Capítulo 10

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La fiesta no acabó muy tarde. Algo bueno para mi salud mental,porque ya no podía seguir por más tiempo fingiendo  sonreír, dando la impresión que estaba en un matrimonio maravilloso.
Fero me cojió de la mano y me llevó a nuestra habitación.
—¿Como puede ser que toda esta gente sea,lo que es y nadie se percate de ello?
—La gente tiene otras preocupaciones, además porque iban a pensar que están hablando con una persona que tiene miles de años y además que viene del infierno.Sería como una película de ciencia ficción.
Tenéis muchas historias antiguas sobre nosotros,pero nada demostrable.
—En eso te equivocas,existe la biblia,relatos antiguos como tu mismo acabas de decir—le insistí.
—Pero,aunque ese fuera el caso nos escondemos bien. Llevamos muchos siglos yendo y viniendo del infierno.
—¿cómo haceis para manteneros en secreto?, y porqué hacerlo,podrías reinar en todo el planeta.
—Los demonios mayores tienen la capacidad de borrar la memoria,por completo si lo desean. Los demás demonios,pueden alterarla,de forma que te hagan creer, a su voluntad y te vuelvan loco,creo que ese sería el termino.Con respecto a lo que comentabas de gobernar el planeta—indicó mientras se acercaba a mí,rapidamente y comenzaba a bajarme la cremallera del vestido—Dios también existe y estoy seguro de que si hiciera eso,abría una guerra y no es eso lo que deseo.
Ahora mismo,tengo todo lo que necesito entre mis manos.
Sé que piensas que no quiero estar contigo,por eso hay algo que te voy a confesar-puse atención,parecía algo importante.
Cuando tenías nueve años,fuiste de acampada con tus padres.Te levantaste en mitad de la noche,estaba oscuro y supongo que te perdiste...
—Sí!caminé para volver de nuevo a la tienda,pero tropece y salí rodando, casi me caigo por el precipicio.Pero entonces,un chico alto me agarró de la mano y me llevó de nuevo...—me dí la vuelta sorprendida,me había salvado la vida,de pequeña.
Siempre he estado ahí para ti,vigilando que estuvieras bien,cuidándote y cuando fuiste más mayor deseándote.
—¡Se mía,Bianca!...No hay nada en este universo que desee más que quieras estar conmigo.
Yooo...—me estaba emocionando.Sentía que de mis ojos saldría un mar de lágrimas,por lo que me había revelado y por sus palabras.
Estaba segura al cien por cien de que era verdad que le importaba,porque al cofesarme eso era más vulnerable,no era el dios del inframundo,sino mi marido.
—Entiendo que estas abrumada,Bianca.Esto ha sido muy extraño para ti y creo que no te he dado tiempo suficiente, para asimirarlo,conocernos y para que estes receptiva en cuanto a mí y a tu nueva situación.
Te voy a dejar descansar y puedes tambien revisar la casa,al fin y al cabo,también es tu casa.
No me veras si es tu deseo,no quiero presionarte. Te dejare tu tiempo,en lo que respecta a nosotros,excepto los actos obligatorios en los que se requiera la presencia de mi esposa.
Quiero que esta casa sea tu hogar.Ahora me marcho,en una semana tendremos otra reunión,asi que vendré a por ti.
Una semana!En serio no lo vería en una semana.Supongo que estará bien estar sola un tiempo,déspues de todo.No creo que el aguante-pensé.
*********
Salí todo lo rápido que podía de la habitación de Bianca.Si estaba más tiempo,admirando su cuerpo,lo que le acababa de prometer,no podría cumplirlo.
-¡Baltasar!-le llamé sonoramente
-Sí,señor
-Vigila a mi esposa,por favor.Por unos días-espero-no podré estar con ella y no quiero que se haga daño.
-Por supuesto,cuente conmigo.¿ha pasado algo?
-No,es lo que debo hacer,gracias Baltasar
*********
La casa era realmente bella. Sus habitaciones,los salones,la biblioteca...Pero lo que más me había enamorado,era su jardín.
Me levantaba todas las mañanas,desayunaba sola, me cojía un buen libro o me ponía mi bikini y tomaba el sol.
Creo que nunca había tomado tanto el sol,como lo estaba haciendo ahora,además tampoco es que antes tuviera mucho tiempo.
Ya había pasado una semana y no sabía nada de mi marido,ni siquiera lo había visto por la casa.Quién estaba comingo y me vigilaba era Baltasar,que siempre procuraba que comiera, cuando me olvidaba de hacerlo.
No lo iba a admitir delante de él,pero hechaba de menos a Lucifer,era como había dicho.
—Señorita Bianca,hoy cenará con el señor. Tiene que estar lista a las nueve en el invernadero del jardín.
—¿En el invernadero,eso te ha dicho?
—Si señora—que raro si allí son solo plantas,como vamos a cenar allí.
—Baltasar ya te dije que puedes llamarme,Bianca. Dejate de formalidades,no hace falta.
—Si,gracias señorita Bianca—ohh...es imposible este chico

Fui corriendo a mi habitación,debía prepararme. Algo bueno de estos días es que había podido revisar el armario y la cantidad indecente de ropa que tenía,la cual coloque a mi gusto. Hoy me pondría un vestido de flores,ya estábamos en pleno verano y la temperatura superaba los treinta grados,que era corto por encima de las rodillas y no tenía demasiado
escote.Algo sensual pero no demasiado,tampoco iba a intentar seducir a mi marido,el ya se calentaba solito. Marido,da igual pensado o dicho,sonaba mal en todos los sentidos,sin embargo,tenía que acostumbrarme a decirlo,así me resultaría más fácil cada vez.
Me encaminé con mis sandalias planas al invernadero.Fero ya estaba allí esperándome,vistiendo con una chaqueta de traje y unos vaqueros ceñidos,lo cual he de reconocer que le hacía tremendamente sexy.
—¡Estas hermosa esposa mía!—y me agarro de la cintura atrayéndome hacia el,para darme un beso.Pero algo paso conmigo,no sé si fue porque estaba demasiado sexy esa noche o porque en verdad lo había echado en falta,que continué el beso enredando mi lengua con la suya.Fero siguió mi besos y me apretó más contra él,mientras muestras respiraciones y nuestro corazón se aceleraba.Fue él quién tuvo que acabar el beso o sino estaba segura de que no cenaríamos.
—¡Vaya!parece que me has echado de menos. Vamos o sino no cenaremos esta noche—lo mismo que acabo de pensar.
Al lado del invernadero había una pequeña pérgola,debajo una mesa hermosa puesta a la que se accedía por uno camino de velas,se notaba que se había esmerado en prepararlo todo.
Cominos unos canapés de jamón serrano y queso,de segundo unos langostinos a la plancha.Se notaba que le gustaba comer bien y aunque yo nunca había probado los langostinos,cosa que le sorprendió,pero en mi familia a pesar de tener dinero para vivir,no nos permitíamos muchos lujos.
—Para el postre tenemos un picnic debajo de las estrellas,vamos...
Ya cerca de la casa,en medio de dos grandes árboles;había una manta en el suelo,una botella de vino y lo que parecía una copa de chocolate con nata.
—¡Dios!me encantan las copas de chocolate,bueno el chocolate en general—Lo sé,por eso esta aquí.Ya te dije que había estado contigo,te quiero Bianca de verdad—indicó mientras me acariciaba la cara.
—Pero...el día que nos casamos,tú...
—Bianca,lo siento,solo fue una mentira para que los ancianos que viste nos dejaran en paz.Yo nunca te forzaría a nada,ya lo viste.Eso no quita claro que te desee como si no hubiera un mañana,claro.
—Espera ¿en serio?.Me mentiste,como pudiste hacerme creer algo así.Te odiaba,por secuestrarme,forzarme,por aún así desearte desesperadamente y me sueltas esto...
—¿Has dicho que me deseas?...—indicó tocándome los labios.Yo solo puede asentir,mirándole a los ojos,había ganado le deseaba con toda mi alma.
Volvió a besarme,nuestras lenguas bailaban,mientras Fero comenzaba a desnudarme.Con el vestido que me había puesto no tardo mucho.Sus manos fueron al encuentro de mis pechos,lamiéndolos.Cuando yo ya estaba gimiendo,su mano bajo hacía mi sexo sin dejar de atender mis senos. Un orgasmo muy rápido me recorrió todo el cuerpo.
Ahora me tocaba a mi desnudarle.Le quité la camisa,mientras tocaba su hermoso torso definido,a continuación,los pantalones y por último él se quitó el bóxer.
—Esta será la única vez que te provocaré dolor,Bianca.Solo será un momento,lo prometo.
Y entonces se abalanzó sobre mí cuerpo y de golpe se introdujo en mí.Me dolió,pero solo un poco,se paró mientras me acostumbraba a la intrusión de su miembro dentro de mí y después comenzó a moverse. Los dos éramos como dos bailarines bailando al mismo son,arriba y abajo,hasta que alcanzamos juntos el extasis,cayendo rendidos en la manta debajo de las estrellas.

Seducida por LuciferDonde viven las historias. Descúbrelo ahora