Capitulo 12

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Ya de regreso en París tomamos taxis separados pues Adrien  tenia que ir con mi suegro, Alya y Nino fueron a buscar a la pequeña Lina y yo a ver a mis hijos así que fui directo a la panadería.

Al llegar las luces de la panadería estaban apagadas pero las del segundo piso encendidas así que entré sin hacer ruido.

Cuando llegué a mi habitación mis padres estaban sentados en el diván con los gemelos en brazos y cara de preocupación.

–Hola ¿Qué pasa?.– Al escuchar mi voz saltaron del diván.

–Pero hija ¿Qué haces aquí y Adrien? No se suponía que llegaban hasta mañana.– Cuestionó papá sorprendido.

–Si, él está con Gabriel es que se presentó una emergencia y tuvimos que regresar hoy.

–Emergencia ¿Qué le pasó a tu suegro?.– Cuestionó mamá alarmada.

–Nada él está bien es un asunto de trabajo, bueno cambiando de tema ¿Porqué tienen esas caras, pasó algo con los niños?

En ese momento mandaron a los gemelos a jugar abajo.

–De hecho estábamos a punto de llamarte hija lo que pasa es que hace un rato cuando vino Lina a jugar con los niños y subieron aquí nosotros vimos como ellos hacían flotar a Lina para subirla ellos sólo movían sus manitas y pues pensamos que tal vez ellos podían estar akumatizados.– Dijo mamá toda preocupada.

–Eh... no ellos están bien... Pero mejor vamos a la sala y ahí les explico todo por favor.– Dije para tranquilizarlos.

Mientras bajabamos la escalera sólo una cosa pasaba por mi cabeza ¿Cómo es qué los gemelos levitaron a Lina sin tocarla?.

–Bueno hija explicanos qué pasa con nuestros nietos.

–Pues verás papá es una larga historia... sólo digamos que sus poderes no son nada malo en absoluto, cómo saben nosotros tenemos poderes gracias a los kwamis, digamos que los gemelos los heredaron de nosotros.– Traté de explicarles de la manera más simple posible.

–Pero ninguno de ustedes tiene ese tipo de poder o sí.–Preguntó mamá.

–No pero digamos que cómo ellos son una nueva generación los poderes cambian.–Al escuchar mis palabras las expresiones de mis padres cambiaron de preocupados a comprensivos.

–Menos mal hija, pero nos hubieras dicho antes de que casi le diera un infarto a tu madre.– Concluyó papá.

–Claro muy gracioso cariño.– Dijo mamá sarcástica.

Luego de toda la aclaración pasamos a tomar un café, mientras los niños veían televisión y yo les contaba lo entusiasmado que estaba su yerno por darles otro nieto. Y tal como lo esperaba ellos lo apoyaban pues la idea les hacía mucha ilusión.

En ese momento se escuchó la puerta.

–¡Querido yerno Bienvenido, eres el mejor!. Dijo papá para recibirlo.

–Adrien cariño que gusto, pero que excelente idea.– Concluyó mamá.

–Mmm... de que me perdí... y ¿porque tan lindo recibimiento?.— Cuestionó mi esposo mientras se acercaba para darme un beso y sentarse.

–Lo que pasa es que ya les conté de tu maravillosa idea.

–Ah es eso, lo vez amor no soy el único que quiere ver otro bebé corriendo por aquí, por favor piensalo nos harás muy felices a todos si aceptas.– Afirme mirándome de una manera tan tierna que casi me derrotó.

–No sé, lo voy a pensar y por cierto amor mis padres ya descubrieron los poderes de Darien y Dorian.– Mis palabras lo dejaron sorprendido y miró a mis padres con incertidumbre.

–No te preocupes Adrien ya Marinette nos explicó todo y creo que ya lo entendimos así que todo bien.

Una vez terminada nuestra conversación decidimos irnos a casa pues ya era tarde y los gemelos se habían quedado dormidos, ya en el auto noté a Adrien un poco pensativo.

–¿Qué tienes amor, estás bien?.– Cuestione.

–Sí es sólo que mi padre me dijo que mañana empezamos a ensayar para el desfile.– Dijo mas tranquilo.

–Si cielo por mi no hay problema sólo que antes del ensayo tenemos que ir a ver al maestro Fu.

–Al maestro ¿Por qué?...

Magnetismo parisino [T2] [+15]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora