Fix You

48.

**MIMI**

No sabía dónde estaba, parecía un callejón pero se escuchaba música de fondo, ¿una discoteca?, no me encontraba bien, la cabeza me daba vueltas, ni siquiera había bebido tanto como para estar así, ni siquiera recordaba haber bebido. Estaba apoyada en la pared, mi cuerpo no parecía responder a ninguna de las órdenes que mi cerebro quería darle, ni siquiera sabía si estaba emitiendo alguna, escuchaba voces, no sabía de quien eran, eran dos... ¿Tres tíos? No lo sé, sólo sentía varias manos por mi cuerpo, me gustaría apartarlas, pero no puedo, mi cuerpo no responde. Siento unas manos extrañas en una zona donde no deberían estar, unos dedos, no espera...por favor, espera...me duele, quiero gritar, pero no sé porque mi garganta no emite ningún sonido, otras manos, y más dolor, siento cómo algunas lágrimas caen por mis mejillas y escucho otra voz de lejos, ésta me suena, creo reconocerla, pero no entiendo lo que dice...

- ¿Todo bien chicos?

Esta vez la voz es más clara, pero sigo sin entender porque la pregunta es hacia ellos, yo estoy allí, se supone que deber cuidar de mí, es lo que siempre has dicho, no lo entiendo. Mi garganta por fin emite un ligero sonido en forma de pregunta.

- ¿Tony?

Me despierto de golpe, dando un salto en la cama, estoy sentada y siento como las manos me tiemblan y unas gotas de sudor empapan mi frente, siento que me falta el oxígeno e intento tranquilizarme, no es la primera vez que sucede e intento recordar que sólo es una pesadilla...

- Ey...

Escucho su voz, noto como una de sus manos acaricia mi espalda, mientras la otra coloca un mechón de mi pelo detrás de mi oreja en lo que intenta buscar mi mirada, no lo consigue, por lo que coge mis manos temblorosas entre las suyas y besa mis nudillos despacio, con calma, intentando transmitirme la tranquilidad que no tengo en ese momento.

- Mírame anda...sólo ha sido una pesadilla, estás aquí, tranquila...

- Esta vez parecía real... - Consigo decir con un hilo de voz.

- ¿Es la misma de siempre?

Asiento agachando la cabeza, esa pesadilla lleva atormentándome estas últimas semanas y por más que intento evitarla aparece cada noche cuando sin querer me quedo dormida.

- ¿Quieres contármela hoy?

- No...

- No puedo ayudarte si no me dejas...

- No quiero que sea real...

Me sonríe y me da un beso en la frente mientras me acerca hacia su cuerpo, me envuelve entre sus brazos y siento en su pecho el latido constante de su corazón, no sé cuánto tiempo es el que pasa pero no me importa, cierro los ojos y dejo que ese sonido envuelva mis sentidos hasta que por fin siento como se ha calmado mi respiración y mi cuerpo ha dejado de temblar entre sus brazos.

- ¿No es real vale?

Busca mi mirada y ésta vez la encuentra, me pierdo un momento en sus ojos marrones y no me doy cuenta cuando se acerca un poco más y me roba un leve beso de los labios.

- Esto si es real ¿vale? – Me dice señalándonos mientras junta su frente con la mía.

Le sonrío por primera vez y me devuelve la sonrisa, y mi mirada se pierde en ella y en sus labios que atrapo entre los míos, porque el beso que me ha robado segundos antes me sabe a demasiado poco cuando se trata de ella. Se vuelve a recostar en la cama y me hace una señal para que me acueste a su lado, vuelve a envolverme entre sus brazos, y allí, en donde encuentro la calma, vuelvo a quedarme dormida.