Matías Fischer ©

11.- ¿Nos gustamos?

Maroon 5 - Girls Like You

***

Después de algunos besos nos separamos.

Sí, algunos.

Matías me mira atento y yo lo miro de igual forma. No sé que decir.

-Me gustas Lesly. Creo que desde que te conocí.

Oh Jesucristo.

Le gusto.

Puta madre.

-¿Y tú qué opinas? -sonríe de lado. -¿Yo te gusto? ¿Te gustó el beso?

-Y-Yo.

Me mira al parecer divertido de mi actitud.

-¿Tú?

-Yo no lo sé. Yo no lo había pensado.

-Creía ser obvio con mis sentimientos hacía ti.

-Tal vez, pero yo n-no los veía. -Además de tonta, también soy despistada.

-Puedes pensarlo Lesly, no hay prisa. Mañana lo hablamos, ¿te parece?

-Es que, quedamos en que no sería nada romántico.

-Lo sé. Lo siento, es solo que, me gustas. Con tu actitud infantil y tus dramas, así me gustas y a pesar de que apenas se esta notando tu panza; me encanta como te ves embarazada y ya amo a ese bebé que llevas dentro de ti.

¿Por qué tiene que ser tan dulce?

***

-¿En serio se te declaró? -dice Ivan sorprendido.

Después de la charla con Matías, tenía que hablar con alguien pero era de noche.

Matías simplemente puso sus cobijas y se preparo a dormir, mientras yo intente dormir en la cama, pero con todo lo que tenía en mente no lo logré.

En la mañana cuando Matías salio de la casa, lo primero que hice fue llamar a Ivan por skype y contarle todo.

-Eso creo, me dijo que le gusto, y quiere saber si él me gusta.

-¿Y? ¿Te gusta? Es un buen partido, tiene dinero.

-Y es guapo. -agrego.

-Yo digo que si te gusta.

-Realmente no estoy segura, me gusta su forma de tratarme, me gusta que sea atento y caballeroso, siempre es muy dulce y ama a mi bebé como suyo, es un muy buen partido.

-Yo digo que este arroz ya se coció. -baja y sube las cejas.

Comienzo a reír nerviosa.

-No lo sé, cuando llegue hablo con él, tengo que pensar todo esto.

-Y tienes mucho que pensar.

-¿A ti cómo te va con Yalet? -digo con una sonrisa pícara.

Iván suspira y sonríe.

-No me podría ir mejor. Es la mejor novia del mundo.

-¿Cómo? ¡¿Ya son novios?!

-Sí.

-¿Y por qué no me lo habías dicho? -hago un puchero. -Te odio.

-Yo te adoro, pero estas allá y no hemos podido hablar bien, quiero contarte muchas cosas. -sonríe.