Seducida por Lucifer

Capítulo 1

Capítulo 1

La familia Bulmirgan estuvo años tranquila, puesto que, todos sus descendientes habían sido varones.

James Bulmirgan se había arrepentido a lo largo de los años innumerables veces por el horrible trato que había aceptado y cada día iba a la iglesia como una penitencia rogándole a Dios que el diablo olvidara el trato.

El dinero no le había devuelto la felicidad que pensaba ganaría al recuperarlo y su familia moría mientras el contemplaba sus vidas que distaban de ser felices ya que habían sufrido un fracaso tras otro. Debió suponer aquella fatídica noche que el diablo nunca te da algo bueno, sino que siempre guarda un horrible truco o engaño en lo que te da. A sus ciento dos años sus peores temores se hacían realidad. Bianca, su tataranieta, era una niña hermosa de pelos rizados y negros como el carbón, sus ojos eran verdes como los mismos zafiros de las hermosas esmeraldas. Su hermosura era extraordinaria. ¿Cómo podía decirle a una niña tan buena y pura que su vida estaba destinada al infierno?

Incapaz de contar jamás su secreto, el codicioso hombre lo guardó pensando que sus plegarias serían escuchadas por Dios y sabiendo que todo el mundo lo habría tomado por un loco que necesitaba ser llevado a un manicomio urgentemente. Sin embargo, James nunca podría evitar lo inevitable. El trato está a punto de cumplirse.

La puerta de la mansión del hombre retumbó como aquella fatídica noche provocándole los mismos escalofríos. Él había vuelto.

****

Hoy era veinte de octubre con lo cual, mañana cumpliría dieciocho años. La edad a la que todos queremos llegar, pues se supone que pasamos de ser adolescentes a ser medianamente adultos.

─ ¡Bianca despierta!─ murmuró mi amiga Jane en mi oído─ el profesor Fisher volverá a castigarte en el aula de estudio.

─ ¡Vale, vale! Pero no subas la voz o si que nos oirá y entonces estaremos perdidas─ le reproché murmurando yo también.

Hacía unos días que no dormía bien por las noches. Tenía uno de esos sueños que se repetía en bucle continuamente.

Un hombre envuelto en llamas me llamaba. Su voz me atraía de una manera tan brutal que iba corría con él al fuego y lo abrazaba como si mi vida dependiera de ello. Sentía que ejercía tanto poder sobre mí que no podía resistirme ni aunque mi fuerza fuera equiparable a la de superman.

Este sería mi último año ene l colegio Haleys Union de Londres. No es que fuera mala estudiante, pero me había esforzado mucho para poder acceder a la universidad que siempre había soñado: Oxford.

Esperaba la respuesta a mi solicitud con impaciencia, pero nunca llegaba.

Sabía que mañana sería un día importante y que mi madre me tendría una gran y ostentosa fiesta preparada rodeada de todos nuestros familiares. Es mi madre y la quiero muchísimo pero normalmente exagera con todo lo que hace. Recuerdo que cuando tenía siete años invitó a todos los niños del barrio, contrato al circo de que estaba de paso por la cuidad una semana y después tuvimos que estar limpiando una semana todo el desastre de nuestro jardín. Era una madre atípica, supongo que por eso yo era más madura que las chicas de mi edad.

Me despedí de Jane que vivía una calle más antes que yo. Nuestro barrio era uno de los más lujosos. El barrio Bulmirgan, que mi propio tatarabuelo había fundado hace muchos años, era uno de barrios más conocidos de todo Londres.

Justo al doblar la esquina empezó a llover, de manera que corrí por la avenida hasta mi casa para intentar llevar rápido y así no estropearme el pelo o sino mi madre se pasaría otra hora arreglándomelo. Algo que odiaba con todas mis fuerzas y que gracias a dios solo hacía cuando era un acontecimiento importante.