Capítulo 6: "La elfa quiere chorizo".

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Capítulo 6: "La elfa quiere chorizo".



Ya pasaron cinco días desde que inauguré esto, ahora viene poca gente, ¿se está acercando fin de mes? Hoy en particular, tengo todo vacío, no hay nadie morfando. Eso se pone muy aburrido, y encima esta pendeja de mierda pesada, no para de romperme las pelotas, si la cosa no cambia pronto, voy a reventar.

—Parece que hoy no hay nada de trabajo, ¿verdad? —pregunta ella, ¿no me digas? Todo el restaurante parrilla está vacío y esta dice semejante cosa. Me arrepiento de no haber sido un espadachín o algo de eso para agarrar una espada y cortarle la cabeza. Lo digo en serio.

—Puede ser que se esté acercando fin de mes...o que todos acá son tan mala leche que no les gustó la comida que sirvo yo. —Esa posibilidad me tiene pensando mucho, después de todo, estoy en un lugar donde todos están acostumbrados a comer sandwiches de dragón. Algo tan delicioso y único como un verdadero asado, posiblemente, sea demasiado para ellos.

—Si a la gente no le hubiera gustado lo que nosotros cocinamos, entonces ¿por qué durante la inauguración, todos comían felices e incluso, le pedían mas? Sin dudas, todos estaban encantados con nuestro menú, creo que esto se debe a que se aproxima el festival de Grotem. Una fiesta grande para celebrar la cultura de nuestro mundo. —No sé por qué, pero a mí me recuerdo a esos festejos de Pachamama. Bueno...no pensándolo bien, no se ve como algo que tenga mucha diferencia.

—Tenés razón. Entonces vamos a esperar pacientemente a que llegue alguien. —Ni bien termino de decir eso, escucho la puerta de entrada abrirse. Entró una mujer, con piernas muy altas, flaquita preciosa, de pelo amarillo, ojos verdes, y vestida con una de esas armaduras bikinis parecidas a los videojuegos que jugaba mi gurí, donde las minas iban casi sin ropa, con todo el culo y las tetas al aire. Para mejorar la vista, esas tetas eran como dos sandías bien maduritas y de marca premium, una tan hermosa que solo la encontras en una verdulería 'VIP', y encima, con cada paso de ella, daban unos saltitos encantadores. Por cierto, una de sus orejas...—. ¿¡Qué mierda es eso!?

—Disculpen, ¿está abierto? Es que me pareció que estaba demasiado vacío para un día como hoy. —La voz de esa piba, me puso la chota dura...bueno, no tanto, pero casi. Es que es imposible reaccionar de otra manera con esa vocecita de puta refinada que tiene.

—Si esto se encuentra abierto, Klin. ¿Qué deseas comer hoy? —Pará un cacho, frená el carro, detengan todo. ¿Esta pendeja de mierda conoce a esa tremenda tetona? Freixla, a partir de ahora, sos mi nueva mejor amiga.

—Es un placer verte de nuevo, Freixla. Veo que al fín consigues algo a lo que dedicarte. Por cierto, estaba con ganas de choripan, con mayonesa de sangre de sirena, ¿es posible? —Espera, ¿qué? ¿Mayonesa de sangre de sirena? ¿Eso es posible? Bien, nuevamente, este mundo de morondanga me sorprende de nuevo.

—Lamentablemente, no. Solamente tenemos una mayonesa creada por los humanos, es hecha a base de limón. Es de sabor un poco mas suave, y mucho mas delicioso, ¿qué me dices? —Aparentemente, la tetona se dejó convencer por la pendeja que me acompaña, ya que aceptó probar esa mayonesa.

—En un ratito te lo traigo. —Me fuí hasta la cámara frigorífica, y agarré una tira de chorizos. Después caminé hasta la parrilla de afuera, y empecé a prepararlos. Suerte que tenía la el fuego prendido, un trabajo menos que me aseguraría tener el chorizo listo en menos tiempo.

Ahora que lo pienso bien...que curioso es que esa mina vestida tan como puta, haya pedido comer chorizo, y teniendo en cuenta que tenemos salsa de leche para ponerle a las comidas, es mas raro que no lo quiera con eso. De todas formas, es una clienta, mientras me garpe lo que come, lo demás me chupa bien un huevo.

Por suerte, uno de los chorizos se hizo enseguida, los demás los dejo reservados por si llega alguien mas que quiera comer eso. Agarro un pan francés y, con un cuchillo, lo corto al medio para después, con una pinza de cocina, colocar el embutido dentro, quedando así el choripan. Ya con eso terminado, se lo llevo a Freixla para que ella se lo entregue a la tetona luego de agregarle la correspondiente mayonesa.

—Y con eso son veinte loxas. —comenta la pendeja de mierda, mientras entrega la comida preparada por mí, y recibe un papel azul. Ese papel, es un billete de veinte loxas, y por si no lo sabían, la loxa, es la moneda corriente de acá. La plata es importante, por eso sí que me acostumbré a eso rápido.

—Esto es delicioso, ojalá pudiéramos tener comida como esta en el reino de los elfos. La verdad es que me aburre mucho comer solamente, ensaladas y cosas sintéticas. Esto es alimento de verdad. —Una vez mas, lo hice. Una clienta satisfecha y...pará un cacho, ¿dijo del reino de los elfos? ¿Esa preciosura no es una humana? Con razón esas orejas tan raras.

Rápidamente termina de comer su choripan y ella se marcha del lugar, poniendo rumbo a su nuevo destino. A la mierda, que poético soné ahí. Carajo, nunca pensé que una persona no humana, me caería bien, y me la pusiera tan dura...eh, no dije nada, olviden eso último. Volviendo al tema, fué lindo conocer a alguien diferente. Espero volver a verla pronto y tener la oportunidad de conocer mas de ella y su raza. Sería algo interesante.

—El día de hoy conociste lo que es una elfa del norte. Dime, ¿qué te pareció? Normalmente, son personas muy arrogantes y malhumoradas, pero ella es diferente, la conozco hace muchos años. —La borreguita tenía una gran sonrisa. Se notaba realmente, que ellas dos eran muy amigas.

—Fue increíble... —...Ver esas tetas. Ojalá hubiera tenido la oportunidad de tocarlas, aunque sea por un segundo. Esos dos melones se veían muy...tentadores.

Ya, dejémoslo ahí. El día todavía no terminó, estoy seguro de que vendrán muchos mas clientes aún. Es hora de mostrar una gran sonrisa, y seguir para adelante.



Continuará...

Soy un parrillero argentino que llegó a otro mundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora