Todos Aman A Peter Parker

(Steve x Peter)

— ¡Rogers, no le hagas nada!

Gritaba Tony desde el otro lado de la puerta que golpeaban con fuerza para que abriera. Hace unos pocos segundos el capitán había tirado al joven dentro de aquella habitación y se metió junto, dijo que iba a castigarlo lo desobedecer en una misión importante, misión que ganaron, pero de igual forma lo castigaría. Ninguno estaba de acuerdo con eso, ni siquiera Natasha, Fury o Bucky. Ellos dieron su negativa ante eso, pero a él le dio igual, ahora tenia al menor esposado en la cama, temblando y llorando de impotencia y miedo por lo que fuera a hacerle, ni su súper fuerza iba a poder ayudarlo esta vez.

— Te dije que no te metieras ahí, no me hiciste caso, niño.

— Po-por favor... No...

Su voz se oía ahogada por el llanto, su rostro parecía tan tierno con esa expresión de miedo. Empapado en lágrimas y sudor.
Con voz gruesa y autoritaria le ordenó al joven.

— Cierra la boca ¿Escuchaste? Te diré que es lo que haré contigo, y no podrás objetar en ningún momento, de otro modo el castigo será peor.

Peter asintió con la cabeza, Robert se maldijo por esposarlo si ahora debía soltarlo.
Cuando lo soltó, lo tomó de la cintura para acostarlo sobre sus piernas, el menor temía quejarse y que el castigo fuera peor o eso pensaba hasta sentir como bajaba sus pantalones, quiso enderezarse rápidamente, pero los fuertes brazos del mayor lo detuvieron a tiempo, sin dejarle ninguna escapatoria.

— ¿Qué te dije?

— No puede violarme, ¡Lo denunciaré!

— ¿Violar? ¿Quién dijo que te iba a violar? Sólo eran un par de azotes, pero gracias por la idea.

El tono de voz que usó el mayor fue lo que hizo asustar al chico, además de lo que dijo, quiso intentar alejarse nuevamente, pero de nuevo fue retenido por los brazos de Steve.

— ¡Señor Stark, ayudeme!

Gritó lo suficientemente fuerte para que los golpes en la puerta volviera aún más intensos.

— ¡Rogers, habló en serio! ¡Suelta a Peter o te irá mal!

Podía escuchar la voz de todos los vengadores ideando un plan para abrir aquella puerta de Vibranium para sacar al menor que había sido esposado otra vez, boca arriba y con una cinta cubriendo su boca. Sin perder más tiempo le quitó los pantalones y sus bóxer, estaba arrodillado sobre la cama, sosteniendo con una mano ambos tobillos del menor que se removía por el dolor del agarre.
Metió tres dedos en su boca para lubricarlos, el joven lo miraba aterrado, sabia perfectamente lo que iba a ocurrir. Él sonrió con toda la maldad que poseía después de quitar sus dedos de su boca y llevarlos al ano del joven, éste gimoteaba y soltaba sollozos que eran ahogados por la cinta.

— Me gustaría decirte que esto no dolera, pero no puedo mentir.

Peter negó con efusividad al ver como el rubio se acomodaba mejor y acercaba a sus dedos al pequeño ano que estaba contraído impidiéndole un poco el paso. Él ignoró eso y a la fuerza introdujo el dedo haciéndolo chillar de dolor al menor, sin esperar nada comenzó a mover dicho dedo, sintiendo lo apretado que estaba.
La cinta en su boca se resbalaba por la saliva y las lágrimas que soltaba, nobera gay, tampoco tenia problemas en serlo, pero si fuera por decisión propia, no como el capitán lo estaba haciendo ahora.
Lo estaba violando, no había otras palabras para describir eso. Soltó un grito ahogado por la cinta cuando un segundo dedo entró.

— Te daré una oportunidad de elegir, ¿Rudo o suave?

Peter dudó bastante, pero optó por la segunda, con su mano enseñó los dos dedos mostrando su elección. Steve sonrió dejando ver sus, por así decirlo, perfectos dientes de una manera que hasta el Wason envidiaría. El cuerpo del joven temblaba por debajo suyo, ahora tenia cuatro dedos dentro, profanando su virginal ano.

— Creo que te dolerá, mis dedos no son tan largos como mi pene.

Comentaba con burla, sacando sus dedos del interior del chico que creyó solo por unos segundos que ya se había terminado todo, pero al ver como el rubio bajaba su cierre y sacaba su pene que de chico no tenia nada. Cerró sus piernas como pudo, siendo forzado a abrirlas  por las fuertes manos del mayor que a penas ejercía un poco de su fuerza para separarlas.

— Si quieres que no sea rudo tendrás que cooperar, ¿Quedó claro?

Su pregunta sonó tan cínica que hizo temblar al joven que ya podía sentir la cinta resbalándose de su boca. Dejó de hacer fuerza con sus piernas para comenzar a cooperar, así eso terminaría pronto. Ya no se escuchaban los gritos de afuera, ahora eran máquinas de Stark para romoer o abrir esa puerta.

El grito salió primero y luego le siguió un sollozo, todo su cuerpo tembló de dolor, su cabeza se hizo hacía atrás, todo eso porque el rubio ya estaba dentro de él, buscando una posición comoda para embestir el cuerpo que gimoteaba debajo suyo. Dio una embestida fuerte y repentina como advertencia de que de quedara quieto.

— Muy grande, ¿Verdad?

Los sollozos ahogados del castaño fueron su única respuesta, dejó de sonreír para acercarse al rostro del pequeño, donde quitó la cinta de un tirón, sacando un gritó bajo.

— duele — susurró con los ojos cerrados, apretando los dientes por el dolor.

— Lo sé, siempre les duele la primera vez.

Dio otra embestida, sólo que más lenta, tomando en cuenta al pobre chico. Peter negaba sin decir nada, a quien una vez vio como su héroe ahora lo estaba destruyendo y él lo sabía, sabía que había roto toda ilusión del castaño.

Afuera de la habitación se encontraba Tony llorando de angustia, esa puerta era indestructible, solo podía abrirse desde adentro. Maldecía al idiota de Rogers, ahora Peter estaba sufriendo quien sabe qué.
Natasha se veía disgustada, sabía perfectamente lo que le hacia Steve al chico, podía escucharlo.
Clint no dejaba sentirse flechas explosivas hacia la puerta.
Banner fue alejado por Fury.
Barnes le pegaba a la pared con su brazo, tratando romperla, a pesar de que Stark le dijo que abajo de ésta también había Vibranium, esa habitación era como una caja fuerte para humanos.

— ¿Te gusta?

Preguntó al escucharlo gemir con sus embestidas, tratando de callarlos mordiéndose el labio. Peter jamás en su vida aceptaría que comenzaba a gustarle que lo estuviera violando de esa forma.