Capítulo 14: "Paseo por el castillo."

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Capítulo 14: "Paseo por el castillo."

Bueno, acá estoy paseando por el pasillo junto al Barón. Sí, el mismo tipo que fue a comer a mi restaurante en el día de la inauguración. Resulta que fue él quien me recomendó al rey. Bueh, supongo que eso ya se lo estaban imaginando...o directamente, ya los sabían. La cosa acá es que este chabón es un copado. Me deja entrar a todos lados y me habla mucho de cada adorno del castillo. Parece que acá hasta el mas insignificante de los platos decorativos, tiene una historia profunda e importante para ellos.

—Esta es la vasija de Rangeym. La capturó nuestro ejército hace 83 años atrás, en una batalla por recuperar la ciudad llamada de la misma forma, la cual se encontraba invadida por bandidos de los alrededores. Esos tipos nunca se esperaron un ataque allá, asi que dejaron tan solo unos pocos milicianos poco entrenados y artesanos. Los hombres entraron y asesinaron a todo el mundo, nos trajeron las artesanías como botín de la masacre, porque eso no se pudo llamar batalla, pero las desechamos a todas...a excepción de una. Esta vasija la guardamos como recordatorio de nuestro éxito en el intento de recuperar ese poblado. Ahora se encuentra bajo nuestro mando, como debe ser. —¿Ven lo que les digo? Me está contando de todo...¡Profesor de historia, no te tengo miedo!

—Es bastante brillante, ¿eso es cerámica y oro? —pregunté al Barón, y luego giré la cabeza para ver a...ah, que pelotudo que soy. Cierto que Freixla no está. Cuando el rey terminó la reunión y levantamos la mesa, ella se fue al reino de los dioses porque la madre la estaba llamando.

—Algo así. Ciertamente, se trata de cerámica, pero lo otro no es oro. Es un material muy parecido a ese que solamente se encuentra en este continente, llamado kalemtim. Es muy brillante y, naturalmente, tiene un color flúo, pero se lo puede tintar de cualquier color, asi que nunca lo verás dos veces igual. —Esa cosa parece interesante, me pregunto que tendrá de especial como para ser usados en la artesanía.

—Buenísimo. Bueno, yo estoy cagadísimo de sueño, ¿en donde se encuentra la habitación para mí? —Es verdad, muy lindo el paseo y todo...pero quiero dormir. Ya deben ser las altas horas de la madrugada, y a la mañana tengo que ir a abrir el restaurante, porque no pienso tomarme un segundo día de descanso de allá.

—Ja, ja, ja, me había olvidado que eran las dos de la madrugada. Yo debería estar durmiendo ya. Acompáñeme, yo lo llevaré hasta su cuarto para esta noche. —El Barón me llevó a través de los pasillos del castillo para llevarme hasta el lugar donde dormiría.

De pronto, me encuentro con una puerta brillante, hecha de oro, con joyas incrustadas por todas partes, y como de veinte metros de altura que conduce a una cama con sábanas de seda y respaldo de diamante en una habitación con suelo de esmeralda...que bonita pintura. El artista que lo hizo debe tener una mano genial para dibujar escenarios de ensueño.

—Señor, aquí se encuentra la habitación para que pase la noche. Cualquier cosa que necesite, hay, junto a la cama, una soga que hace sonar una campana en la sala de personal doméstico, hágala sonar, y una de nuestras maids vendrá a atenderte en seguida. —Es una puerta normal...y un dormitorio normal...está bien así. Por cierto, ¿tienen maids aquí? Je, je, parece que me divertiré mucho esta noche.

—No se preocupe, señor Barón. A propósito, hay algo que quería preguntarle, ¿por qué me trataron bien todo este tiempo? Es que tengo entendido que la gente como ustedes no suelen ser muy bondadosos con nosotros. —Tenía ganas de decir eso hacía rato. Menos mal que me lo saqué de encima.

—Simple: los amigos de Freixla son nuestros amigos. Ella hizo mucho por nosotros, lo justo sería que nosotros hagamos mucho por ella ahora. Por eso a todos sus amigos le damos un trato preferencial. Queremos que se sientan en nuestro reino y en el castillo como si estuvieran en su propia casa. —Entiendo, entonces todo esto tiene mas pros que contras. Me gusta, me agrada...¡me encanta!

—Bueno, no te jodo más. Andá a lo tuyo, yo voy a tratar de pegar un ojo para poder despertarme temprano. —Luego de decirle eso, le cerré la puerta, no sin que antes me avisara una vez más de que, en caso de necesitar algo, que llame a las maids. Ya lo sé, pelotudo, me lo dijiste hace dos minutos.

De cualquier forma, me hubiera gustado tener una noche tranquila, en donde pudiera dormir y relajarme bien toda la noche, pero desde que llegué a este mundo de mierda, eso me está costando un huevo. Sí, Freixla apareció e interrumpió mi intento de conciliar el sueño.

—Señor, tenemos más trabajo. En el reino de los dioses habrá un almuerzo especial por el nacimiento de una nueva posible deidad. Mi madre está a cargo de la comida y me pidió que tu fueras a preparar choripanes para todos —Hija de puta, ¿para eso me interrumpió?—. Quería saber si tu podrás venir y cocinarles a los dioses de este mundo, mis colegas. —Bueno, si me lo pide con esa vocecita tan tierna, entonces allá vamos.

—No hay ningún problema, pero... —Espero que lo entienda—...¡quiero dormir la puta madre que lo re mil parió! Estoy cansadísimo. ¿¡No pudiste avisarme de esto cuando amaneciera!? —No sé muy bien por qué ella lanzó una risa, pero estoy seguro que me tomó para la burla.

—Espero que tenga en cuenta que el almuerzo es para el siguiente mediodía, lo que significa que tan solo tiene, actualmente, unas diez horas para prepararlo. Si no empieza desde ahora, podría no llegar a tiempo. —comenta ella. A propósito, ¿no comenté que se cambió la ropa? Ya no está mas con ese vestido verde semitransparente, ahora tiene unas calzas negras, zapatillas, y una remera, está vestida como para hacer ejercicio.

—Primero, si empezamos en las primeras horas de la mañana, cuando recién está amaneciendo, no deberíamos tener problemas de tiempo. Segundo, ¿y esa ropa que tenés puesta? Parece como si hubieras hecho ejercicio hace poco. —Y ahora que se acercó un poco más, puedo ver claramente que hay un poco de transpiración en la ropa.

—Por lo primero, genial. Siendo así, yo también tomaré un descanso. Por lo segundo, es que soy una deidad que representa al ejercicio y la dieta, de modo que esta es mi vestimenta mas común —¿Qué? ¿Es la diosa de eso y estuvo promoviendo la idea de comer choripan? Ja, si supiera la grasa que tiene, ahora estaría rezando al dios de los pecados extremos—. Bueno, déjame un espacio en la cama que yo también quiero dormir. —Una vez más, durmió en la misma cama conmigo.

—Ah, Freixla, tengo algo que decirte. —le pregunté viendo su cara que parece preocupada.

Continuará...

Soy un parrillero argentino que llegó a otro mundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora