Narrador Omnisciente
Los meses han ido pasando sin piedad, acabando la poca cordura que queda en Christopher. Las horas parecen interminables y los días se sienten eternos.
Betty ha hecho lo posible por ayudarle pero, ¿a quién engaña? Él no volverá a ser el mismo, a menos que ella haga algo; a menos que se tome una decisión.
Los McClaire han ayudado en las investigaciones pero, todo, ha sido en vano. Es como si se hubiese desvanecido de la faz de la tierra; no dejó ni un mínimo detalle de dónde puede estar.
Paul continúa en su ardua labor de hallar algo, un lugar, un destino, lo que sea que le indique dónde puede estar; se siente apenado y apesadumbrado por aquel muchacho al que quiere como si fuera un hijo. Siente que le debe mucho más.
Se encuentra en su apartamento, tecleando algunas palabras en su laptop, intentando encontrar piezas sobrantes, quizá algún error que le deje descubrir lo que tanto desea. Unos minutos pasan en los que, parece, ha encontrado algo. No está seguro de lo cierto que sea pero seguirá aquella pista sin pensarlo dos veces. No fallará en su búsqueda.
Cierra la pantalla de su laptop, guardándola en su maletín, levantándose del asiento, tomando su abrigo en mano y una maleta pequeña, emprendiendo su marcha. El día en San Francisco parece ir aclarando conforme pasan los minutos, haciéndolo sentir esperanzado.
En vez de usar su camioneta, hace uso de un taxi que lo lleve directo al aeropuerto y de ahí, emprenderá el viaje sin retorno.
O por lo menos hasta que haya encontrado algo que pueda traer consigo.
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Paul se encuentra sentado en la sala de espera, rogando porque su vuelo salga a tiempo y él pueda iniciar su búsqueda sin descanso. La operadora llama para abordar y Paul es el primero en subir; se acomoda sin demora en su asiento y abre su laptop, queriendo hacer algunas últimas búsquedas antes del despegue.
Después de haberlo hecho, cierra la laptop, abrochando su cinturón, listo para iniciar el despegue. Diez minutos después, se encuentra en el aire, respirando con un poco más de calma, aunque sabe que no será sencillo.
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Unas tres horas y media pasaron, cuando el avión llegó a una de los aeropuertos previstos para Paul. Sabe que éste no es el destino principal pero iniciará algo desde aquí.
- Bienvenido, detective. - Paul estrecha manos con el capitán Holmes, y asiente en su dirección. - Hemos empezado la búsqueda que nos pidió; no ha sido sencillo pero, parece, que uno de los nuestros encontró algo.
- Gracias, capitán Holmes. No sabe lo agradecido que estoy. - El capitán asiente y guía a Paul hasta su camioneta.
Ambos hombres suben, emprendiendo la marcha hacia la estación de policía de Jackson, Mississippi, donde deberán sentarse para hablar de lo que han encontrado hasta el momento.
- ¿Hace mucho está desaparecida? - Paul suspira con suavidad, mirando fuera de la ventana.
- Más o menos, unos seis o siete meses. Llevo en su búsqueda desde el mismo día que sucedió. - Paul observa al capitán Holmes, quien asiente en su dirección. - No pierdo la esperanza de encontrarla.
- Nunca la pierda, detective. Es lo que nos mantiene con vida a todos. - Paul sonríe levemente, asintiendo, mirando hacia afuera.
Al llegar a la estación, ambos hombres bajan de la camioneta, entrando con calma a la instalación. Paul es bien recibido por algunos de los compañeros del capitán Holmes, gracias a su reconocimiento por ser uno de los mejores en su trabajo.
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¿Sueños Quebrados? (Terminada Y Corregida)
Jugendliteratur¿Se quebrará todo aquello que se construyó? ¿Sobrevivirán a las tormentas? ¿Habrá algún arcoíris al final de la tempestad? ¿O sólo habrán vestigios de, lo que alguna vez, fue perfecto y hermoso? Quizá, la esperanza, sea algo que nunca acabe. Sí, q...