AZUL IV

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Las puertas del ascensor se abren y salgo sintiendome tan nervioso que a penas puedo mantener las manos quietas. Esto es peor que cuando era un adolescente. Me paro frente a la puerta de Stark y suspiro a la vez que elevo la mano para golpearla pero no me atrevo. Dios, ¿como es posible que me sienta tan avergonzado y nervioso? Ya soy adulto y esto no debería ser tan bochornoso, debería ser algo totalmente natural pero, solo de pensar en sus ojos, todo mi cuerpo se estremece.

Tomo aire y doy un par de gopes sobre la madera oscura. Dentro escucho unos pasos acercandose y cuando escucho el click de la cerradura contengo la respiración. Y ahí está. Mi hombre mirandome con tal intensidad que tengo que hacer acopio de todo mi autocontrol para no besarlo directamente.

-¿Que tal tu amigo?-Me dice torciendo el rostro con una medio sonrisa. Abre la puerta y me deja pasar.

-Bien. Solo es cansancio. Se ha esforzado demasiado estos días. Ya le dije a Urahara san que...

No puedo seguir hablando ya que Stark me gira besandome con una pasion desmedida. Sus manos me acarician el rostro a la vez que lo mantienen fijo para adentrarse en mi boca arrancandome un jadeo ahogado. Mis manos se aferran a sus cabellos y nuca y me entrego totalmente a lo que llevo deseando desde que lo vi en aquella camilla de hospital hace tantos años.

-No te imaginas cuanto he deseado tenerte así, solo para mi.

-Creo que puedo hacerme una idea.-digo entrecortado mientras nuestras manos vuelan para ir aligerandonos de ropa.

-Oh, Sou. -Sus ojos azules brillan clavados en los mios y vuelvo a besar sus labios mordiendo suavemente el inferior. El gruñido que provoco en su garganta me eriza la piel.

Stark nos mueve hasta que siento la cama pegada a la parte trasera de mis rodillas. Me dejo caer tirando de él que protesta pero se une conmigo en mi risa nerviosa. Tal vez ya no estemos para estas cosas pero ahora mismo, me siento un chiquillo enamorado que va a hacer el amor por primera vez.

Siento como el cuerpo de Stark queda acoplado al mio. Ambos desnudos de cintura para arriba y con los pantalones desabrochados. Puedo sentir su dureza contra la mia y mis manos no dejan de acariciar la tibia piel de su espalda para luego pasar sobre sus duras nalgas. Él las aprieta moviendo sus caderas contra mi cuerpo y puedo sentirlo por completo.

-Ah...-Gimo echando la cabeza hacia atras para que me bese el cuello y él lo hace sin más comunicación que la de nuestros cuerpos.

Siento como sus dientes rozan mi piel y vuelvo a emitir un gemido a la vez que alzo las caderas para facilitar que me desnude completamente. Me siento algo avergonzado pero en estos momentos, solo quiero sentirlo por completo. Lo veo a cuatro patas sobre mi pataleando para librarse de su ropa y no puedo evitar sonreir. Él me sigue y veo lo hermoso que es cuando lo hace. Alzo una mano y acaricio su rostro. Parece mucho más joven. Casi como cuando nos conocimos. Rozo con mis uñas la perilla que cubre su barbilla y no puedo evitar elevarme para morderla suavemente. Él gime ligeramente y cuando lo miro tiene sus ojos cerrados.

Al volver a tumbarme veo como su sexo está totalmente endurecido y colgando hacia el mio que no está en mejores condiciones. Me atrevo a llevar una mano hasta él y acariciar esta piel ardiente y suave. Él clava sus ojos en los mios y veo como el fuego comienza a dominarlos.

-Eres deliciosamente provocativo, Sou.

-Tu eres excitante y me haces ser diferente a como suelo ser.-Le digo sintiendo mi rostro arder.

-Eres perfecto, tal como eres, Sou. Por eso me enamoré de ti nada más verte. Por eso he seguido enamorado de ti casi treinta años despues.

-Entonces... demuestramelo...-Le susurro en los labios aumentando mis caricias.- Demuestrame cuanto me amas. Hazme tuyo, Stark. Quiero saber que te pertenezco por completo.

Caprichos del DestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora