Discutir con Ulquiorra no es algo que me agrade pero lo de hacer las paces... No puedo evitar sonreir como un idiota mientras camino por las calles de Karakura.
-Veo que la vida te sonríe.
En cuanto escucho esa odiosa voz me vuelvo. En otros tiempos, escuchar a Sousuke me animaba ya que al ser los dos entes a parte de los humanos, nos hacíamos compañía y nos divertiamos gastandoles bromas inofensivas. Pero poco a poco mi amigo y creador, fue tornandose más oscuro y sus bromas rozaban la tortura o incluso llegaban a ser peligrosas. Luego, parecio aburrirse de ellos y decidió jugar con sus destinos, cosa que me afectaba directamente. Es cierto que los humanos se han ido corrompiendo y cada día que pasa pierden esa inocencia con la que los creó pero, no todos son así y muchos, la gran mayoría merecen el poder disfrutar de sus vidas y sus destinos hasta el final de sus dias.
-No gracias a ti, precisamente.-Le contesto dejandole bien claro que estoy muy molesto por lo que me ha hecho.
-Oh, ¿te has enfadado por mi pequeña broma?
-¿Broma? Un bicho en el té es una broma, una serpiente en el baño es una broma, un coche que te salpica al pasar cerca tuya y pisa un charco es una broma. Ponerle un destino a quien sabes de sobra que amo, no es precisamente una broma, Sousuke.
-Mmm así que por fin aceptas que amas a ese chico.
-Tu ya lo sabías. Lo sabes todo ¿no?
-No seas así de arisco, Kisuke. Solo es un juego.-Veo sus ojos brillantes y cargados de maldad. ¿Cuando cambio tanto sin que yo me diera cuenta?
-Mi vida no es un juego y Ulquiorra no es un juguete que puedas usar hasta romperlo.
Entonces veo como su sonrisa se borra y como se acerca hasta tomarme por el cuello de mis ropas.
-Todo en este universo es mio, la tierra es mi tablero de juego, los humanos mis peones que sacrificar y tu... solo eres un mero espectador, un alfil tal vez que intenta proteger al resto de piezas pero sin posibilidades contra quien maneja los hilos. Además, ¿quien te dio permiso para amar a nadie?
-No te saldrás con la tuya, Sousuke. Los humanos no son tan estupidos y manejables como te crees.
-¿Ah, no? Y entonces ¿como es que puedo usarlos a mi antojo?
-Te refieres a los que posees para influir en las vidas de los puros de corazón.-Él me mira friamente y siento como arruga un poco el entrecejo.- Cuando los creaste y les diste conocimiento y poder de sentir, te olvidaste de que les diste el arma más poderosa, Sousuke. El amor.
-¿El amor?-Rie soltandome de un empujón.-No me hagas reir, Kisuke. El amor es algo tan fragil que con solo poner una piedrecita en el camino se resquebraja hasta hacerse añicos.
-Pues aun no has conseguido hacer añicos el amor de varios de mis protegidos.
-Dales tiempo. Cuando ya no esten bajo tu tutela y los años pasen encontrare la fisura en el hilo que los une y conseguiré que se odien mucho más de lo que jamás se amaron.
Yo miro a Sousuke y me duele verlo así y escucharlo hablar de ese modo. Con un Dios así, ¿que futuro le espera a la humanidad?
-Y tu Ulquiorra, será uno de los que más sufrirán. Me voy a encargar personalmente de ello, Kisuke. Como deferencia a nuestra amistad.
-Maldito.
-Ah, disculpame pero acaba de llegar mi siguiente objetivo.
Cuando miro hacia donde está mirando me sorprendo al reconocer al hombre que mira Sousuke. Madara Kouga, un joven que dirije el clan yakuza Madara desde los veinte años y que ha logrado controlar la violencia y bandalismo de su zona sin necesidad de recurrir a malos habitos como sus antecesores.
![](https://img.wattpad.com/cover/175771969-288-k893541.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Caprichos del Destino
FanfictionEl Hotel Unmei, como su propio nombre indica es mucho más que un simple hotel. En él solo los elegidos por el destino podrán intentar recuperar algo que les fue arrebatado por un ser codicioso y lleno de envidias y celos. ¿Serán capaces nuestros pro...