CAPÍTULO 28|LA BALANZA

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CATALINA

— Sigo esperando Catalina —Las palabras se quedan atascadas en mi boca y parecen negarse a salir. El rostro de Liam cambia sus cejas se muestran ceñudas, sus ojos se empañan y su mandíbula se tensa. 

— Yo.. yo.

— Tu que —Refuta nuevamente el. 

— Yo lo siento —Respondo cabizbaja. 

— Todo este tiempo solo me has juzgado, he soportado todas y cada una de tus sátiras, tolere aquel día en que me abofeteaste, soporte tus desplantes; todo eso lo aguante como el hombre que soy porque te amo, sin embargo no soy tan estúpido para verte con otro y seguir esperando me perdones. Es cierto que la regue contigo, no tengo la mas remota idea cuando me disculparas de corazón, no obstante ya fue suficiente de humillaciones Catalina. Te digo algo preciosa; Si yo te lastime, tu barriste el suelo conmigo.

Liam se da la vuelta para marcharse, tardó unos segundos en reaccionar pero una voz en lo profundo de mi cerebro me hace despertar y tomarlo de su mano.

— Espera, por favor —Siento el ardor en mis ojos y no sé cuánto tiempo soportará mis ojos en no derramar lágrimas. 

— Si lo que me dirás empeorara la situacion, mejor guarda silencio. 

— Te aseguro yo quería estar sola, y estar al margen de lo que estuviera pasando adentro. Lucas apareció de la nada y en cuestión de segundos tenía sus labios pegado a los míos, pero jamás le correspondi —Los ojos de Liam recorren mi rostro y la vulnerabilidad me invade, odio sentirme tan desnuda ante alguien. 

— Te creo el hecho que ese imbécil caribonito te besara, solo tengo una duda ¿Por que no lo alejaste? —Su pregunta me lanza un golpe directo, ni siquiera se porque no lo aleje. 

— No se, es todo lo que puedo responder. Igual Liam no somos nada, no entiendo tu enojo.

— Sabes que si tienes razón, no somos nada, pero si una mujer se me hubiera acercado y hubiera hecho lo mismo, a mi me hubieras crucificado. La cuestión aquí es la balanza en la cual sin importar mis cosas buenas, para ti siempre saldrá a relucir las malas. Contrario a ti, yo si debo actuar como si fueras perfecta cuando estás lejos de serlo, y sin importar tus imperfecciones yo te amo y te acepto con todas ellas. Incluso admito que te amo, cuando a ti te cuesta hasta el decirme que sientes algo minimo por mi.

— Puedes tener razon, pero recuerda que volviste a mentirme al no contarme que fue mi mejor amiga quien dio mi número —Necesito salirme por algún lado o terminare siendo la mala del cuento. 

— Esto ya no se trata de eso Catalina, ya no importa quien me dio el número, igual seguirás enojada sin importar las cosas y yo no seré tan masoquista de estar cerca a ti y ver cómo otros hombres te besan. En este preciso instante me di cuenta de algo, somos tóxicos, excesivamente dañinos. Tu eres muy insegura y tienes muchas heridas que sanar al igual que yo, por lo que nuestros miedos solo nos destruirán y no estoy dispuesto a repetir la historia de mis padres.

— No somos ellos —Digo con voz temblorosa.

— Claro que no. Tampoco haré el esfuerzo por parecer a ellos. Espero que si mas adelante nos encontramos mejor consigo mismos y seguimos solteros esa vez si se nos de.

— ¡Liam! —El pelinegro se suelta de mi agarre y se va dejándome hecha un mar de llanto nuevamente y con la mente totalmente descolocada de ¿Que carajos sucedió?

Limpio mi rostro como siempre he hecho y vuelvo a la fiesta, busco con la mirada a mi hermano hasta que lo divisó en la mesa de los bocadillos y voy hacia el. 

Un candidato para catalina "TERMINADA" Donde viven las historias. Descúbrelo ahora