NEGRO I

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No paro de dar vueltas en la cama hasta que siento que ya no puedo más y grito tirandome de los pelos de la cabeza.

-¡¡Aaaarrrrggggg!!

Maldito Ichigo... ¿Que coño que ha pasado para que venga a besarme así? A mi no me van esos rollos romanticos, lo mio es el sexo salvaje y sin compromiso. Un aqui te pillo, aquí te mato. Y sin embargo, aquí estoy, sin poder dejar de sentirme mal por como me miró, con las lagrimas contenidas y esa furia tras abofetearme. ¿Quien lo entiende? Primero le doy un polvazo de muerte y me echa la cruz y ahora, viene a buscarme y cuando me ofrezco a darle lo que pide me cruza la cara. En serio que no lo entiendo.

Llaman a la puerta y cuando la abro veo los ojos de Yyl mirandome con una ceja levantada y una media sonrisa que me hace imitarlo. Solo trae un yukata a medio cerrar y no tarda en abrirse cuando él tira del cinturón dejando su cuerpo totalmente expuesto.

-Estaba aburrido en mi habitación y he pensado en ti.-Yo ladeo la cabeza apoyado en la puerta y me relamo con anticipacion.

-Pues llegas en el momento justo.-Digo mostrandole mi creciente erección dentro de mis pantalones.

En cuanto entra lo giro bruscamente y lo obligo a besarme. Él jadea y se deja hacer rompiendo el beso para que yo muerda su cuello. Sus manos acarician mi espalda desnuda y se aferran a mi nuca mientras vuelvo a penetrar su boca con mi lengua de manera salvaje y violenta. Tiro de su yukata dejandolo totalmente desnudo y caemos a la cama, yo entre sus piernas. Su risa me molesta pero intento ignorarlo. Nunca antes me había molestado nada de Yyl, todo lo contrario. Como amante es ideal, se deja hacer todo lo que quiero, como quiero y cuando quiero. Y con la boca es uno de los mejores.

-Ah... Grimmjow... ah... hoy estas muy caliente...

-Callate y comeme la polla como sabes hacer.-él me mira algo sorprendido pero en seguida vuelve a reirse empujandome y desabrochandome el pantalon.

Yo permanezco de rodillas en la cama y él se pone a cuatro patas para lamer mi polla. Verlo en esa posicion tan sumisa, doblegado a mis deseos y necesidades me hace jadear. Su lengua se mueve de manera increible alrededor de mi dura carne y entierro mis dedos en sus largos cabellos para comenzar a mover mis caderas y facilitarle la mamada.

-Mmm... ah... asi... joder que bien lo... haces... ah...

Cuando llego al orgasmo me hundo aun más en su boca y me descargo sintiendo como su garganta se traga todo lo que le echo. Al incorporarse mis ojos se abren de par en par. Los ojos miel que me miran con deseo no son los de Yyl y el naranja intenso de esos cabellos poco tienen que ver con los rubios de Yyl.

-¿Que te pasa, Grimmjow?¿Acaso no te gusta como te he comido la polla?

Se acerca para besarme y yo retrocedo un poco pero él me alcanza y posa sus labios en los mios haciendome caer sobre el colchon. Cierro los ojos y siento como su lengua entra en mi boca. Lo agarro por la nuca y lo obligo a tumbarse sobre la cama conmigo encima. A pesar de llevar aun los pantalones, como están desabrochados mi polla roza la suya, dura y algo humeda y sus besos se van tornando mucho más demandantes.

-Ah... hazmelo Grimmjow... ah...-Jadea entre besos.- Follame duro...

Cuando dice eso abro los ojos y me encuentro con el rostro de Yyl totalmente encendido. Tiene las mejillas sonrojadas y los labios hinchados. Esta tan hermoso como siempre en estos momentos y sin embargo, siento como la polla comienza a bajarse. ¡No!¿Un gatillazo?¿A mi edad?

-¿Grimmy?-dice algo preocupado mirando hacia mi preciada arma.-¿Estas bien?

-¿Que si estoy bien? No, joder. ¿Como voy a estar bien?¡Se me acaba de bajar la polla!

Caprichos del DestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora