Un candidato para catalina "TERMINADA"

CAPITULO 9| EL, NO ES UN PSICOPATA

CATALINA

De: Desconocido

¿Sabes que es la felicidad?

Bueno en realidad mas que ser una pregunta bien compleja, estoy mas que seguro acaba de tomarte por sorpresa, para cada uno de nosotros es diferente y no existen respuestas erradas solo pensamientos totalmente distintos, en mi caso dentro de mi felicidad te incluyes tu.

Mi día a veces es un asco y vengo hecho mierda de mi casa pero piso la universidad y te observo con tu moño desaliñado, esa cara de apenas haberse levantado y pinta de indigente, quizás no es la imagen mas bonita para muchos pero es lo suficiente hermosa para mi, es lo suficiente hermosa para recomponerme y hacerme feliz viéndote tan preciosa a la distancia. No te diré exactamente quien soy por ahora, sin embargo puedes tener la plena tranquilidad no soy un psicópata o asesino que quiere matarte para vender tus órganos, solo soy un chico de tercer año y ya es demasiada información por cierto, pero solo soy un muchacho que vio algo en ti que no vio en nadie mas pero que desafortunadamente contigo si se atonta al punto de averiguar tu numero y acercarme solo por este medio para no cagarme en mis pantalones. Gracias catalina por sacarme una sonrisa con algo tan simple como verte sonreír a lo lejos y peor aun, de la mano de otro.

Releo el mensaje y no sabría si asustarme o alegrarme por la extraña manera que tiene ese tal ryan de acercarse a mi, quizás no es la manera mas ortodoxa pero se gano mi atención.

Decido cambiar el nombre de aquel muchacho y lo guardo como "Ryan, no psicópata" creo es un gran nombre para alguien que no deja de causarme desconfianza por sus métodos de acercamiento.

Abro el siguiente mensaje e intento no reírme.

De: ryan, no psicópata.

¿Que le viste a ese pequeño aborto de murciélago? Estoy segura sabes a quien me refiero

Tu eres tan.... tan..hermosa, inteligente, y el tan... insoportablemente desagradable de mirar y déjame comentarte que le queda poco en realidad, a un ser con quien no existe un adjetivo lo suficiente fuerte que se adapte a su belleza no solo física sino interna.

Leo el siguiente mensaje.

Lamento lo que sucedió en la cafetería y no haber intervenido en evitar lo que te sucedió, espero estés bien y que con esto no lo aceptes mas en tu vida. Eres valiosa, lo suficiente para conocer tus limites y darte por enterada que tu amor propio esta por encima del querer que le profesas a un patán que no vale ni un minuto de tu tiempo.

Me provoca responder a este y pedirle que no se meta en mis decisiones, pero en el fondo se que lo que acaba de plasmar en aquel mensaje es en totalidad cierto, y con la razón uno no pelea.

Eres hermosa, lo suficiente para poder elegir a cualquier hombre mucho mejor que ese pendejo.

Respiro profundo y leo el ultimo mensaje.

Lamento ser tan metiche, no debería entrometerme en tu vida y mucho menos en las decisiones de tu corazón sobre con quien debes o no estar. Solo quiero que todo marche bien en tu día a día y el no destruya tu corazón, pero si un día llegara a suceder estaré cerca a ti para ayudarte a unir los pedazos sueltos de el.

Este ultimo mensaje me entristece porque mi corazón ya lo fue destruyendo a paso lento pero seguro, sin embargo a tiempo pude frenar esta terrible situación en la que me estaba sumergiendo y con un par de banditas en las heridas sanara muy pronto y volveré a ser yo. Incluso seré la de antes del accidente, la que no debió desviarse sin importar que tan fuerte se dieran las pruebas de la vida y los designios divinos.