobre mi, me tomó del cabello y comenzó a besarme apasionadamente...
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¡Hola chicos! Me tienen de vuelta con esta historia xD, lamento no haber actualizado pero apenas me di cuenta de que la escritora ya tenía ventaja con varios capitulos.
Desde ahora les aviso que cada día abra nuevo capítulo.
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Magnetismo parisino [T2] [+15]
Fanfiction[Temporada 2 de Magnetismo Felino] Adrien y Marinette comienzan una nueva vida juntos después de tantas aventuras que tuvieron como la llegada de sus dos pequeños hijos Louis y Hugo, antes de comprometerse. Ahora vivirán con la tarea de cuidar a eso...