Yo sólo sonreí picaramente en respuesta a sus palabras, pero además satisfecho por lo que había hecho, luego de un rato salí de la ducha y me vestí mientras ella terminaba de arreglarse.
–Bueno pues ya estamos listos podemos ir a cenar porque muero de hambre.– Se escucho la voz de Alya al otro de la puerta.
–Claro en un momento.
Salimos de la habitación y les pedí que me siguieran fuera de la casa.
–Bien señores ¿Qué hacemos aquí, acaso petrenden que caminemos hasta la playa?.– Cuestionó Alya mientras Marinette nos miraba curiosa.
–Claro que no damas, los traje aquí para que abordemos nuestro transporte.– Dije mientras presionaba el control remoto de la cochera para luego sacar el vehículo.
–Estás bromeando hermano, esto es genial.– Dijo Nino emocionado al observar la camioneta negra todo terreno frente a nosotros.
–Claro y lo mejor amigo es que tu vas a conducirla, claro si quieres.
–¿Bromeas? ¡Claro que quiero!.– Dicho eso abrimos las puertas y ayudamos a subir a las chicas.
El restaurante estaba a media hora de la casa así que fue un viaje rápido, al llegar nos estacionamos y ayudamos a bajar a las damas.
Al entrar descubrimos un lugar muy hermoso, natural y sencillo, decidimos sentarnos en la mesa que tenía la mejor vista hacia el mar y ordenar la especialidad del chef: cóctel de mariscos.
La cena iba bastante amena y tranquila, hacia mucho que no charlabamos así los cuatro hablando de todo, poniendo atención y riendo por tonterías como cuando éramos estudiantes.
De pronto algo llamó mi atención una extraña sensación de escalofrío me recorrió desde las piernas hasta el cuello. Justo bajo el mantel la mano de mi esposa que en un principio se poso en mi rodilla ahora iba subiendo poco a poco por mi pierna haciendo caricias muy fuertes y difíciles de ignorar.
Era obvio que esto era parte de su venganza por lo de hace un rato, no cabe duda que Marinette puede ser muy mala cuando se lo propone.
Aún en la conversación bajé una mano y traté se sujetarla pero ella se soltó y comenzó a subir aún más al punto de llegar a mi entrepierna, en ese instante ya no podía prestar atención a lo que nuestros amigos decían solo esperaba librarme de esta.
El contacto y los movimientos eran cada vez más intensos y desvanecian cada vez mas mi autocontrol y el volcán estaba a punto de estallar...
–Entonces ¿Qué opinas Adrien?–. Las palabras de Alya me sacaron del trance.
–A-ah... eeee... yo.
–¿Estás bien?.– Cuestionó Nino.
–Sí, claro.– Respondí sonrojado y acalorado, mientras Marinette solo soltaba risitas.
–Ya es tarde estoy muy cansada por el viaje creo que mejor nos vamos.– Sugirió mi esposa.
–Si me parece buena idea.– La apoyo Alya.
Sin saber que hacer tomé mi saco del respaldo de la silla y lo sujete frente a mi cintura para ponerme de pié y dirigir una mirada asesina a Marinette.
Al salir del restaurante dejamos que ellas se adelantaran a la camioneta.
–¡No lo puedo creer Adrien!– Dijo Nino a carcajadas.
–¿Qué, qué cosa? No me paso nada nada nada.– Respondí apenado y rojo como tomate.
–Por favor hermano si a leguas se nota que Marinette te... te puso... te puso contento.– hablo entre risas.
–¡Cállate o te va a oír toda la costa!
–Jaja no puedo creer que no te pudiste controlar.
–Por favor tu estarías igual así que no te burles mal amigo.– Dije molesto.
–Bueno ya esta bien calmate y vamos Ojalá que en el camino se te corte la inspiración hermano.– Dicho eso subimos al auto.
El camino a casa fue corto y silencioso, al llegar nos despedimos y fuimos a nuestras habitaciones.
Yo estaba más que dispuesto a desquitarme con Marinette por lo del restaurante, pero cuando salí del baño ella ya estaba profundamente dormida y no tenía corazón para despertarla ya que se veía tan linda no me quedo de otra mas que dormir a su lado.
°°°°°
Pequeños rayos de luz entraban por las cortinas de los ventanales e iluminaban la delicada piel de su espalda que sobre salía de las SÁBANAS, se podía ver perfectamente desde su nuca hasta terminar su espina dorsal, toda su espalda era perfecta no sólo por lo terso y bronceado de su piel sino por sus tonificados músculos.
Con los años había olvidado mirarlo tan detenidamente pero Adrien era perfecto y despertar con esa hermosa vista al lado mío era lo mejor.
Mientras mas lo miraba poco a poco me exitaba, no sé qué pero algo tenía esta casa que revivia el magnetismo que me provocaba ese gato.Mis manos comenzaron a acariciarlo lentamente y empece a besar su cuello...
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Magnetismo parisino [T2] [+15]
Fanfiction[Temporada 2 de Magnetismo Felino] Adrien y Marinette comienzan una nueva vida juntos después de tantas aventuras que tuvieron como la llegada de sus dos pequeños hijos Louis y Hugo, antes de comprometerse. Ahora vivirán con la tarea de cuidar a eso...