Salvala a ella (Thor x Peter)Mpreg

5.6K 385 40
                                    

Amaba el paisaje que tenía desde la habitación en la que lo tenían, podía ver el crepúsculo desde ahí. Como el sol parecía hundirse en el mar de Asgard, tiñendo el cielo de un hermoso tono naranja o morado, para luego volverlo completamente obscuro, dejando la noche bañada de estrellas, muchas formando constelaciones.

Llevaba allí desde que nació. Fue separado de su madre para ser un esclavo de Odin, padre de todo. Siendo educado como cualquier otro niño, hasta en el momento que el príncipe Thor se fijó en él de una forma que no debería.

Thor se enamoró del castaño a tal modo que se lo reclamó a su padre, retándolo a una pelea por el joven, si él resultaba ganador se quedaría con Peter y lo desposaría, en cambio, si Odin ganaba tendría que aceptar casarse con la mujer que éste eligiera para él.

Para vergüenza y temor del rubio había perdido, pero cuando Padre de todo vio la determinación de su hijo por no querer dejar ir a ese esclavo les permitió estar juntos, siempre y cuando le dieran un nieto.
Todo él mundo sabe que un hombre no se embaraza, por aquella razón, después de haberse casado, Thor emprendió un viaje en busca de algún brujo que fuera lo suficientemente poderoso para poder hacer a su pequeño fértil, así podría llevar a su primogénito y futuro príncipe de Asgard.

Llevó años buscando, intentándolo, pero no fue hasta que le suplicó de rodillas a su hermano por ayuda, quien se deleitó con verlo así de humillado. Loki lo hubiera ayudado igual, sin falta de aquella escena ya que Peter le habia caído bien, descubrió que compartían el mismo gusto por los libros.

Tardó menos de lo esperado, en ese mismo mes las enfermeras confirmaron sobre el embarazo del joven, alegrando al reino entero con dicha noticia. Celebraron una semana, todo era fiesta.

Los meses pasaron con rapidez, la barriga del castaño fue creciendo hasta parecer una gran pelota a la cual Thor amaba besar o no dejaba de hablarle, le decía que cuando naciera lo entrenaría para ser un gran guerrero como él, juntos lucharían batallas y volverían como ganadores. Peter le decía en cada oportunidad que no se haga tantas ideas de un varón, su intuición le decía que era niña.

Lo malo comenzó en el octavo mes, donde las enfermeras le advirtieron de los riesgos que habría cuando tuviera al bebé, le dijeron la poca probabilidad de vivir que tendría.

Thor, con mucho pesar y tristeza le dijo que si quería podían no tener al bebé, si eso salvaba la vida de su pequeño. Vio como el menor bajaba su cabeza y negaba, sus ojos parecían cerrados, pero permanecían abiertos, viendo el suelo como distracción, más no evitó que sus lágrimas cayeran.

— Necesito que me prometas algo — le pidió el menor, volteándolo a ver. Tomó las manos del rubio, apretándolas con desesperación.

— Haría todo lo que me pidieras, todo. — confesó llevando una mano a las mejillas del contrario, limpiando el pequeño camino de lágrimas que se había formado.

— Prometeme que si algo malo pasa en el parto.. — su voz se agudizó por el nudo en su garganta, respiró hondo para poder seguir — quiero que salves a nuestra bebé, no me elijas, yo no valgo tanto como ella..

— No, no haré eso.

Thor vio todo el dolor en los ojos de quien más amaba, también vio el miedo y el amor que sentía. Su corazón y mente estaban en una batalla, uno elegía a su amado, mienteas que el otro elegía a su bebé, él no quería elegir, solo pedía ser feliz con ambos.
Sabia que nada haría cambiar la decisión del menor, era tan testarudo como él, Peter encontraría la forma de convencer a cualquiera de que deberían salvar al bebé si algo malo ocurría.

— Salvala a ella, es lo único que te pido — juntó su frente con la del mayor, llevando ambas manos a las mejillas de éste, notando lo picosa que se encontraba por la barba que dejó crecer. Era algo que extrañaría.

— Peter, no dejaré que nada malo les pase a ninguno de los dos, ¿Escuchaste? Haré hasta lo imposible, pero verás que los tres estaremos bien, seremos feliz juntos.. Y criáremos a nuestro pequeño.

El castaño soltó una risa suave y corta por la insistencia del rubio.

— Será niña. Nuestra princesa.

Se quedaron en silencio, mirándose con todo el amor que se sentían, regalándose caricias o pequeños besos de vez en cuando. Temían que ese fuera el final de todo, que allí terminaría.

Más el día del parto llegó, el grito desgarrador que soltó el castaño les advirtió a todos que el bebé venía. Guardias y enfermeras actuaron con rapidez, preparando todo para la llegada de la nueva princesa de Asgard. Loki, al ser quien había hecho que éste embarazo fuera posible, también ayudaría, sanando y dándole fuerzas lo más que podía con su magia.

Thor fue encerrado por Odin en una celda por alterarse, había golpeado a más de 15 guardias y una enfermera, accidentalmente a está última, porque le habían impedido pasar para ver a Peter.
Estuvo encerrado hasta la noche, cuando su hermano fue a abrirle la puerta, Loki tenía una pequeña sonrisa y si no se estaba volviendo loco, también lágrimas. En aquel momento temió lo peor, tomó por los hombros a su hermano, empujándolo lejos para poder pasar.

— Está bien, ambos están bien.

Escuchó que dijo el azabache, siguió caminando, ahora con una gran sonrisa hasta que llegó a la habitación en la que se encontraba Peter, dudó solo unos segundos en pasar. Finalmente abrió la puerta, encontrando la escena más tierna que pudo haber visto jamás en su vida.

Un adormilado castaño abrazaba un pequeño bulto envuelto en sabanas blancas. Al escuchar que la puerta era abierta, Peter volteó a ver quien era, encontrándose con su amado rubio.

— tuve razón — fue lo primero que dijo el menor una vez que Thor estuvo a su lado, sentado en la cama mientras los apreciaba a ambos.

— Es hermoso, igual que tú.

Dejó un beso en la frente de Peter, otros en la mejilla y por último uno en los labios antes de acariciar la cabecita de su bebé.

— hermosa, es niña.

Thor rodó los ojos rendido, aún se encontraba algo preocupado, pero mucho más que feliz por tenerlos a ambos.

— Entonces nuestra princesa dormirá con nosotros un rato, ¿Les gusta la idea?

Vio como el menor bostezaba, y a su bebé cerrar los ojitos por el sueño, ambos estaban cansados.
En lo que sus dos razones de vivir dormían, él los observaba como si un ciego viese el mundo por primera vez. Su princesa, su castaño, lo importante es que los dos estaban bien, que nada ocurrió y que ahora podrían permanecer juntos. Hasta que venga un idiota queriendo insinuarse a su pequeña y él le mostrará su martillo con gusto. Nadie tocará a ninguno de sus amores, al menos que quieran morir a manos de su martillo.

Todos Aman A Peter ParkerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora