Enfermo (Starker)

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Peter siente asco, asco por su cuerpo, asco por todo su ser, por las cosas que hizo, las que piensa o imagina. Se siente abrumado por tanta culpa. Siente aberración por su persona. <<Él es un asco>> piensa mientras le daba una larga calada a su cigarrillo Marlboro mentolado, con 2 años de antigüedad. Literalmente, ese cigarrillo que se estaba fumando, sin saber fumar, tenia dos años. Había comprado el paquete, y nunca lo fumó, por eso mismo ahora, sentado sobre el inodoro, con los pantalones puestos, solo usándolo de asiento, fumó el primero de los 20 que traía la cajita negra con azul.

Comenzó a echarse culpas y decirse cuanto asco daba.

Creía tener un tatuaje en la frente que dijera 'Enfermizo' porque eso era, un enfermo. Enfermo por sentir deseo por su padre, Tony, quien si sabría lo que su hijo hacia y pensaba, lo metería a un loquero para no sacarlo jamás.

La culpa de sentir algo por él lo torturaba todas las noches, donde el insomnio se burlaba en su cara, sabiendo todo lo que pensaba.

Suelta el humo antes de dar otra calada desesperado, sus manos tiemblan de miedo, pero cree no saber porqué, tampoco quiere pensar en ello, ya tiene suficiente con torturarse así mismo con sus pensamientos.

Se recordaba masturbándose al escuchar la voz de su padre discutiendo con quien sea que estuviera detrás del teléfono.

O en esas ocasiones donde se encierra en el baño luego de que Tony saliera de bañarse, aprovechando para darle paso a sus morbos.

Apoyó sus brazos en sus piernas, encorvándose hacia adelante, teniendo cuidado de no quemarse con el cigarrillo. Y comenzó a llorar, un llanto silencioso, pero por eso mismo le lastimaba, su garganta se comenzaba a irritar cuando intentaba frenar los sollozos cerrando la boca y apretando los dientes tan fuerte como podía. Las lágrimas caían sin detenerse de sus ojos, resbalando por sus mejillas hasta su mentón y de ahí caían con forma de gota en una pequeña lluvia.

Se sentía mal, y sabia que eso estaba mal.

No dejaba de susurrar se o decirse desde su cabeza lo asqueroso y aberrante que era él.

Se enderezó lentamente, dando una última calada el cigarrillo, y en vez de escupir el humo, lo tragó. Fue algo tonto, ya que comenzó a tocar por culpa de la irritación de su garganta, veía al humo escapar desesperado mientras el pegaba manotazos para alejarlo de su rostro en lo que intentaba tapar su boca para que no se escuchara.

Respiró profundo un par de veces, necesitaba calmarse.
Tiró la colilla dentro de un papel higiénico que se aseguró de envolver bien, y lo tiró dentro del cesto, hundiéndolo con el pie. Se enderezó una última vez, tratando de sacar valor para hacer lo siguiente, sentía que lo merecía, lo veía necesario.

Se inclinó para tomar entre sus dedos la filosa navaja que le habían regalado alguna vez para defenderse. Era de aquellas navajas mariposas. Quitó la pequeña traba que tenia, y bajó ambas partes, ensanchándolas una vez que estaban abajo.
Miró el filo de aquella navaja, y lo acarició suavemente con el dedo pulgar, notando lo filosa que esta se encontraba.

Inhaló hondo, dándose cuenta que ya tenia dolor de cabeza. Y exhaló decidido.

Él se merecía esto.

No traía puesta ninguna remera, se la había quitado a penas entró al baño, así que no debía quitarse ni levantar nada.

Miró su mano una ultima vez, dándole una expresión de susto a la navaja, antes de acercarla a su estómago

Y ahí comenzó.

Hundió levemente la navaja cerca de su costilla, solo un centímetro más bajo e inició.

Ahogando un quejido, mejor dicho, un grito, de dolor, deslizó la navaja hacia abajo. La quitó para acercarla de nuevo a la punta de la herida, ahora deslizando hacia un costado, de lado izquierdo, y lo repitió con una raya al medio y otra en la punta final del primer corte

Una deforme 'E' mayúscula podía verse, desbordando sangre por las puntas donde inició los cortes, y apenas unas gotitas saliendo de entre medio.

Suspiró y continuó, ahora lo acompañaba una "N", también mayúscula

Y así siguió, la mano le temblaba, sus lágrimas no habían parado en ningún momento.

No fue sino hasta media hora después, entre quejidos y sollozos ahogado que Peter pudo por fin leer la palabra completa en su estómago.

"ENFERMO"

Sangraba, pero no demasiado.

Los cortes fueron a penas un roce con lo que él merecía.

Debía terminar de una vez, no estar jugando así.

Pero no podía..

No era tan fuerte como aparentaba..

Jamás lo fue.

Todos Aman A Peter ParkerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora